La derecha empresarial mexicana no pudo ganarle a AMLO la elección presidencial

Para mantener su dominio sobre la sociedad, la derecha y su gobierno recurren al terrorismo psicológico desde hace bastante tiempo atrás. Se intimida a las familias con enemigos abstractos inventados según sea el caso. El terrorismo inventado por el gobierno de Estados Unidos para invadir el medio oriente y apropiarse del petróleo, o el de las campañas electorales en la Unión Americana en las cuales se decía que Trump era un peligro para la humanidad, y el que actualmente está haciendo USA en contra de Maduro para apropiarse del petróleo, el oro y los minerales de Venezuela.

México no ha estado al margen del terrorismo psicológico. Desde hace varios años atrás se viene haciendo una campaña de terror en contra de Andrés Manuel López Obrador, primero como aspirante y hoy como Presidente de la República; se ha dicho y se sigue diciendo que es un peligro para México, se ha dicho y se sigue diciendo que es populista, se ha dicho y se sigue diciendo que quiere implementar un sistema autoritario y fascista al estilo de una dictadura, etc. Lo cierto es que AMLO NO ATENTA contra el sagrado principio de la propiedad privada capitalista. Busca culpables en las profundas aguas del capitalismo transnacional del desempleo, de la pobreza, de la afluencia de inmigrantes latinoamericanos, etc., y le echa la culpa a la “corrupción” y al nulo desarrollo del país. Sin embargo no hace mención de que el sistema capitalista es el causante de la agudización de la contradicción entre opulencia e indigencia, entre la concentración de la riqueza en pocas manos y la popularización de la miseria.

En el pasado proceso electoral para Presidente de la República se usó la serie documental “El populismo en América Latina” para realizar una campaña negra contra Andrés Manuel López Obrador. Y recientemente el gobierno federal reveló que el Consejo Mexicano de Negocios, CMN, financió con casi cien millones de pesos la realización de dicha serie, con la participación de una red de empresas, entre ellas OHL México y Grupo Peñoles, esta última propiedad de Alberto Baillères, en la cual también estuvieron involucrados los anteriores gobiernos federal y del estado de México, así como el PRI y Alejandro Quintero Íñiguez, ex publicista de Enrique Peña Nieto. Se dijo además que Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, UIF, de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, presentará una denuncia ante la Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos Electorales, FEPADE, por presunto financiamiento ilícito en la campaña y lavado de dinero; además se dijo que la empresa de Quintero Íñiguez
fue vinculada con el Bufete de Proyectos de Información y Análisis SA de CV, entre cuyos accionistas aparecen Federico y Ariel Berrueto Pruneda, ambos vinculados con el PRI, que por cierto ha sido relacionado con un esquema de desvío de recursos públicos para favorecer campañas políticas, entre ellas de las secretarías de Desarrollo Social y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano durante la gestión de Rosario Robles.

Lo saludable es que la derecha y su gobierno no lograron impedir el triunfo electoral de AMLO que ganó las elecciones con más de 32 millones de votos y que actualmente cuenta con el 80 por ciento de aceptación. En fin