Capacitación integral a los conductores de servicio

En días recientes en una conferencia de prensa el director del Instituto de Capacitación para el Trabajo en el Estado de Nayarit (ICATEN), señor Alonso Lira Rodríguez, dijo que junto con el Poder Legislativo estatal ya se cocina una iniciativa para que toda aquella persona que requiera adquirir una licencia para conducir vehículos automotrices reciba primeramente una capacitación para el manejo de cualquier tipo de vehículo automotriz, principalmente del servicio urbano como de transporte de carga pesada.

Desde luego que toda medida en estos casos es viable y encomiable y más, porque el señor Lira Rodríguez añadió que se cuentan en el ICATEN con un simulador para hacer más efectiva esa capacitación; sin embargo, debería de quedar en claro que no basta con la pura capacitación para la pericia de poder maniobrar y conducir un vehículo del servicio público o cualquiera otro en donde se necesite este tipo de entrenamiento, sino también capacitación en cuestión de reglas de tránsito, así como de relaciones sociales y humanas porque en este campo muchos conductores dejan mucho qué desear, porque ellos mismos ponen de muestra que lo único no es saber maniobrar cualquier clase de vehículo automotriz, sino también saber atender las reglas de tránsito, así como saber conducirse con civilidad y amabilidad. Así que por ende, sería elemental que se les hiciera también un examen de reglas básicas de tránsito en los tres niveles: municipal, estatal y hasta federal y, desde luego, de humanismo y civilidad.

Para todas aquellas personas que aspiren a una licencia de conducir vehículos del transporte urbano, y para la mayoría o todos en sí, de los que ya están en servicio, se les debería de hacer ver el énfasis de lo que es el afán de servicio y no dejar usuarios con la mano extendida pidiéndoles que se detengan para abordar, algo muy usual desde siempre en que muchos choferes del servicio urbano le hacen más caso a los semáforos que a los usuarios o porque van retrasados o adelantados o simple y sencillamente porque no les da la gana levantar pasaje y hoy en día, porque muchos de los conductores de servicio urbano van entretenidos mirando su teléfono móvil y de ahí que posiblemente no se den cuenta que tienen que levantar pasaje; bajarlo sí, porque en caso de no detenerse cuando un pasajero que quiere apearse y le timbra, si no se detiene le grita al chofer que “bajan” y con la molestia de que lo distrajeron de lo que iba mirando en su celular, a regañadientes se detiene, para de inmediato volver la vista a la pantalla de su celular.

Afortunadamente no todos los conductores del transporte urbano son descuidados, maleducados, distraídos, groseros, patanes y que se comportan como si hubiesen brotado de la tierra porque al parecer no cuentan en su familia con jóvenes estudiantes y de la tercera edad que son por lo regular a los que dejan plantados en las esquinas.

Se dice comúnmente que cada quien habla de la feria como le va en ella; pero da el caso que platicando con jóvenes estudiantes y de la tercera edad, es común coincidir en que la mayoría de las veces si no hay más gente esperando la misma ruta, algunos choferes no se detienen para que aborden el camión a su cargo; y aunque haya mucho pasaje, también si ya está por ponerse en alto el semáforo pasan de largo.

Sábado 23 de febrero del presente año alrededor de las 19:30 horas, estoy esperando camión de la ruta Mololoa en las inmediaciones de la estación del ferrocarril. Después de unos minutos de espera, veo que da vuelta un camión de dicha ruta al que le hago la parada, pero pasa de largo, trato de mirar el número de la unidad pero me distraigo porque inmediatamente viene otro camión de la misma ruta casi pegado con el de adelante; le indico la parada con el brazo extendido y tampoco se detiene, le grito al chofer que ahí estoy, pero tal vez como me vio con mi credencial del INAPAM en la mano con que le hacía la seña de parada, por eso no se detuvo tampoco. Debido a mi ceguera nocturna debida a mi senectud no alcanzo a mirar el número del camión, pero también porque ambos iban raudos y veloces.

Y algo así es lo que se debe de evitar que lo hagan los conductores del transporte urbano, porque podría haber gente que ocupe estar en algún lugar a determinada hora y si no abordó un taxi por lo mismo, tal vez no fue por gusto, sino porque no cuenta con los medios económicos suficientes para viajar en taxi en todo momento. Hacerles ver a los choferes que están para servir.

Sea pues. Vale.