El cambio de hora innecesario
Sergio Mejía Cano
06 de Noviembre de 2018
Se cumplió más de una semana del cambio de horario y sorprendentemente aún hay personas que dicen que no se han acostumbrado a dicho cabio; pero más se sorprenden otras tantas cuando se les dice que este es el horario original, con el que nacieron, porque hay gente que cree que el anterior horario que se le dice de verano es con el que siempre han vivido.
Obviamente que al surgir el tema del cambio de hora sale a relucir el supuesto ahorro con el que nos ha querido engatusar el gobierno cada año desde que se comenzó a implementar el cambio de horario, y lo que sale más coincidente es que es raro encontrar a alguien que diga que sí ahorró, pues la mayoría coincide en que cuál ahorro ni económico ni de energía, al menos para el ciudadano común que ve llegar sus recibos de la luz igual o hasta más caros cada día.
Desde luego que esta medida del cambio de horario es tácitamente comercial, para dar paridad con otras ciudades de otros países en la hora en que abre el comercio, es esto y no para el ahorro de energía tal y como afirma el gobierno en turno de que es muy necesario el cambio de hora para ahorrar energía en el país. Porque de ser así, se supondría que ahora que se dice que ya entró de lleno la mano de la Iniciativa Privada (IP) en la electricidad, sería para proteger a los inversionistas, pero desde siempre el cambio de horario ha sido única y exclusivamente para facilitar las operaciones comerciales.
Y esto no es nuevo, ya que de acuerdo a un libro que se editó en junio de 1987 con motivo de “La Expropiación Ferroviaria del presidente Cárdenas”, cuyo autor es Sergio Ortiz Hernán, hasta 1927 en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, regía la misma hora de Tepic, que está basada en el meridiano 105 de los husos horarios del oeste. Y precisamente en 1927 quedó concluida la conexión entre el norte del país y el centro al terminarse la construcción del tramo de vía férrea entre Ixtlán, Nayarit y estación La Quemada, Jalisco; y fue precisamente en este año cuando la Cámara de Comercio del estado de Jalisco comenzó a cabildear para que se homologara la hora de Guadalajara con la del entonces Distrito Federal. Así que a instancias de dicha Cámara de Comercio jalisciense fue que la hora de Guadalajara se cambió al meridiano 90 y todo mundo feliz. Todo esto eminentemente para proteger la industria y el comercio.
Y así ha sido siempre, se juega con el horario de acuerdo a decretos presidenciales sin importar que los husos horarios marquen un meridiano distinto, sino que se acomodan de acuerdo a los intereses comerciales, de ahí que hoy en día mucha gente esté consciente de que dicho cambio de horario no sea precisamente para el ahorro de energía ni mucho menos para el consumo ciudadano, porque la luz que se podría ahorrar de noche en los hogares mexicanos se gasta en la mañana y viceversa, es decir, sale la misma de todos modos, el ciudadano consumidor de luz sigue gastando igual o hasta más.
Hay una anécdota que se le atribuye a Miguel Alemán Valdés de que cuando era Presidente de la República (1946-1952), le preguntó a uno de sus achichincles que qué horas eran, y que el lambiscón le respondió: “las que usted desee señor presidente”, sin embargo, hay quien afirma que esta frase es de mucho antes y no nacional, precisamente. Pero lo que sí es un hecho que el cambio de horario sí es por un decreto presidencial y que no es de la autoría o por capricho de quien hace el decreto, sino por la presión de la IP tanto nacional como extranjera.
Y volviendo a esta gente que dice que se les dificulta volverse a encarrilar por el cambio de hora, se podría decir que es cuestión psicológica, porque según los que saben, una hora no es igual a como cuando se viaja a otro continente cuyo cambio de horario es mínimo de siete o más horas ya sea hacia atrás o adelante.
El Ferrocarril del Pacífico, S.A. de C.V., en su rama de Transportes siguió trabajando con la hora del meridiano 105 aun en Guadalajara, Jalisco y para sus empleados jamás hubo problema traer sus relojes atrasados una hora en la perla tapatía. Y así se siguió trabajando hasta como a mediados de la década del 2000 en que ahora, en la nueva empresa ferroviaria concesionada, se trabaja con la hora del centro hasta en Sonora; hecho que en realidad no afecta en nada mentalmente hablando. De ahí que no se explique de bien a bien el porqué al municipio de Bahía de Banderas se le haya homologado el horario con el meridiano 90 si está dentro del 105, siendo que la hora está en la mente. Sea pues. Vale.
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