La infraestructura es la alternativa de AMLO para crecer
Octavio Camelo Romero
30 de Octubre de 2018
La “naturaleza” o mejor dicho, el “entorno natural”, ha estado sometido a innumerables transformaciones de la actividad humana; se construyen ciudades, carreteras y puentes, se domestican animales, se talan bosques, se contaminan ríos, lagos y océanos, etc. Esta “destrucción creativa” del territorio por los humanos produce la “segunda naturaleza”. Sin embargo, durante los tres últimos siglos, o sea, en el periodo de tiempo en que se produjo el desarrollo del capitalismo, han aumentado la velocidad y el alcance de la “destrucción creativa” del planeta. Y aunque son muchos los agentes que intervienen en la producción geográfica de la segunda naturaleza, se destacan de entre ellos a los dos principales agentes de dicha destrucción creativa, ellos son el Estado y el capital. Empero, el proceso de transformación geográfica no está bajo el control absoluto del Estado y el capital, y por eso la naturaleza responde en ocasiones de manera impredecible.
El capitalismo global no ha salido de la crisis de la sobreacumulación de capital, por lo que tiene excedentes ociosos en busca de un espacio para invertir. La producción, la transformación del espacio en general y la urbanización en particular se han convertido en grandes negocios bajo el capitalismo contemporáneo; constituyen una de las principales vías para la absorción del capital excedente. Y con ella, una significativa masa de fuerza de trabajo se emplea en la construcción y en el mantenimiento del entorno construido. En este proceso se ponen en movimiento grandes cantidades de capital obtenidas habitualmente mediante créditos de largo plazo. Más no obstante, dichas inversiones se convierten a menudo en centro de generación de crisis. Por tal motivo, las relaciones entre urbanización-acumulación de capital-y crisis deben estudiarse con detenimiento.
El capitalismo es una forma de sociedad basada en la explotación del trabajo asalariado y la producción imperecedera de excedentes. Esta situación genera las condiciones necesarias para las obras de infraestructura en general y la urbanización en lo particular, en la medida en que la absorción del excedente de capital y el crecimiento de la población con desempleo se convierten en problemas socialmente sentidos. Ambos tipos de inversiones ofrecen temporalmente una adecuada solución a tales problemas. Así es como se expresa la conexión interna entre producción de excedente, población creciente desempleada y la infraestructura en general y la urbanización en particular.
Históricamente esta conexión bajo el capitalismo ha sido muy ilustrativa. La crisis de 1848 en toda Europa fue una de las primeras en manifestarse como crisis de capital excedente subempleado y de mano de obra excedente. Tal situación dio origen a una revolución abortada que la burguesía aplastó pero que no logró resolver la crisis. Como consecuencia sube al poder Luis Napoleón Bonaparte quien se proclamó emperador con el nombre de Napoleón III en 1852. Para absorber el capital excedente y restaurar la rentabilidad anunció un vasto programa de inversiones en infraestructura. Para tal efecto nombró a Haussmann encargado del proyecto quien entendía que su misión era resolver el problema del excedente de capital y mano de obra desempleada mediante la urbanización. Resultó un instrumento esencial de estabilización social. Surgió un nuevo modo de vida urbana y un nuevo tipo de habitantes de la ciudad. Pero el agigantado sistema financiero cada vez más especulativo y las estructuras de crédito en las que se basaban, se vinieron abajo en la crisis financiera de 1868. Y Haussmann fue destituido.
Andrés Manuel López Obrador tiene la experiencia de atraer capitales ociosos para su inversión en obras de infraestructura urbana. Ya lo hizo en el pasado cuando estuvo al frente del D F. Aunque las condiciones son otras, esa experiencia permite por lo menos, pensar que puede hacer que México sea un país destino de grandes inversiones en infraestructura. Y con ello, brindar estabilización social. En fin.
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