Nayarit frente a la Cuarta Transformación

A poco más de un mes del inicio del nuevo gobierno federal encabezado por Andrés Manuel López Obrador, los reacomodos,  debates y demás correlación de fuerzas políticas, sociales, económicas y culturales, entre otras, parecen haber entrado en su etapa mayormente álgida de cara a la definición del papel de cada cual que a partir del primer momento del 1 de diciembre, desempeñarán en este reto de inéditas proporciones denominado: “La Cuarta Transformación”. Y un tema urgente -por su incidencia y peso en la conectividad del país tanto a intramuros como al exterior- ha convocado a la discusión nacional con la imprescindible participación democrática: el mejor lugar para la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Esto impone a su vez, la ineludible necesidad de asegurar que ello no sea tergiversado a priori, y mande en consecuencia el peligroso mensaje de que todo ya está decidido, acorde a un nuevo entramado de intereses enfocado a la rentabilidad personalizada de la herencia. ¿Será la consumación en Texcoco -obra emprendida por la saliente administración-, o se procederá con el reajuste infraestructural de la base militar de Santa Lucía, según se inclina el equipo de López Obrador? ¿Será el pueblo realmente quien decida?

Mientras tanto, Nayarit ha dado inicio con su peculiar inclusión en este proceso, vía la conducción de quien será el Coordinador Estatal del Ejecutivo Federal en la propia Entidad, Manuel Peraza Segovia, que en consecuencia posee la nada sencilla misión de hacer presente en cada familia una razón de peso por la cual creer y sumarse a tal transformación, la cual subsane los daños ocasionados por el pasado gubernamental reciente más oscuro y lesivo de la democracia, la legalidad, la inclusión y la justicia, y que se aúna a los no pocos yerros (a) políticos y comunicacionales de una lamentablemente concebida por ahora, fallida alternancia en Estado y municipios, empezando por la Capital.

En este marco, es que el Coordinador estatal del próximo gobierno morenista, presentó este jueves a los representantes de medios de comunicación locales (con la organización del periodista Rogelio Plascencia Marmolejo) los pormenores del ejercicio de consulta -que tendrá verificativo desde hoy 25 y hasta el día 28 del mes en curso, con la instalación de mesas receptoras en las plazas principales de 538 municipios del país, que concentran el 82 por ciento de la población total-, con seis mesas aquí, del que confío habrá de recabar con puntualidad y veracidad la opinión de los nayaritas, pues la recepción de votos,  dijo, se hará de las ocho de la mañana, y hasta las seis de la tarde, a fin de sumarla en su momento a la del resto de los mexicanos. ¿Alcanzará el tiempo, y será suficiente con los recursos y las acciones a emplearse, más aún que las secuelas del huracán “Willa”, dejó devastadores daños y desasosiego en los nayaritas?

Si el próximo Presidente de la República, Andrés Manuel, ha insistido en la necesidad de establecer contrastes que permitan distinguir con facilidad el por qué obtuvo la confianza mayoritaria del pueblo y la consecuente tarea a desempeñar, de entre los gobiernos  tradicionales que terminaron por ahogar su esencia popular en la consabida mezquindad de la ilegalidad, verticalidad y la injusticia, Peraza Segovia cuenta entonces con una singular oportunidad de fortalecer estratégicamente los canales de comunicación -política y social- con los nayaritas, teniendo como detonante lo que podría ser su gran primer prueba: el eficaz desenvolvimiento de la consulta antedicha;  que para ello se espera pues, no se escatimen acciones mancomunadas e inteligentemente dirigidas por una estructura operativa que sepa, quiera y logre sumar, atender, entender, solucionar: dar para recibir, y comunicar con una buena dosis de oficio político y consecuente tino comunicacional, decodificando de veras el sentimiento popular, sin menoscabo de nadie ni desplantes inicuos de soberbia ni deshonestidad; y en lo sucesivo hacer por su parte el mejor contraste ante una administración que, justo es decir, a un año de haber arribado con la encomienda de sumar, dejó en manos de una camarilla “apolítica” y marcadamente sectaria, -caracterizada por su gran tacañería, soberbia y lucro de las desgracias del pueblo y su funesto dispendio en cambio, para beneficio exclusivo de su cerrado círculo de cuates, compadres y familiares-, tan delicada responsabilidad, lo que mantiene no solo hartazgo y decepción colectivos, sino descrédito de la función pública, de la práctica política y del ejercicio del poder.

¿Lograrán pues entonces, el próximo Coordinador Estatal del Ejecutivo Federal, Manuel Peraza Segovia y su equipo de colaboradores consolidar y hacer realmente la diferencia en pro de “la cuarta transformación en Nayarit”? Ya lo verá el pueblo: “que así se hiciere, lo reconocerá, que si no, lo demandará [con creces]”.