El Ayuntamiento de Tepic hace agua, sólo el pueblo puede salvarlo
Oscar González Bonilla
03 de Septiembre de 2018
Por razones al margen de su buena voluntad, el Consejo Consultivo del Ayuntamiento de Tepic no ha podido con la periodicidad (mensual) establecida realizar reuniones para examinar la marcha de esta entidad pública y problemas que enfrenta.
Salvador Castañeda O’Connor, uno de sus conspicuos integrantes, justifica la inacción de los últimos meses a actividades del proceso electoral federal que hace unos días culminó con la entrega de constancias de mayoría, en el que cada uno cumplió con sus obligaciones políticas partidistas, incluido el propio alcalde tepiqueño, Guadalupe Francisco Javier Castellón Fonseca.
Ratifica una vez más que el Consejo Consultivo (no tiene nombre oficial, hay quien le llama Consejo de Ancianos) se integra por ciudadanos -Antonio Chumacero Gómez y su hijo Guillermo, Octavio Campa Bonilla, Luis Roberto López Arana, Octavio Camelo Romero, José Luis Sánchez González y Benjamín Sandoval Cedano- que no aparecen en la nómina del municipio, no cobran un centavo, es un organismo colegiado independiente, con libertad ofrecen consejo al presidente municipal.
Castañeda O’Connor: “Nos hemos reunido unas cinco, seis veces a partir de que tomó posesión el maestro Castellón (17 de septiembre de 2017), pero entramos en una especie de prolongado receso. Al presidente municipal nosotros no le imponemos nuestra presencia, es él el que nos convoca. Acudimos y le expresamos opiniones y consejos que creemos pertinente ofrecerle”.
Desenfadado, mientras reposa su humanidad en doble silla de plástico color verde con cojín mientras se le entrevista en el cuarto que hace las veces de biblioteca, Salvador Castañeda O’Connor considera que es menester ayudar a pensar a los tepiqueños sobre los enormes problemas que en la actualidad registra la ciudad de Tepic.
Al reportero hizo leer en la pantalla de su computadora un mensaje que por la vía de internet le hizo llegar uno de sus hijos. Lo envió el ingeniero Mario Alberto Ortiz Jiménez y dice así:
A Tepic lo alcanzó el destino. Tepic, la ciudad del desastre anunciado, le alcanzó el futuro sin infraestructura pluvial, sin planificación urbana, sin relleno sanitario, sin vialidades importantes, sin calidad en los servicios municipales, sin suficientes áreas verdes, sin iluminación nocturna, sin seguridad. Gobiernos van y gobiernos vienen y no se ha observado ninguna acción significativa que al menos mitigue los problemas que padecemos de manera constante en esta ciudad siniestrada. El futuro ya está aquí, y sencillamente no se hizo nada”.
Luego entonces el militante del Partido de los Comunistas de Nayarit toma la palabra:
“La ciudad de Tepic es un desastre largamente anunciado. Los tepicenses debemos tener conciencia que ese desastre no lo causó el maestro Castellón. Por tanto es imposible que un daño efectuado durante decenas de años, los resuelva el maestro Castellón antes de un año de gestión administrativa. En eso debemos pensar. Yo comprendo mucho a mi amigo Javier, él simplemente en la rifa se sacó un saco de alacranes.
“En una plática personal que sostuvimos en fecha reciente me planteó la posibilidad de acercarse a Morena, a los nuevos gobernantes, para salvar la administración municipal. Yo le dije: tú haz lo que creas conveniente, pero a mí me parece que debes mantenerte firme en la idea que expresaste al tomar posesión del cargo: que tú no eres presidente municipal de ningún partido político, tú eres el jefe de un gobierno municipal de los vecinos, tú representas a los tepicenses y debes luchar por el bienestar de los tepicenses, y no te mortifiques por ningún partido político.
“Entiendo sus limitaciones, comprendo que está navegando con el interés de sacar a flote su administración en medio de circunstancias verdaderamente adversas. El único refugio que tiene (Castellón Fonseca) y al que debe acudir es el pueblo. En eso hay que imitar a Alejandro Gascón Mercado, quien ante el agobio del cacicazgo de Flores Muñoz y el presidente traidor Luis Echeverría, se ligó al pueblo y con el pueblo pudo gobernar. La única solución es que Castellón se olvide de todos, menos del pueblo de Nayarit. Es su refugio y salvación.
Salvador Castañeda O’Connor, ex diputado federal, cae en la cuenta de que al Ayuntamiento de Tepic le hacen falta recursos. El gobierno federal ha acaparado el gran porcentaje de impuestos que genera el municipio y en cambio le regresa migajas. “Ahora están sujetos a esos convenios que el gobierno federal les impuso desde hace muchos años. Y para todo se necesita el recurso federal y si el recurso federal se niega, pues ya no tienen recursos los ayuntamientos”.
“Si el municipio no recupera para sí muchos de los impuestos, estamos fritos, a expensas de los planes e ideas del gobierno federal. ¿Dónde quedó el municipio libre? Pues desapareció. ¿Dónde quedó la autonomía de los ayuntamientos? Sólo el pueblo en su conjunto y las fuerzas revolucionarias deben empujar para sacar de la penuria económica en que viven.
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