Los evasivos impuestos
Sergio Mejía Cano
15 de Agosto de 2018
Es obvio que la dizque maestra Elba Esther Gordillo Morales siga sintiendo pasos en la azotea a pesar de haber sido liberada de los cargos que se le imputaban, porque ella misma sabe y ha de estar consciente de que su vida no ha sido de lo más normal que digamos; que su estatus social cambió radicalmente de la noche a la mañana, que se sacó la lotería sin haber comprado billete. Si es lista, entiende que si se le escarba debidamente a su forma de vivir, se encontrarán varias irregularidades muy difíciles de explicar sanamente.
Se ha documentado que en los años 20 del siglo pasado, en los USA hubo un famoso mafioso conocido como Al Capone quien prácticamente era el dueño del bajo mundo en la ciudad de Chicago en el estado de Illinois, y al que por más evidencias de que su riqueza se debía a una vida delictiva, no se le podía apresar por tener todo bajo una cortina de legalidad a cual más de ilegal, pero que le servía para cubrir sus turbios negocios que se dice, florecieron al amparo de la llamada ley seca.
Pero como siempre nunca falta un prietito en el arroz, no faltó una mente detectivesca que buscando, buscando, escarbando aquí, allá y acullá, dio con la punta de la madeja con la que sería posible apresar al perverso mafioso: la evasión fiscal, por lo que de ahí se agarraron las autoridades del Tesoro de los USA y que le dan pa’dentro al famoso delincuente de ascendencia napolitana Al Capone.
Así que también si se tiene la verdadera intención de llegar al fondo de la riqueza de la maestra Gordillo Morales, rascándole en varias partes, se podría encontrar algo similar a la evasión fiscal, porque se supone que de todo dinero que genere una persona por su trabajo lícito, tiene que aportar determinada cantidad de impuestos; así que si se le escarba de bien a bien, ahí podría estar el motivo por el que doña Elba Esther está buscando ampararse en contra de una segunda aprehensión, tal vez porque sabe que por ese lado es más fácil llegarle y si no es para apresarla de nuevo, sería para darle un “estate quieta” y que ya no mueva el agua sindical, para alejarla de cualquier situación que encierre algo de política ya sea sindical o de la con que se ha manejado el país últimamente. En esto de no volverla a encerrar podría suceder el motivo o pretexto debido a su edad y supuesto delicado estado de salud.
Sin embargo, Gordillo Morales ha de tener un as bajo la manga, como saber mucho respecto al sistema que la encumbró, de ahí que haya salido muy machita del bote exigiendo a las autoridades que se le retribuyera su anterior estatus de todo a todo, porque por todo eso que aparentemente sabe, podría pisar aún muchos callos; tal vez por eso la han estado tratando con pinzas porque no vaya siendo que se aloque y comience a cantar todo lo que sabe al verse atacada nuevamente.
Existe la posibilidad de que si se sigue molestando a la doña del magisterio, y si se le carga la mano en la probable evasión de impuestos, bien podría empezar a despotricar señalando a todos y cada uno de los mexicanos de alcurnia, así como empresarios, eclesiásticos, políticos y funcionarios de todo tipo que también no pagan impuestos y que tienen mucho tiempo sin hacerlo, así que tal vez esto determine mejor dejarla en paz de una vez y para siempre, porque tratándose de quienes no pagan impuestos en nuestro país, al investigar esto se destaparía una cloaca que dejaría mal parados a varios personajes de la vida pública y privada que, no nada más no pagan impuestos, sino que los evaden en una forma por demás escandalosa, sobre todo cuando el mismo gobierno los exenta de este pago y muchas de las veces cuando pagan, se les regresan con creces y más a los inversionistas con el cuento de que generan empleos. También están las donaciones que son deducibles del tributo necesario.
Y a propósito de la tierra de Al Capone, se dice que allá la evasión de impuestos es muy penada, que obviamente hay un manejo de números que hacen evadirlos aunque no en su totalidad, pero que por lo regular, para no seguir el ejemplo de Al Capone, la mayoría de los estadounidenses prefieren pagar para no verse metidos en problemas.
Y aquí en nuestro país, al inicio de la actual administración, el que fue primeramente secretario de Hacienda, llegó muy duro diciendo que le cobraría impuestos a todo mundo que tuviera ingresos, por lo que el ingenio común decía que pagaría impuestos hasta a la gente que anduviera por la calle vendiendo tamales, pero no así a una gran panificadora.
Sea pues. Vale.
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