Ambigüedades del pacto federal
Francisco Cruz Angulo
08 de Agosto de 2018
Será hasta el inicio de la toma de posesión del Lic. Andrés Manuel López Obrador como presidente constitucional de México cuando se conozca con certeza cuáles serán las atribuciones legales con las que ejercerán el cargo los controvertidos coordinadores estatales de las delegaciones del Gobierno Federal sin vulnerar el pacto federal.
Durante décadas de presidencialismo priísta hegemónico las delegaciones federales en los estados fueron una extensión gerencial y proveedora de recursos financieros destinados a la promoción político-electoral a favor de los candidatos priístas a un puesto de elección popular y así apuntalar los cacicazgos políticos de los gobernadores. La permanencia del PRI en el poder presidencial por más de 70 años así lo acredita…
EL PACTO FEDERAL EN LA ALTERNANCIA
A partir de que el PRI perdió las primeras gubernaturas, la mayoría absoluta en la cámara de diputados federal y luego en el año 2000 la presidencia de la república por el triunfo del panista Vicente Fox y posteriormente emanaron las coaliciones de partidos de oposición y que ganaron una gran cantidad de gubernaturas lo que generó un mayor peso político ante el Ejecutivo Federal dado que por medio de sus bancadas en el Congreso de la Unión de apoyar iniciativas presidenciales obtuvieron más recursos financieros, ora a forma de “moches” a diputados y otras veces por el manejo discrecional de la partida del ramo 23 que trata del fortalecimiento a estados y municipios, quedó plenamente documentado por la Auditoría Superior de la Federación las cuantiosas sumas de recursos federales destinados a programas sociales y de infraestructura de educación, salud y carretera que fueron desviados a chequeras personales de gobernadores priístas y de la oposición.
El desempeño de las delegaciones de la federación en los estados durante estos gobiernos de alternancia sus titulares se conducían como subordinados del Ejecutivo Estatal por lo tanto se volvieron cómplices de sus trapacerías.
En suma, el llamado pacto federal se ha ninguneado de acuerdo a los intereses políticos-electorales de quienes gobiernan…
¿SERÁN VIRREYES LOS 32 COORDINADORES?
Los primeros en respingar ante la desaparición de los delegados federales al sustituirlos por un coordinador en cada entidad de la república, son los políticos que ven en las gubernaturas sus feudos patrimoniales y no tolerarán que otros les limite o controle la renta del erario Federal.
Como el combate a la corrupción y a la impunidad es una prioridad y el principal compromiso del hoy presidente electo Andrés Manuel López Obrador, la primera medida de atarles las manos largas a gobernadores corruptos es precisamente supervisar en tierra que el gasto público de la federación sea invertido a donde fue programado, sea transparente y haya rendición de cuentas.
No habría necesidad de estos coordinadores de la federación si en todos los estados de la república se hubieran consolidado como órganos autónomos los sistemas estatales anticorrupción y las Fiscalías Generales de Justicia. Hoy son endebles y hasta sumisas al Ejecutivo Estatal.
Por supuesto estas coordinaciones pondrían en riesgo la gobernabilidad y al pacto federal si no hay coordinación respetuosa entre representante federal y los mandatarios estatales de acuerdo a sus atribuciones legales.
De ninguna manera las coordinaciones deben ser un trampolín político. Sería fatal para nuestro sistema democrático y federativo. Apostemos por la cooperación, no por la confrontación, menos por la subordinación…
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