Un politólogo diplomático
Sergio Mejía Cano
31 de Julio de 2018
Por lo que se ve, le lee, se sabe y se oye tanto en los medios informativos de todo tipo, así como en las dichosas redes sociales, aún hay muchos ardidos por el triunfo del candidato de Morena a la Presidencia de la República Andrés Manuel López Obrador (AMLO), pues un día y otro también, le están echando en cara sus promesas de campaña tal y como si ya estuviera en funciones.
Es de suponer que como politólogo que es AMLO y por su colmillo político que no tiene por qué no estar ya muy retorcido, por el momento nada más esté capoteando todo lo que le llega ya sea para bien o para mal. Porque hay quien lo está criticando constantemente porque su comportamiento es parecido a como si ya estuviera en el Poder recibiendo delegaciones tanto nacionales como extranjeras, así como teniendo reuniones con gobernadores de las entidades del país; sin embargo, ¿qué más podría hacer en estos momentos el llamado virtual presidente electo? ¿Quedarse cruzado de brazos y hacerles desaires a los que quieren platicar con él de los asuntos nacionales y de política exterior? Desde luego que tiene qué atenderlos así haya alguien que diga que está mal porque todavía no es designado oficialmente como presidente electo, porque si bien el INE ya lo reconoció como el ganador absoluto en las pasadas elecciones, quienes la están haciendo cardiaca, tal vez mañosamente, son los del Tribunal de Justicia Electoral, pues tienen hasta el día 6 de septiembre para declararlo presidente electo.
Es obvio que por más que lo critiquen a AMLO de que prácticamente ya atiende asuntos de carácter nacional e internacional, lo hace por diplomacia; y a propósito de que no quiere adjudicarse el papel que aún no le corresponde, fue su negativa a la invitación Presidencial para asistir al lado del presidente Enrique Peña Nieto a Puerto Vallarta a la Convención de la Cumbre de la Alianza del Pacífico, precisamente porque todavía no ha sido declarado oficialmente como presidente electo, pues se podría considerar que por el momento se encuentra en el limbo o en una especie de purgatorio esperando ser purificado para llegar al 1 de diciembre ya sin traba alguna. Así pues, ¿en calidad de qué iba a asistir a esta Cumbre del Pacífico? Se supone que tendría que asistir con un nombramiento ya oficial y no en un estatus de “en veremos”.
Algo en lo que se nota que hay mucho escozor entre los detractores de AMLO es su intención de cambiar varias secretarías para descentralizar la hoy llamada Ciudad de México, por lo que se están agarrando de ahí enfatizando que se tendrá que mover a mucha gente obligándola a tener que cambiar de residencia por lo mismo; pero en lo que más están llamando la atención algunos analistas críticos de las intenciones de AMLO, es en su decisión de crear la figura de un coordinador estatal para garantizar los recursos y que estos se destinen para lo que estén etiquetados, poniendo énfasis en que con esta medida se estaría violando la Constitución Política que rige en nuestro país, supuestamente porque hay artículos que lo impiden y que tal vez sería una ofensa para los gobernadores de los estados de nuestra República porque prácticamente se les estaría tachando de no dignos de confianza.
Es bueno recordar que en una de sus tantas promesas, AMLO dijo que pretendía cambiar nuestra Carta Magna para dejarla como originalmente fue escrita por el constituyente de 1916-1917, claro que con sus respectivas adecuaciones a la actualidad; y esto viene a colación porque también ya se oyen voces que afirman que AMLO lo que pretende es una nueva Constitución, es decir, quienes señalan esto quieren o pretenden asustar con el petate del muerto tratando de hacer creer a una parte de la población que AMLO quiere cambiar la Carta Magna para adecuarla a sus intenciones de reelegirse; sin embargo, es muy probable que el virtual presidente electo no sea tan tonto para promover esto siendo que una de las bases de su estructura política él mismo se la atribuye al apóstol de la Revolución: Francisco I. Madero, cuyo lema indisoluble fue, es y será: “Sufragio Efectivo no Reelección”. Así que por ese lado, los detractores de AMLO podrían estar tranquilos; porque si ahora los legisladores del PRI y PAN serán la oposición más fuerte en el Congreso de la Unión, ¿cómo le irán a hacer para dizque defender la democracia en caso de que se llegara a alocar AMLO en algunas de sus iniciativas de ley? ¿Se sentirán con la calidad moral de decirse y sentirse muy democráticos?
Sea pues. Vale.
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