El ahora presidente electo
Sergio Mejía Cano
10 de Julio de 2018
Se comienza a conocer ya la noticia de que el Instituto Nacional Electoral (INE), a dado a Andrés Manuel López Obrador (AMLO) su constancia de mayoría que lo acredita como Presidente de la República electo, aunque será el Tribunal Electoral quien calificará esta resolución con un plazo de hasta el 6 de septiembre próximo; así que ya todo es cuestión de puro trámite para que todo quede en forma legal. Pero ahora sí ya se le podría llamar a AMLO como presidente electo.
Se dice que el ahora presidente electo ya tiene conformado lo que será su Gabinete que, quizás para decepción de unos y gustos de otros, no todos estos integrantes están identificados con algún asomo de pensamiento de izquierda, por lo que posiblemente no cambien mucho las cosas o cambien de más, pero lo que se espera es que haya un cambio en muchas de las cuestiones que han llevado a nuestro país a la debacle prácticamente desde 1982.
Tatiana Clouthier siendo diputada federal dijo alguna vez que a los mexicanos de vez en cuando se nos manifestaba el priista que todos los mexicanos llevamos dentro, y posiblemente no haya estado muy equivocada porque quienes nacimos hasta antes del año 2000, nacimos dentro del esquema del dominio del PRI, por lo que nuestra visión de país fue abocada al priismo absoluto; y si bien desde siempre ha habido disidencia, muchos de los disidentes quedaron en la lucha clandestina y otros posteriormente les hizo justicia sus pronunciamientos en contra del sistema y llegaron a acomodarse en ese esquema político por el que tanto protestaron; y muchos de estos dizque izquierdistas y disidentes de antaño, también se les manifestó en su comportamiento el priista que llevaban dentro de sí. Y si bien hay quien diga que es de sabios cambiar de opinión y los antes guerrilleros o dizque luchadores de izquierda y que ahora ya no viven en el error, no es que hayan cambiado, sino que simple y llanamente se han desenmascarado mostrando su verdadera faz.
He ahí entre otros a los llamados chuchos Jesús Ortega y Jesús Zambrano, Alejandro Encinas, Martí Batres, Dolores Padierna, René Bejarano y desde luego doña Rosario Robles Berlanga, la más emblemática de lo que es ser dos caras, que en el fondo luchaba la priista que siempre llevó dentro.
Y así como se dice que un policía nunca deja de ser policía porque al ver una anomalía querrá intervenir así esté con licencia, de franco o que ya no pertenezca a ningún cuerpo policíaco de todos modos le da por investigar o enterarse de qué pasó estando cerca de donde se comete un delito; lo mismo que un reportero que tampoco nunca deja de ser reportero pues así esté de vacaciones, en caso de pasar algo en su entorno toma nota de lo acontecido; pues bien, se dice igualmente que un priista nunca deja de ser priista porque esos más de 70 años de hegemonía priista nos implantaron un sistema para todo; he ahí que cuando un priista que ha abandonado a su partido nodriza, sus mítines son al más puro estilo priista porque así se diseñaron y no hay otra forma de hacerlos, pues la mayoría de las concentraciones de gente para aplaudir a algún político cuentan con acarreados, dádivas tanto en especie como en dinero, y si bien el político que recibe esos loas sabe y entiende que mucha gente ni sabe por qué le aplaude, son los achichincles que por quedar bien y por la posibilidad de agarrar hueso, le coordinan un mitin acarreando personas para supuestamente demostrar músculo partidista.
AMLO, al igual que Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y demás priistas que ya no están en el PRI, no por el hecho de haber dejado su partido de toda la vida ya se podrían considerar de izquierda, pues su formación política es, será y seguirá siendo priista porque no hay más; así que si comienza a haber algún tipo de cambio en el sistema de gobernar será en forma muy lenta y por demás cautelosa, porque AMLO no se va a aventar a una alberca sin agua desde el primer día de su mandato, sino que tendrá que ser de lo más prudente debido a que el verdadero poder estará detrás de él muy atento a que no les pueda pisar algún callo porque todos son muy dolorosos, aunque posiblemente lo dejen hacer una que otra cosa que si bien no serían afines a los intereses de ese poder que está detrás, tal vez podrían soportarlo.
Lo bueno de todo esto, es que AMLO sabe que tiene el apoyo de muchos mexicanos y que quizás sepa aprovechar esta fuerza de la población y por eso se atreva a ir un poco más lejos de lo que se tiene pensado que vaya a hacer.
Sea pues. Vale.
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