Los cuestionados libros de texto gratuitos

Según se tiene entendido que los libros de texto gratuitos han sido muy cuestionados a partir del sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León, porque algunos académicos que se dieron a la tarea de revisarlos les habían encontrado infinidad de errores tanto gramaticales como de fechas y datos históricos.

Desde luego que no faltó la voz que dijera que esto era más debido a la corrupción que a otra cosa porque al tener que volverlos a imprimir sería una enorme derrama de dinero del erario por el gasto que esto implicaba; pero estos errores no se presentaron nada más una vez, sino que fueron una constante que mejor se determinó que en vez de volverse a reimprimir para corregir esos errores, mejor se les diera un prontuario a los docentes y que de ahí fueran señalando a sus alumnos lo que estaba mal redactado en dichos libros.

Y este señalamiento de que todo era debido a la corrupción, se enfatizó más por el cambio de las credenciales de elector al cambiarse la denominación de Instituto Federal Electoral (IFE) a Instituto Nacional Electoral (INE), porque en realidad no había razón para tal cambio de membrete, pero significaba mucho dinero para alguien el cambio de nombre de este instituto, pues toda la papelería y formatos de credenciales que existían hasta antes del cambio razón social se fue a la basura para ser substituida por la nueva ahora con las siglas del INE; obviamente lo que significó un enorme gasto considerable.

Igual pudo haber acontecido con la entonces SIEDO que con el cambio de lugar de una palabra pasó a denominarse en lo sucesivo SEIDO, así, de ser antes la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, pasó a ser en lo sucesivo Subprocuraduría Especializada en Investigación en Delincuencia Organizada, como quien dice, prácticamente igual, pero no para lo que significó en cuestión económica para el erario el cambio de papelería, membretes en credenciales de sus investigadores, edificios de oficinas, etcétera.

Así que de investigarse a fondo todo esto de reimpresión de papelería de los institutos que por cambio de una letra significa el desecho de todo el equipo anterior, tal vez se encontrarían otras dependencias en la misma forma, hasta en las actas de nacimiento, defunción y matrimoniales que a cada rato cambian también de formato; no por nada se exigen que este tipo de actas en cualquier trámite en donde se ocupe presentarlas se exija que sean “recientes”, como si estas actas pudieran tener vigencia o caducidad. Así como las licencias de manejo que tienen que estarse renovando cada dos años, tal y como que si quien la obtuvo por primera vez haya olvidado la pericia del manejo de vehículos de tracción móvil.

Pero volviendo a los libros de texto gratuitos, ahora son varias asociaciones de padres de familia quienes los han estado cuestionando desde que apareció en la educación de biología el estudio  del cuerpo humano; y ahora más porque contienen estos libros textos sobre la diversidad sexual porque hablan de cosas que los niños no tienen por qué saber a tan temprana edad, según los padres de familia que pertenecen a este tipo de asociaciones.

Desde luego que estas asociaciones de padres de familia creen que todos los mexicanos piensan igual que ellos y tal vez se les haga imposible imaginarse que en un país eminentemente religioso como el nuestro, haya padres de familia que sean libres pensadores y que por lo mismo, saben y entienden que esta enseñanza sexual en las escuelas no hacen ningún mal a sus hijos y que al contrario, les ayudan a irse dando una idea de lo que es la humanidad en sí en cuestión de la diversidad sexual y de géneros; y más, porque es obvio que en una familia conservadora o de papás muy apegados a sus religiones que piensan que los genitales son tema tabú en el seno de sus familias y que es pecado conocer todo lo que pueden proporcionar, posiblemente sin ponerse a pensar que es más peligroso que sus hijos aprendan en la calle algo de estas cuestiones en forma tergiversada en vez de aprenderlo en la escuela y por qué no, enseñado por los mismos padres de familia, porque el cuerpo humano tiene mucho que dar para enseñar y aprender, y qué mejor en las escuelas que en la calle.

Hay quien dice que la enseñanza en nuestro país sufre un atraso considerable precisamente por la oposición de ciertos sectores de asociaciones de padres de familia que anteponen sus creencias religiosas al pensamiento científico, pero la enseñanza y educación es para todos.

Sea pues. Vale.