Algo no está bien en el país
Sergio Mejia Cano
22 de Mayo de 2018
Entre quienes podrían tener un poco de penetración los candidatos a los cargos de elección popular, podrían ser algunos entes pertenecientes a las nuevas generaciones, y desde luego que en uno que otro iluso de la tercera edad; pero esto es ya muy difícil por más que se quiera engañar a sí mismo alguien que está ya entrando a la senectud, a menos que quiera seguir sin ver la realidad.
Los mismos candidatos saben de antemano que todo lo que están prometiendo son nada más eso: promesas y nada más, sobre todo los que están bajo las siglas del PAN y del PRI, pues están en el entendido que en caso de alcanzar una curul en el Congreso de la Unión tendrán que acatar la línea que se les indique, levantar la mano o quedarse quietecitos cuando así se les ordene, pues ya se sabe que una vez estando en la máxima tribuna del país estarán al mande usted del dedo mayor ignorando por completo a sus supuestos representados que los llevaron a esa tribuna.
Ahora, como cada vez que habrá elecciones los candidatos recorren el estado y como por arte de magia se dan cuenta de que todo está mal; pero ¿por qué anda todo mal? Es obvio que el país no se creó ayer, y que si está en las condiciones paupérrimas en que se encuentra no es culpa de sus habitantes, sino de quienes una y varias veces les dijeron que ahora sí venía lo bueno, tal y como hoy lo afirman nuevamente todos los candidatos que andan en campaña.
Sin embargo, no nada más los políticos tanto de viejo cuño como los bisoños, del partido que sea, no van a poder cumplir con sus cometidos ni promesas de campaña porque están supeditados a órdenes superiores que tienen que acatar so pena de que su carrera política sea debut y despedida y tener que esperar otros tiempos más favorables para poder salir del ostracismo político en el que caerían en caso de no acatar las instrucciones mayores.
Cada día que pasa se aclara más y más que las llamadas Reformas Estructurales han sido pura falacia y que no son lo que le dijeron a la ciudadanía. Estas reformas, laboral, energética, educativa y financiera están dando al traste con el país aceleradamente, ¿y qué acaso esto no lo intuyeron los legisladores que votaron a favor de dichas reformas? Pero no solo eso, sino que jamás les dijeron a sus representados que la reforma energética significaba privatizar nuevamente el petróleo que, aunque nos hayan dicho que era nuestro, al menos era una ilusión de los mexicanos, ahora es un hecho que todo volvió al pasado con el petróleo, que ya nada hay que festejar el 18 de marzo de cada año. Desde luego que en todo esto tienen mucho que ver tanto el PAN como el PRI y sus partidos rémoras como el Partido Verde y Nueva Alianza.
¿No sabían acaso nuestros legisladores que votaron a favor y quienes ahora los quieren sustituir el daño a la soberanía nacional que le haría esta reforma energética? ¿No sabían y no saben que con la reforma laboral se le está dando de nueva cuenta el poder a la clase patronal volviendo todo de nueva cuenta como a la era porfiriana? ¿Acaso no se enteraron los legisladores que votaron a favor de la reforma educativa que ésta no tenía nada de educativa porque no se basaba en algún cuadro básico de educación-enseñanza?
¿Se ha oído a algún candidato del PAN o del PRI que luchará porque se dé marcha atrás a dichas reformas? Obviamente que no, porque sería el fin de su carrera política, ya que está visto que en realidad no buscan el bien ciudadano, sino el propio o de su grupo y nada más.
Así que para quienes gozamos de la juventud que nos brinda la tercera edad, todo lo que dicen los candidatos no es nada nuevo, pues es lo mismo que hemos estado oyendo a lo largo de 50 años o más, por lo que posiblemente estas promesas de campaña tengan algún efecto en algunos chicos pertenecientes a las nuevas generaciones cuyos ancestros no hayan platicado con ellos o que por rebeldía o por no estar de acuerdo con la forma de pensar de sus ascendentes, se vayan con la finta de lo que están diciendo los candidatos. Y más algunos jovencitos que se han dejado engañar por algunos profesores que no les aclaran la situación tal vez por vivir en el limbo o porque para no meterse en broncas les dicen a sus alumnos que todo está bien, y que no hagan caso de los inconformes de siempre que reniegan de todo, sin que haga pensar a fondo a sus alumnos de que tal y como ahora y siempre afirman algunos políticos que algo anda mal en el país. ¿Apenas ahora se están dando cuenta de que algo no está bien?
Sea pues. Vale.
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