Se incrementan los asaltos a los trenes
Sergio Mejia Cano
21 de Mayo de 2018
La madrugada de este sábado 19 de mayo, ocurrió un terrible accidente ferroviario en las inmediaciones de la ciudad de Veracruz; según la información que se ha dado en diversos medios informativos a nivel nacional, un tren que circulaba de Veracruz a Puebla descarriló por circunstancias atribuidas a manos criminales.
Pero debido a la magnitud del accidente, no nada más se podría decir a manos, sino a mentes criminales y asesinas, porque de acuerdo a las primeras informaciones se dice que el tren fue cortado y la parte segregada alcanzó a la parte delantera; sin embargo, y he aquí en donde comienza la confusión, hay otras versiones que señalan que dicha parte segregada al quedar sin control se fue cuesta abajo hacia el contrario de su dirección y se fue a estampar con otro tren que esperaba su salida en los patios de maniobras cercano a la zona denominada como Río Blanco, en la ciudad de Veracruz.
De acuerdo a las imágenes tanto de video como fotográficas, la magnitud del accidente es impresionante, unidades que iban cargadas de trigo volcadas y encimadas unas con otras, algunas invadiendo fincas aledañas, sobre un canal cercano, al menos un puente peatonal destruido, en fin daños muy considerables tanto a fincas, calles y sobre todo al material rodante, pues al menos tres locomotoras sufrieron pérdida total.
No se habla por el momento de pérdidas humanas, pero lo más probable es que sí las haya, si bien no entre los tripulantes del tren o los trenes accidentados, al menos sí entre las personas que viajan de trampa; y esto último se podría casi afirmar debido a la costumbre ya tan común de que viaje gente de polizón en los trenes de carga.
Y se le atribuye este accidente a manos criminales porque cada día crece más la delincuencia para asaltar los trenes y robarlos. Si bien anteriormente los ladrones de trenes se dedicaban únicamente a detenerlos para vaciar algunas de sus unidades, ya hace rato que los tumban poniendo obstáculos sobre la vía haciendo que descarrilen y por ende al estar detenidos los trenes, el vandalismo haga presa de la mercancía que transportan estos trenes.
De las primeros asaltos a los trenes en la actualidad, se supo oficialmente allá a mediados de los años 70 del siglo pasado en la periferia de la ciudad de Monterrey, en el estado de Nuevo León, en donde debido a la reducción de la velocidad al entrar a la zona conurbada de dicha ciudad, la gente de ese lugar a martillazos, marrazos, piedras o como fuera, se daban a la tarea de abrir las puertas de las unidades de carga y al tirarse la mercancía la recogían; pero con el tiempo se fueron dando sus mañas para detener los trenes completamente para saquearlos con más calma.
En ese entonces, una televisora a nivel nacional dio la información de cómo le hacían los vándalos para detener el tren, hecho que más bien fue como una enseñanza para toda la gente que vio ese documental, ya que ahí el reportero daba santo y seña de cómo le hacían a las mangueras de los frenos de aire para que el tren se detuviera y así robarlo.
Todo fuera como antes en que nada más a los trenes los hacían detener sin descarrilarlos y así robarlos, lo malo ahora es que los descarrilan y esto conlleva el que tanto los tripulantes como los viajantes sufran las consecuencias, porque la manera en que están descarrilando los vehículos férreos es tan burda, que posiblemente no tomen en cuenta los malandrines que va gente a bordo que podría salir lastimada o que podría perder la vida, porque últimamente la mayoría de los accidentes en que son descarrilados los trenes de carga, son de considerables consecuencias en cuanto a lesiones a las tripulaciones y pérdida de material rodante.
Este lamentable accidente no es un hecho aislado, pues ya tiene tiempo que en esa región del sur del país constantemente son asaltados los trenes, y lo malo es que al parecer no han encontrado las autoridades ni la dirigencia de los ferrocarriles una solución adecuada para que esto deje de suceder. Y no es un hecho aislado porque esto ya es cosa de todos los días; sin embargo, se dice que la empresa ferroviaria impide que se dé a conocer en lo posible esta información, aunque ahora con las redes sociales ya es prácticamente imposible, pues ya circulan varios videos en donde se ve claramente cómo le ponen enormes piedras o fierros atravesados a la vía como obstáculos para que los trenes detengan su marcha, si el maquinista alcanza a mirar esos obstáculos que bien, pero si no, viene la desgracia.
Sea pues. Vale.
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