A trabajo igual, salario igual

Pues la buena noticia es la que se anunció con bombo y platillo de que por fin se les aumentará su salario a los policías estatales en una proporción de casi el doble de lo que perciben actualmente. Buena noticia sin duda porque se dice, no lo recibían; sin embargo, obviamente que no tardarán las peticiones para que un aumento similar se les haga a los policías municipales y desde luego a los auxiliares.

Se ha dicho, y está documentado que a trabajo igual, igual salario, y si bien están categorizadas las diversas corporaciones policíacas, su ejercicio ya dentro del campo vendría a ser similar, porque tanto riesgo corre un estatal como un municipal por el simple hecho de portar el uniforme policíaco, y porque en determinado momento sus funciones podrían empatarse como es la prevención, persecución e investigación del delito, porque no cabe la posibilidad que un policía diga en determinado momento que a él no le corresponde hacer tal o cual cosa en cuanto a delito se refiere; porque si se está cometiendo un delito y toca que lo detecten en flagrancia unos policías estatales, pues tienen que entrarle al asunto, y si en vez de estatales están municipales pues también, porque en ese momento un policía, de la corporación que sea no puede alegar como motivo que nada más le toca prevenir, investigar, perseguir o analizar, así que ni modo, Juan te llamas y hay que entrarle al toro. De ahí que tendrían que homologarse los salarios de todos los policías y que todos hagan lo mismo siempre: prevenir el delito en igualdad de circunstancias.

Tal vez por eso se ha tenido planeado eso de la policía única, para que no haya distinciones y mucho menos categorías en donde la única diferencia es el salario que perciben unos y otros precisamente por ser unos estatales y otros municipales; y ahí están también los federales quienes se distinguen de los otros cuerpos nada más porque los pueden mover de una entidad a otra, no así a los estatales y municipales que son únicamente para trabajos locales de acuerdo a su adscripción: estatal o municipal. Claro que se podría aducir algo respecto a la preparación y capacitación; pero para el caso vendría a ser lo mismo: la defensa personal, valentía o temor que viene a ser prácticamente lo mismo, pero en todo caso lo primordial sería que estuvieran parejos en cuanto a conocimientos elementales respecto a derechos humanos, garantías individuales y hacerles plena conciencia de que no están en ningún momento por encima de la población, sino que están para servir y proteger y jamás para agredirla. Así que de estar conscientes de todo esto todos los elementos de las diversas corporaciones policíacas, lo más óptimo sería que todos ganaran igual, con la salvedad de que a los del estatus federal se le den para sus viáticos y listo.

Podría existir la posibilidad de que debido a los bajos salarios que perciben actualmente los elementos de las diversas corporaciones policiacas locales sean la causa de que algunos de ellos se sientan frustrados y descarguen esta frustración en la población que cae en sus manos por equis circunstancias; así, que ojalá y con este aumento que se anuncia ya, eliminen dicha frustración y traumas que esto conlleva y que generen más respeto que temor entre la ciudadanía; aunque estará por verse la reacción de los policías municipales que se dice, también ganan muy poco en relación a lo que significan sus actividades más que riesgosas, sobre todo en las actuales circunstancias de inseguridad.

Y es inevitable la pregunta: ¿por qué los policías ganan tan poco siendo de alto riesgo sus labores? ¿Por qué los regidores, diputados y hasta los consejeros electorales están muy por encima de los policías en cuanto a salarios se refiere? Está comprobado que en determinado momento un policía le sirve más a la población que cualquier regidor, diputado o consejero electoral, porque en realidad ningún beneficio para la población acarrean éstos últimos que cualquier policía; sin embargo, por ejemplo los puestos de regidores y consejeros electorales deberían ser honorarios, pero hoy son puestos muy codiciados única y exclusivamente por lo que representan en cuanto a salarios y nada más; no por afán de servir a la comunidad. Y a los diputados se ha dicho que tienen que ganar mucho para no ser víctimas de chantajes, cochupos y sobornos de todo tipo, para que no se tengan que torcer ante nada teniendo buenos sueldos y que estos los alejen de la tentación de venderse por un plato de lentejas.

Sea pues. Vale.