Tepic, Nayarit, miércoles 24 de abril de 2024

Carlos Marx visto por Federico Engels

Octavio Camelo Romero

06 de Mayo de 2018

El presente artículo corresponde a extractos de una publicación que realizó Federico Engels a mediados de junio de 1877 sobre Carlos Marx.

Carlos Marx, el hombre que dio por vez primera una base científica al socialismo, y por tanto a todo el movimiento obrero de nuestros días, nació (el 5 de mayo) en Tréveris, en 1818. De los muchos e importantes descubrimientos con que Marx ha inscrito su nombre en la historia de la ciencia, sólo dos podemos destacar aquí.

El primero es la revolución que ha llevado a cabo en toda la concepción de la historia universal. Hasta aquí, toda la concepción de la historia descansaba en el supuesto de que las últimas causas de todas las transformaciones históricas habían de buscarse en los cambios que se operan en las ideas de los hombres, y de que, de todos los cambios, los más importantes, los que regían toda la historia, eran los políticos. No se preguntaban de dónde les vienen a los hombres las ideas ni cuáles son las causas motrices de los cambios políticos. …Pues bien, Marx demostró que toda la historia de la humanidad, hasta hoy, es una historia de luchas de clases, que todas las luchas políticas, tan variadas y complejas, sólo giran en torno al Poder social y político de unas u otras clases sociales; por parte de las clases viejas, para conservar el poder, y por parte de las ascendentes clases nuevas, para conquistarlo. Ahora bien, ¿qué es lo que hace nacer y existir a estas clases? Las condiciones materiales, tangibles, en que
la sociedad de una época dada produce y cambia lo necesario para su sustento.

Situándose en este punto de vista -siempre y cuando que se conozca suficientemente la situación económica de la sociedad en cada época; conocimientos de que, ciertamente, carecen en absoluto nuestros historiadores profesionales-, se explican del modo más sencillo todos los fenómenos históricos, y asimismo se explican con la mayor sencillez los conceptos y las ideas de cada período histórico, partiendo de las condiciones económicas de vida y de las relaciones sociales y políticas de ese período, condicionadas a su vez por aquéllas. Por primera vez se erigía la historia sobre su verdadera base; el hecho palpable, pero totalmente desapercibido hasta entonces, de que el hombre necesita en primer término comer, beber, tener un techo y vestirse, y, por tanto, trabajar, antes de poder luchar por el mando, hacer política, religión, filosofía, etc.; este hecho palpable, pasaba a ocupar, por fin, el lugar histórico que por derecho le correspondía.

El segundo descubrimiento importante de Marx consiste en haber puesto definitivamente en claro la relación entre el capital y el trabajo; en otros términos, en haber demostrado cómo se opera, dentro de la sociedad actual, con el modo de producción capitalista, la explotación del obrero por el capitalista. Desde que la Economía política sentó la tesis de que el trabajo es la fuente de toda riqueza y de todo valor, era inevitable esta pregunta: ¿cómo se concilia esto con el hecho de que el obrero no perciba la suma total de valor creada por su trabajo, sino que tenga que ceder una parte de ella al capitalista?

Esta solución es la siguiente: El actual modo de producción capitalista tiene como premisa la existencia de dos clases sociales: de una parte, los capitalistas, que se hallan en posesión de los medios de producción y de sustento, y, de otra parte, los proletarios, que, excluidos de esta posesión, sólo tienen una mercancía que vender: su fuerza de trabajo, mercancía que, por tanto, no tienen más remedio que vender, para entrar en posesión de los medios de sustento más indispensables. … el valor de la fuerza de trabajo de un hombre medio durante un día, un mes, un año, se determina por la cantidad de trabajo plasmada en la cantidad de medios de vida necesarios para el sustento de esta fuerza de trabajo durante un día, un mes o un año. … el capitalista para quien trabaja nuestro obrero le paga esta suma, es decir, el valor íntegro de su fuerza de trabajo. Ahora bien; si el obrero trabaja seis horas del día para el capitalista, habrá reembolsado a éste íntegramente su desembolso. (Pero) hace que el obrero trabaje, según las circunstancias, 8, 10, 12, 14 y más horas, de tal modo que el producto de la séptima, de la octava y siguientes horas es el producto de un trabajo no retribuido, que, por el momento, se embolsa el capitalista. Por donde el obrero al servicio del capitalista no se limita a reponer el valor de su fuerza de trabajo, que se le paga, sino que, además crea una plusvalía que, por el momento, se apropia el capitalista y que luego se reparte con arreglo a determinadas leyes económicas entre toda la clase capitalista.


Comentarios

© Copyright 2009 - 2024 Nayarit Altivo. Todos los derechos reservados.
Tepic, Nayarit. México
Director General: Oscar González Bonilla
Comercio & Empresa
Precio Gasolina