Las franquicias familiares
Sergio Mejia Cano
06 de Mayo de 2018
Se ha dicho siempre con gran verdad que las comparaciones son odiosas; sin embargo, en ocasiones son necesarias para formarnos un parámetro sobre determinadas circunstancias o hechos.
Respecto a la siguiente opinión que emitiré, aclaro que siempre me he considerado apartidista en cuestión de política, ya que es algo que no me gusta ni me llama la atención; y por supuesto que no tengo candidato de mi preferencia aunque parezca que estoy a favor de alguno de ellos. Lo que pasa es que no puedo dejar de opinar sobre algo tan obvio y que nada más se le carga a un solo candidato siendo que hay otros entes políticos que podrían ser cuestionados en la misma forma en que se le critica al señor Andrés Manuel López Obrador (AMLO)
Ahora que tiene su propio partido político, mucho se le ha señalado que tiene un partido familiar en donde manotea a su antojo los recursos tanto humanos como económicos que le llegan a su flamante asociación política, en donde también se dice, sus hijos de ahí viven y se dan la gran vida. Y desde luego, se le pregunta constantemente de qué ha vivido a lo largo de su vida en los lapsos en que no ha tenido ningún cargo como cuando fue jefe de gobierno en el entonces Distrito Federal, hoy ciudad de México.
Así que sin ponerse a pensar mucho, se podría decir que AMLO no es el único que cuenta con su partido que se considera una franquicia familiar, pues he ahí al Partido Verde Ecologista de México (PVEM), partido que se dice que desde su fundación ha estado en manos de una sola familia: la del señor Jorge González Torres, franquicia familiar a la que le ha sacado mucho provecho Jorge Emilia González Martínez, el mentado “niño verde”; pero de este partido y de la familia González nadie de quienes critican a AMLO dicen nada, como tampoco dicen sobre Dante Delgado Rannauro, fundador primeramente del partido Convergencia por la Democracia y que hoy le ha cambiado el nombre por Movimiento Ciudadano (MC). Y he ahí también a la “maestra” Elba Esther Gordillo Morales que fundó su propio partido político, el Partido Alianza Nacional (PANAL), partido que obviamente se podría considerar como otra franquicia familiar sostenida con los impuestos de todos los mexicanos.
Al Partido del Trabajo (PT) se le atribuye su creación al señor Alberto Anaya Gutiérrez, pues siempre ha estado al frente del este partido político; sin embargo, desde su fundación más se le atribuía la creación de esta asociación a Raúl Salinas de Gortari, pues era un rumor constante entre buena parte de la ciudadanía que afirmaba tal cosa; pero desde luego que por lo mismo también podría estar en el estatus de franquicia familiar ya sea de uno o de otro de estos personajes.
Y ahí está el Partido Encuentro Social (PES), cuya fundación se le atañe al señor Hugo Eric Flores Cervantes, quien por ende, al igual que los demás fundadores de partidos políticos debe de aprovechar eso: ser fundador, y por lo tanto recibir las prebendas que esto otorga; así que no nada más es AMLO quien goza de las prerrogativas de ser fundador de un partido político, sino también quienes han tenido la visión de que el mejor negocio en México es fundar un partido político.
Ah, y he ahí también el Partido de la Revolución Democrática (PRD), cuyo fundador principal, entre otros, se dice fue el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, a quien le aplicaron vilmente el viejo y conocido adagio de que “De fuera llegará quien de tu casa te sacará”, y ahora se menciona en el bajo mundo de la política que ya no es el líder moral del PRD don Cuauhtémoc.
Así que cómo es que únicamente a AMLO se le satanice por tener un partido político siendo que todos los demás también cuentan con su dueño; aunque podría ser que del PAN y del PRI su dueño cambie cada sexenio.
Y otra cosa que llama la atención, todos los recientes fundadores de partidos políticos han pertenecido al PRI, ¿cosa curiosa, no? Y si bien el señor Alberto Anaya Gutiérrez del PT, pudo no haber sido militante del PRI, al menos se dice que estuvo muy ligado a grupos priistas, sobre todo a los hermanos Salinas de Gortari.
Todo es cuestión de poner atención a todos los males que se le atribuyen al candidato tabasqueño, para ver y comprobar que de todo lo que se le acusa, ya lo estamos padeciendo. Pobreza ya la hay y en gran medida, falta de empleos, y los que hay mal remunerados ya están aquí. Crímenes, inseguridad, desaparecidos, fosas clandestinas y un largo etcétera de anomalías, pues también las tenemos ya encima.
Sea pues. Vale.
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