Modernización, sinónimo de retroceso

Hace muchos años un anciano me dijo unas palabras que posteriormente confirmé en un libro de un gurú indio o hindú: “Cuando estés enfadado no te exaltes, conserva la calma, obsérvate a ti mismo. Y cuando alguien te esté ofendiendo, mira con tranquilidad a tu interlocutor y verás con admiración que todos los epítetos que te lanza son exactamente los mismos que lo caracterizan a quien te los está diciendo”.

Muchas personas toman a otras como un espejo, por lo que se reflejan a sí mismas diciendo sus propios defectos a otro ser, porque quizás no se atreven a meditar sobre su propio carácter y forma de ser, tal vez por cobardía o porque su intelecto no da para tanto, no son capaces de meditar sobre sí mismos y por lo tanto, le echan la culpa a los demás de todos sus males.

Por ejemplo, hoy con el caldero hirviendo debido a la contienda electoral, hay un candidato al que le están cargando la mano y lo culpan de todos los males habidos y por haber, señalándolo de que en caso de alcanzar el triunfo para la Presidencia de la República llegará la pobreza, nos convertiremos en otra Venezuela, que sus propuestas son retrógradas, populistas y que está comprobado que han fracasado ese tipo de propuestas que en sí, hablan más de buscar el bienestar de los sectores más despreciados en el país. Desde luego que todo esto de los ataques da risa, porque llorar ya no podernos la mayoría de la población debido a la situación tan crítica por la que está pasando nuestro ya de por sí depauperado país.

Sin embargo, lo que están haciendo los demás candidatos en contra de uno de los cinco, es estar mirándose en un espejo porque precisamente son ellos los que han llevado al país al pasado y no el candidato que atacan, porque él no ha tenido el poder para generar la situación de nuestra Nación que hoy en día está ya prácticamente de nuevo en la era porfiriana.

¿En dónde han quedado las conquistas laborales, las jubilaciones, la facilidad para adquirir una pensión llegando a la edad de cesantía; los trabajos fijos y de planta para siempre? ¿Qué no acaso estamos de nueva cuenta como antes de 1937, año de la nacionalización de los ferrocarriles? ¿Y en cuestión energética como antes de 1938 año de la expropiación petrolera, y de 1960 año en que se nacionalizó la energía eléctrica? ¿Y como antes de 1982, año en que se nacionalizó la Banca Mexicana, que si bien antes estuvo en manos privadas pero mexicanas en su mayoría, hoy está en manos extranjeras nuevamente?

Cuando se oye a cualquiera de los candidatos decir que uno de ellos se opone a la “modernización y avance el país”, es obvio que muchos nos pongamos a pensar en esa modernización y avance que a todas luces es un claro retroceso para los mexicanos; porque cuando hablan de modernización desde luego se entiende que es volver al pasado; claro que se moderniza el país en cuestión de maquinaria y aparatos electrónicos de acuerdo al avance tecnológico, pero en cuestión de salarios y condiciones contractuales laborales, es un vil retroceso y ataque a las garantías individuales y desde luego, a los derechos humanos.

Señalan algunos candidatos que uno de ellos podría ahuyentar las inversiones en caso de ganar la Presidencia del país; sin embargo, no señalan qué tipo de inversiones, porque si son como las que han llegado recibiendo prebendas de no pagar impuestos y esperando que hasta les regalen el terreno en donde fincarán sus industrias, pues como que no va ese tipo de inversiones que después se convierten en capitales golondrinos y que prácticamente desde el primer momento se llevan la mayor parte de sus ganancias a sus países de origen.

Y en cuanto a generar empleos, pues sí que está en duda lo que afirma el gobierno federal actual, debido a que los salarios que ofrecen los inversionistas extranjeros son muy bajos, y en caso de rebasar el mínimo, es en condiciones fuera de la Ley Federal del Trabajo. He ahí las minas de nuestro país en que la mayoría están en manos canadienses y otros países o hasta con prestanombres para decir que pertenecen a mexicanos encumbrados. Y a estas mineras extranjeras el gobierno mexicano les permite que paguen bajos sueldos y que los trabajadores laboren en condiciones infrahumanas prácticamente, sin las condiciones de higiene y salud adecuadas. Y sin pagar impuestos, ya lo dijo abiertamente y a los cuatro vientos Enrique Peña Nieto que a los inversionistas se les dispensa el pago de impuestos porque vienen a generar empleo. Mira tú que suave.

Sea pues. Vale.