Vienen las distracciones

Si bien se dice que existe división de Poderes en nuestro país, ahora el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) Jorge Pardo presentó un proyecto con miras a legalizar la marihuana después de un minucioso examen de cinco artículos de la Ley General de Salud (notisistema.com), lo que en estos tiempos electorales bien se podría confundir como una cortina de humo para distraer la atención sobre los carpetazos a las quejas y denuncias sobre el desvío de recursos de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), cuando estuvo en manos de Rosario Robles Berlanga y desde luego de la llamada “estafa maestra” y otras tantas anomalías de la actual administración Federal.

Obviamente que precisamente por la campaña electoral vendrán otras informaciones a cual más de difamatorias o distractoras en sí aparentemente para bajar la tensión entre ciertos sectores de la población, incluso ataques desmesurados entre los candidatos y sus propios partidos políticos; y es posible que hasta versiones chuscas como por ejemplo que Andrés Manuel López Obrador come niños crudos, que Ricardo Anaya Cortés regentea un congal gay-travesti y que José Antonio Meade Kuribreña no padece vitíligo, sino que es maquillaje porque en realidad es afroamericano, es decir, de color serio.

Pero de que vendrán noticias desde chuscas como alarmantes, es muy posible que se den notas de todo tipo para que se diluyan al máximo las informaciones más importantes, aunque tampoco las demás dejen de serlo en determinado caso; sin embargo, ya todo lo que se ha dicho hasta el momento ya no se olvida en la mente del electorado, porque si a lo que le apuesta la actual administración es al olvido colectivo de todos los fraudes, desvíos de recursos y la impunidad, ya es prácticamente improbable, pues ahora son las dichosas redes sociales las que se están encargando de recordar constantemente todo y de todo.

En la entrega anterior decía que todo indica que el PRI está haciendo todo lo posible para no ganar, y parece ser así porque a mucha gente no le ha caído nada en gracia el carpetazo al asunto de la señora Robles Berlanga que, bien pudiera ser, porque se ha documentado que el candidato del PRI está involucrado en cierta forma porque él precedió a doña Rosario Robles en la SEDESOL y por lo mismo podría salir embarrado, así que mejor cortar por lo sano y de ahí que se cierre el asunto así haya, de acuerdo a la información en varios medios de circulación nacional, 60 quejas respecto al desvío de recursos mediante operaciones con empresas fantasmas. Y desde luego también está el caso del exgobernador de Chihuahua César Duarte al que la Procuraduría General  de la Nación (PGR) exoneró de los cargos que se le imputan, y si bien se dijo por parte de la misma PGR que es de una acusación anterior de la que se le exoneró, de todos modos sigue abierta la investigación por hechos más recientes; pero el palo ya está dado y es posible que ahí muera todo y tan, tan, todo mundo tranquilo; viva la impunidad.

Sin embargo, volviendo con el ministro Jorge Pardo, tal vez no esté orinando fuera de la olla al decir que “la prohibición absoluta es excesiva y viola el derecho humano al libre desarrollo de la personalidad”; el problema es ¿por qué en estos tiempos electorales es cuando se da cuenta el ministro de todo esto que ya ha estado dicho y documentado con mucha anterioridad? Ya se han llevado a cabo debates sobre la legalización de la mota hasta en ambas Cámaras y no se llegó a nada sino hasta ahora es que de nueva cuenta se volverá a discutir el proyecto en la Primera Sala de la Corte, el próximo 11 de abril. Así que si se trata de la legalización, esta se pudo haber dado desde el primer día en que se propuso que fuera libre su consumo tanto medicinal como curativo porque ya está comprobado que tiene infinidad de cualidades y no es tan adictiva como el cigarrillo y el alcohol.

Según Eduardo del Río (Rius), en su libro Marihuana, cocaína y otros viajes, de Editorial Grijalbo, en su página 86 dice entre otras cosas que hay tres especies de cannabis, la sativa, la índica y la ruderalis, y que ninguna de las tres causa adicción, pero la potente sería la índica. “Su prohibición es una de las grandes idioteces de nuestra sociedad, pero como su ‘combate’ se ha convertido en un estupendo negocio para autoridades civiles y militares, sigue prohibida y penalizado su consumo y tráfico”. Y aunque este libro se editó en el año 2000, según Rius esto lo escribió en 1968.

Sea pues. Vale.