Don Lázaro pasó a la historia
Sergio Mejía Cano
20 de Marzo de 2018
Bueno, pues al parecer este 18 de marzo pasó sin pena ni gloria respecto a la conmemoración sobre la expropiación petrolera lograda por el entonces presidente el Tata don Lázaro Cárdenas del Río. Lejos quedaron aquellos días en que el presidente en turno posterior a esta gesta daba discursos nacionalistas después de colocar ofrendas florales tanto al monumento a la Revolución como a la estatua de don Lázaro y otras actividades afines.
Tal y como van las cosas, y en caso de seguir en este tenor, tal vez algún día llegue a desaparecer de las calles y avenidas, así como colonias y salones de eventos el nombre de Lázaro Cárdenas, porque al parecer su expropiación no fue lo más adecuado, de acuerdo a las acciones tomadas desde Miguel de la Madrid Hurtado hasta el actual presidente Enrique Peña Nieto.
Si bien hay personas que señalan que el petróleo jamás fue nuestro, de la Nación, porque hicieron de él lo que quisieron todos los gobernantes hasta llegar al grado de entregarlo nuevamente a la inversión privada tanto nacional como extranjera, dejando las cosas igual o peor de cómo estaban hasta antes de aquél día 18 de marzo de 1938, acontecimiento que se dio precisamente por lo caciquil que se comportaban con sus trabajadores los dueños extranjeros de las compañías petroleras de aquel entonces; ahora de igual manera ya tienen la mesa servida esas compañías que están llegando de fuera para con más facilidad ofrecer sueldos míseros y las mínimas garantías individuales a la clase trabajadora, ya que de acuerdo a la reforma laboral ahora tiene más poder el patrón que el trabajador, así que si los trabajadores se reúnen para protestar por bajos salarios, jornadas laborales inhumanas y falta de prestaciones sociales, he ahí la Ley de Seguridad Interior y la aprobación para esculcar personas y vehículos sin necesidad de orden judicial de por medio, obviando el artículo 16 constitucional.
Así que se entiende que poco a poco nuestros gobernantes fueron preparando el tapete para que llegaran los inversionistas a despacharse con la cuchara grande el petróleo dejando algunas migajas a los inversionistas mexicanos que, curiosamente, algunos de ellos han sido funcionarios gubernamentales y dirigentes de Petróleos Mexicanos (Pemex), así como allegados a estos exfuncionarios.
¿En verdad lo hecho por don Lázaro Cárdenas estuvo mal hecho y por eso los últimos seis Presidentes de la República Mexicana, diseñaron el desmantelamiento de lo que significó la expropiación petrolera?
Se han escuchado voces detractoras de esta expropiación aduciendo que no fue la gran cosa lo logrado por el Tata Cárdenas del Río, sino que lo que lo favoreció fue que los USA estaban entretenidos con la guerra que se estaba gestando en Europa, y que de no haber estado los gringos ocupados con dicha guerra, don Lázaro Cárdenas no hubiera hecho lo que hizo con las petroleras extranjeras explotadoras de la mano de obra mexicana. Claro que pudo haber sido así; sin embargo, esto se podría considerar como lo heroico más sobresaliente de don Lázaro, pues supo aprovechar la entretención de los USA con Europa para llevar a cabo la expropiación a sabiendas quizás de que por el momento no podrían actuar severamente contra un presidente mexicano, esperando que al fin de la guerra arreglarían las cuentas pendientes con su irrespetuoso presidente del sur de su frontera. Pero el problema es que la guerra se extendió hasta 1945, por lo que ya a don Lázaro no le pudieron reclamar, pero sí a sus sucesores que paulatinamente fueron cediendo en las peticiones gringas y ahora hasta inglesas, algo que al parecer Enrique Peña Nieto ya compuso al ir a decirles personalmente a los ingleses que ahí está de nuevo el petróleo mexicano a su disposición. Hecho que inclina a suponer que hasta ha de haber pedido una disculpa a los británicos por lo mal que se había portado con ellos don Lázaro Cárdenas quien jamás entendió que los mexicanos estaban a su disposición como mano de obra casi gratuita.
Y ahora las condiciones están dadas para que vuelvan los extranjeros a saquear el subsuelo mexicano y de los fondos de las aguas territoriales y a explotar la mano de obra mexicana que si bien ya no será tanta, aun así ahí está, vengan a saquearnos nuevamente.
La cantaleta del gobierno actual es que los inversionistas extranjeros generarán miles de empleos y pagarán mejores salarios; pero el problema es que se ha documentado que en Pemex ya han despedido a miles de trabajadores.
Sea pues. Vale.
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