Mientras más candidatos, peor para el país

Allá a mediados de los años 60 del siglo pasado, una maestra de secundaria nos trató de ilustrar a sus alumnos sobre la fuerza del agua al caer en forma de lluvia. Con un balde lleno de agua lo vertió sobre una jardinera diciéndonos que viéramos cómo caía con fuerza el agua como una tromba, pero que si vaciáramos el agua desde el techo del aula, el agua ya no caería con la misma fuerza, sería como una tormenta fuerte, y si hiciéramos lo mismo desde la altura de un edificio de cinco pisos o más, el agua se desparramaría de tal modo en el aire que caería en forma de llovizna o brisa, totalmente sin fuerza alguna.

El Instituto Nacional Electoral (INE), ha dicho que los que pretenden a ser candidatos independientes a la Presidencia de la República, ya han entregado su listado de firmas correspondientes para poder lograr dicha candidatura independiente, pero que será hasta el próximo día 29 del presente mes de marzo en que se confirmará si no hay firmas duplicadas o inválidas por diversas causas, por lo que aún no pueden cantar victoria los aspirantes.

Casi desde un principio en que estos aspirantes independientes comenzaron a recolectar las más de 800 mil firmas requeridas, se comenzó a rumorar que más de uno de ellos podría haber hecho chanchullo con firmas falsificadas o que de alguna forma no fueran viables por pertenecer a un padrón diferente o tal vez hasta de difuntos o de credenciales del INE falsas o clonadas y un largo etcétera de irregularidades.

Obviamente lo malo no sería tanto esto de la falsificación o duplicidad de firmas, sino la calidad moral del aspirante que se preste a ello, porque si para la recolección de firmas recurrió a falsedades, pues nada bueno se podría esperar de esa perdona en caso de que se alzara con el triunfo, ya que su prestigio y legalidad quedarían en entredicho.

Pero como sea, lo más probable es que les reconozcan esas firmas “hayga sido como hayga sido, debido a que mientras más candidatos haya más se diluirá el voto popular. Así que para el sistema imperante, conviene más el divide y vencerás, de ahí que se les reconozca la candidatura independiente para diluir más y más el voto. Lo malo es que quien triunfe, llegará a La Grande con muy poco apoyo popular por lo que tendrá que recurrir a hacer algo muy llamativo para poder legitimarse; caso contrario si se llegara a cargar una mayoría de votantes por un solo candidato, porque entonces sí, otro gallo cantaría.

Pero lo más probable es que se les reconozcan las firmas y por ende su candidatura a los independientes no precisamente para hacer más interesante la contienda electoral, sino como quedó dicho, para dividir el voto entre posibles ocho o más candidatos, así no hayan reunido las firmas legalmente.

Lo más sensato para los independientes, es que mantengan buena armonía con su equipo que coadyuvó a la recolección de firmas, porque en caso de que haya alguna desavenencia, y si hubo alguna anomalía o anormalidad en dicha recolección o si llegara a haber broncas entre este equipo y el posible candidato, bien podría salir al descubierto todo a lo que tuvieron que recurrir para recolectar las dichosas firmas, así que lo que más debe de cuidar los posibles candidatos independientes, es la armonía y la mejor relación entre su equipo de colaboradores porque si no, correrían el riesgo de que comenzaran a cantar debido a un posible resentimiento.

Y esto viene a colación debido a que se ha documentado que la señora Margarita Zavala Gómez del Campo, esposa del expresidente Felipe Calderón Hinojosa, habría despedido a la mayor parte de quienes le ayudaron a la recolección de firmas para conseguir su candidatura independiente, hecho que se dice, generó mucho dolor, decepción y enojo entre los despedidos; pero para consolarlos, según los medios que publicaron esta nota, señalan que la señora Zavala para conformarlos les dijo que podían seguir a su lado pero como voluntarios y sin salario de por medio, es decir de a gratis, cosa que causó más indignación entre los despedidos que se habían forjado ilusiones de acompañar a la señora hasta el final.

Para alguien, este gesto de la señora podría no significar nada, pero para los que ahora se quedaron chiflando en la loma es más que frustrante haber recibido este vil trato sin miramientos de ninguna especie. Esto da una clara muestra de la insensibilidad de la señora Zavala de Calderón, que posiblemente esté acostumbrada a utilizar a la gente como pañuelos desechables.

Sea pues. Vale.