Repudia la polémica; no se subirá al ring

Es contundente Pedro Antonio Enríquez Soto al rechazar entrar en controversia con el representante del Poder Ejecutivo de Nayarit. Sostiene que la suya como titular del Poder Judicial no es posición de semejanza con partido político alguno, por tanto no se subirá al ring.

La versión surge cuando se le cuestiona sobre posible animadversión del Ejecutivo al Judicial derivada de los señalamientos del gobernador Antonio Echevarría García que apuntan hacia el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) como entidad donde se atoran los procedimientos contra funcionarios de la anterior administración estatal bajo la sospecha de corrupción.

Pero además se le hace ver al magistrado-presidente del TSJ que el mandatario estatal ha manifestado su deseo que los magistrados estén a la altura de las circunstancias. Ha permeado también entre la comunidad nayarita la idea de un posible pacto de impunidad que favorece a los implicados en corrupción del gobierno que encabezó Roberto Sandoval Castañeda.

-¿No es buena la relación entre estos poderes?

-Hay relación de comunicación muy directa y fluida del Poder Judicial hacia el Ejecutivo y el Legislativo. Las exhortativas (del gobernador Echevarría) me parece están en el plano de respeto y colaboración institucional. Deseo decir que las decisiones que toman magistrados y jueces están siempre ajustadas a Derecho. Las decisiones de éstos que se asumen en todos los casos no son definitivas, siempre están sujetas a revisión local y federal. Los exordios del gobernador son normales, pero además legítimos, no sólo al Poder Judicial sino a cualquier otra instancia.

-Existe versión desde la oficialidad que magistrados fueron designados por razones políticas y por consecuencia existe pacto de impunidad.

-De entrada no puedo emitir una opinión en relación a supuestos. Debo decir que los magistrados no los designa un gobernador, sino el Congreso donde están representadas diversas fuerzas políticas democráticas, pero el gobernador tiene derecho de propuesta. Reitero: las decisiones que dictamos están sujetas al escrutinio de las partes, de las revisiones permanentes que hacen los tribunales federales, donde se decide finalmente si las determinaciones nuestras son correctas o no, en ese sentido cualquier elemento sale de contexto. Rechazo aseveración en contrario, porque no hay manera jurídica de hacerlo.

-En la actualidad de nuevo fuerte son las voces que piden la destitución de magistrados.

-La función de magistrados y jueces está protegida por principios constitucionales. Uno de los elementos principales de esta función es la independencia judicial, y dentro de esas reglas se encuentra la garantía de permanencia en el cargo, es decir, por el tiempo para el que fue nombrado. Eso no implica que no puedan ser destituidos ¿cómo? la propia Constitución lo establece el procedimiento para llegar a ese fin, pero no puede ser por una causa que no sea prevista constitucionalmente.

-De nueva cuenta remarán contracorriente por la insuficiencia del presupuesto aprobado para este año.

-Ejercemos un presupuesto con aumento de dos millones de pesos en relación al 2017. Esto nos presenta retos y dificultades para cumplir con compromisos del Poder Judicial, no sólo laborales sino de operación. Las dificultades económicas son generalizadas en el gobierno del Estado (se pide al lector que escuche el video que en esta misma página le presentamos, donde se amplia sobre el tema).

-¿Hubo regateo por parte del Ejecutivo para aprobar el presupuesto?

-El Consejo de la Judicatura aprobó la propuesta de 520 millones de pesos. La Constitución dice que esto se presenta al Ejecutivo y el Ejecutivo íntegramente envía la propuesta al Congreso, o sea, no le puede hacer modificaciones. El Congreso aprobó 427 millones de pesos, en el 2017 ejercimos 425, por tanto el aumento real equivale solo a dos millones de pesos. No se trata de un asunto de que no se nos haya querido dar, entiendo que este es un ejercicio de planeación financiera estatal. No necesariamente es falta de voluntad, sino no lo que existe es falta de recursos económicos.

-¿Mermará la calidad y cantidad en la aplicación de justicia?

-La falta de capacidad económica puede tener un impacto en productividad, pero hacemos el esfuerzo para que ello no ocurra. Al final las cosas las tenemos que hacer en tiempo y bien. Por ejemplo, tenemos un sistema de notificaciones. Se trata de ir a notificar las órdenes, acuerdos y sentencias que dictan los jueces a las partes sujetas a un juicio. Es muy costoso porque necesita enorme personal para operar. Al año nosotros recibimos más de 40 mil nuevos asuntos, y en cada asunto al menos hay dos partes implicadas. Notificar todos los días provoca enorme gasto presupuestal. El desahogo de un proceso tiene un costo al Estado. Buscamos que el impacto sea el menor, que no haya merma ni en la calidad ni en la productividad.

En espera el reportero de ser recibido por el magistrado-presidente del Tribunal Superior de Justicia, empezaron a salir por tandas magistrados de la sala de juntas contigua a la oficina central del licenciado Pedro Antonio Henríquez Soto. Fue entonces que a la mente se vino la idea de preguntarle si es difícil pastorear a 16 magistrados.

-El Tribunal Superior de Justicia es uno de los órganos del Poder Judicial que se integra por 17 magistrados, mujeres y hombres con amplia trayectoria en la vida jurisdiccional, política, académica, social y profesional, es gente competente. Coordinar los trabajos representa un esfuerzo de mucho diálogo, de mucho respeto principalmente. Mientras no se rompan estos principios, el ejercicio no resulta complicado. Darle curso a los desacuerdos que es natural su existencia en órganos integrados por varias personas, donde los puntos de vista, opiniones, no necesariamente son en el mismo sentido. Hay una gran virtud: todas las decisiones se razonan, se argumentan, se persuade y a veces puedo no tener razón y acepto que el argumento de compañera o compañero es mejor al que yo sostengo, entonces tengo que adherirme a ellos. Creo que esta es una de la gran fortaleza de este tipo de órganos.