Actos inconstitucionales

Esta tarde del miércoles 14 (día del amor y la amistad), alrededor de las 17:45 horas, el portal de internet de “El Sol de Nayarit” comenzó a trasmitir un video en vivo sobre una persona aparentemente lesionada a balazos. En dicho video se observa que el reportero de este medio noticioso va encaminándose hacia la escena del hecho de sangre, cuando de pronto se mira a un elemento policíaco que se dirige hacia quien está grabando y al parecer le arrebata su dispositivo con el que está informando el reportero.

Fuera de cámara se oye protestar al reportero del porqué le están impidiendo hacer sus labores, y se oye una voz inaudible que después se hace más evidente cuando se oye “sí, sí”, para posteriormente decir la misma voz: “ábrete a la (miembro viril) y en el fondo se vuelve a oír la misma expresión pero en plural: “ábranse a la…”; y así, después se desvirtúa la imagen y se detiene.

Si en verdad hay justicia en este estado, de inmediato se debe de detener a este o estos elementos policíacos por haber violado la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, flagrantemente, sobre todo en sus artículos 5°, 6°, 7°, 14° y 16°, así por lo pronto y a simple vista; y aparte, acusarlo de abuso de autoridad y prepotencia y malos tratos hacia un ciudadano que ejercía únicamente sus labores lícitas y, en caso de que le haya quitado su dispositivo trasmisor, también entra el intento de robo.

¿Qué no acaso las corporaciones policíacas están para proteger a la población y no para agredirla? ¿Por qué esta actitud tan prepotente y fuera de orden a todas luces? Lo extraño del caso, es que en la escena del hecho de sangre se miran a posibles jefes policíacos que no le paran el alto a su elemento cuando agrede al reportero, ¿por qué? Si están ahí presentes jerarcas y mandos policíacos superiores en grado al policía agresor, ¿por qué se lo impidieron?

¿De qué se trata al impedir que los medios de comunicación ejerzan sus labores periodísticas? La prensa es la extensión de ojos, oídos y boca de la ciudadanía, por lo que de acuerdo a los analistas sobre la libertad de expresión, un ataque a la prensa es un ataque a toda la sociedad en su conjunto, a su derecho a la información, pues al impedirle a la prensa ejercer sus labores se coarta la libertad consagrada en la Carta Magna sobre la información, expresión y opinión.

Es necesario que se aclare de una vez por todas si se va a seguir coartando este derecho a la población o no; pero también es necesario capacitar a los elementos policíacos haciéndoles ver que todo tiene un límite en cuanto al trato a la ciudadanía, que su uniforme no les da derecho a abusar de su autoridad sobre la población a la que deben de proteger en todo momento y no agredirla en forma alguna; y además, decirles que apliquen la máxima de que si algo no está prohibido (de momento), entonces está permitido. Esto respecto a que gracias a la nueva tecnología en comunicación, la mayoría de los ciudadanos portan un teléfono móvil con cámara fotográfica y de video y por lo mismo, en cualquier momento en que vean algo anormal de inmediato ponen a funcionar su celular para captar imágenes que se les hagan fuera de lo normal, máxime si se trata de un hecho delictivo, pues con más ganas se ponen a filmar o fotografiar. Así que es necesario hacerles ver a los cuerpos policíacos cómo deben de actuar ante ciudadanos que portan un teléfono móvil o una cámara tanto de video como fotográfica y que la estén utilizando cerca de ellos pero sin estorbarles.

Esta agresión que sufrió el reportero de El Sol de Nayarit debe de ser tomada muy en cuenta al más alto nivel de nuestros gobernantes y abocarse al asunto los tres Poderes para determinar lo que a continuación proceda.

El Poder Legislativo bien podría pronunciarse al respecto de inmediato y lanzar una iniciativa que se convierta en ley y determinar cómo deben de actuar tanto la población como reporteros y desde luego los cuerpos policíacos cuando se estén utilizando estos aparatos de filmación y fotografía. El Poder Ejecutivo debe de revisar a sus mandos policíacos cómo es que permiten estas acciones de sus elementos; y el Poder Judicial estar al pendiente de que no haya pronunciamientos y conductas inconstitucionales que podrían seguir sufriendo diversos sectores de la población.

Ningún reportero ni  medios de comunicación están exentos de sufrir una agresión como la que sufrió El Sol de Nayarit, por lo que deben de poner sus barbas a remojar para no ser víctimas.

Sea pues. Vale.