Crisis existenciales
Sergio Mejía Cano
22 de Enero de 2018
No hay día en que no aparezcan notas rojas en la mayor parte del país, si no es que en toda la nación, sobre ajusticiados, levantados, desaparecidos, encajuelados, colgados, mantas con letreros y un largo etcétera de ilícitos que se le achacan al narcotráfico.
Se tiene entendido, de acuerdo a películas y la historia misma, que la llamada ley seca que se impuso a principio del siglo XX dio pie para que florecieran las grandes mafias en los Estados Unidos de Norteamérica, comandadas principalmente por italianos, aunque se ha documentado que también hubo pandillas de irlandés y hasta judíos y de otras nacionalidades; pero principalmente dirigidas por sicilianos. Grupos criminales que crecieron y se enriquecieron precisamente gracias a la prohibición de la venta de licor de todo tipo, por lo que se generó el mercado negro de licores que dio enormes ganancias económicas y de poder a los integrantes de esos grupos que se dedicaban a contrabandear alcohol en todas sus modalidades, gracias a que precisamente la prohibición fue la que disparó los precios del licor por las nubes.
Y es lo que pasa hoy en día con la prohibición de las drogas, ya que esto ha permitido que se hayan creado infinidad de grupos encargados de su venta y distribución dejando claro que será un problema muy difícil de erradicar, pues está comprobado que muchos humanos recurren a las drogas ya sea supuestamente teniendo motivos o sin ellos; pero según los analistas, afirman que la mente humana necesita de un escape para no explotar todavía más debido al estrés que genera la vida misma debido a las crisis existenciales de cada quien, y que incluso la gente adinerada y que aparentemente es más feliz y que pareciera que no tiene o tendría por qué tener problemas, también requieren de un escape emocional, aunque esta clase de gente obviamente por su poder adquisitivo pude recurrir a drogas finas, sin alterar o adulterar y por lo mismo, sin importar su precio por más exorbitante que este sea. No así el ciudadano común o de a pie, quien difícilmente puede costear los gastos familiares, pero que por desgracia está atrapado en el mundo de la drogadicción y que puede llegar el momento en que la familia ya no le importa más que su propio vicio.
Así que hay quienes piensan que para bajar el índice de criminalidad en el país por motivo de las drogas, estaría bien ir viendo la posibilidad de que le legalicen tanto el consumo como la distribución de las drogas, algo parecido a como se dio con los licores embriagantes.
Se ha dicho con gran certeza que la Naturaleza jamás se equivoca, entonces ¿por qué produce frutos, plantas, matas y tubérculos que se pueden utilizar en el relajamiento mental de la humanidad y otras especies? ¿Es por esto acaso, culpable de algún delito la Naturaleza igual que quienes producen y generan todo tipo de droga artificial?
Se ha dicho hasta la saciedad que la mariguana es peligrosa porque es la puerta para recurrir a otras drogas más fuertes. ¿Se ha sabido de alguien perteneciente a alguna etnia que usa el peyote cotidianamente, que después del peyote ande buscando alguna otra droga diferente? ¿Y qué acaso cualquier licor embriagante no podría llegar a ser la puerta también para que sus consumidores quieran en determinado momento otros licores más fuertes y que peguen y embrutezcan más y más? Todo está en el mismo ser humano, porque he ahí los depósitos de vinos y licores y de cerveza, están para el que quiera –siendo adultos, claro está-, y sin embargo, ¿todo el mundo anda embriagado o buscando licores más fuertes? Entonces, la mayoría de las personas que gusten de la mariguana, no por necesidad podrían buscar después otras alternativas de drogadicción; es cada quien de acuerdo a su fuerza mental, porque la gente que es débil de mente, así sea tomando puro refresco, algún día querrá sentir algo más fuerte, pues al parecer ya está dentro de la naturaleza humana sentir otra clase de emociones en algún momento. La gente se convierte en alcohólica o drogadicta por sí misma y no obligada por alguien más.
Hoy en día existen miles de personas presas por delitos contra la salud; sin embargo, quienes están detrás de un mostrador de una tienda de licores embriagantes podrían ser acusados de lo mismo, ¿y es así? Y queda claro que contra la salud, atentan muchas compañías de comida industrializada y probablemente hasta farmacéuticas, porque si no hay enfermos no hay negocio. Y ahora que se dice que todo hace daño, pues hay muchos delitos contra la salud.
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