Prospectiva a la sucesión presidencial
Francisco Cruz Angulo
21 de Noviembre de 2017
Durante las etapas de un proceso electoral son determinantes las coyunturas políticas-sociales pues estas impactan positiva o negativamente en los candidatos y en los partidos que los postulan.
Los terremotos del 7 y del 19 de septiembre que sacudieron a varios estados, entre otros, la capital de la república marcaron un antes y un después, es decir, una revaloración de la actual clase política gobernante y del resto de los partidos políticos.
Varias encuestas publicadas en tres importantes Diarios de la Ciudad de México la semana pasada reflejaron el ánimo de millones de probables electores que acudirán a las urnas en el 2018 para elegir al próximo presidente de México.
Todas coinciden que de consolidarse el frente ciudadano de México será una competencia entre tres coaliciones, esto es, PAN-PRD-Movimiento Ciudadano; MORENA-PT y alianza PRI-PVEM y Partido Nueva Alianza. Como partidos la distancia entre uno y otro es de un rango de 2 a 4 puntos. Colocando nombres a los probables candidatos Manuel López Obrador continúa a la cabeza de las preferencias electorales sea quien sea su probable adversario; no obstante la disputa por la presidencia será muy competitiva. Será hasta cuando los candidatos estén en campañas cuando se irá polarizando cuál de los tres candidatos atraerá a un mayor número de ciudadanos indecisos, sobre todo el voto de los jóvenes.
La última encuesta de El Universal revela datos interesantes, a saber: de no haber frente ciudadano y el candidato fuera Ricardo Anaya, el actual líder nacional del blanquiazul se irá hasta el tercer lugar; el PRI llevando como candidato al actual secretario de Hacienda José Antonio Meade ocuparía el segundo lugar y MORENA con López Obrador el primer lugar.
En cambio si el frente ciudadano lo encabeza el actual Jefe de Gobierno de la Ciudad de México Miguel Ángel Mancera bajaría al PRI-PVEM hasta el tercer lugar.
Por lo tanto el gran perdedor hasta hoy es el líder nacional del PAN en sus aspiraciones presidenciales y el PRI al que se le consideraba sin probabilidades de ganar después de los terremotos está compitiendo a tercios.
Es indudable que el reposicionamiento del PRI se explica por la activa participación del presidente Enrique Peña Nieto durante y después de los sismos, sobre todo la implementación inmediata de los programas de reconstrucción. En los mismos términos creció la buena imagen de Miguel Ángel Mancera.
Otro dato que arrojó la susodicha encuesta es para ponérsenos los pelos de punta, veamos:
De mantenerse las actuales tendencias electorales -las que no rebasan el 25% del padrón total de electores- y candidatos independientes a la presidencia de la república que no tienen ninguna posibilidad de ganar estaríamos eligiendo a un presidente de minoría, por lo tanto legal, pero sin legitimidad ciudadana.
Ante este probable escenario los próximos candidatos presidenciales están obligados a realizar una intensa campaña de propuestas claras y objetivas que atiendan a las graves y urgentes demandas de la mayoría de la población de tal manera que motive a los ciudadanos a emitir su voto el 01 de julio del 2018.
De empeñarse los candidatos presidenciales por el discurso mentiroso, la descalificación al adversario por medio de campañas de lodo y a la utilización de las instituciones como rehenes de sus intereses provocarían una crisis de estado inédita. Allí se estará encubando el huevo de la serpiente, esto es, la inestabilidad social.
En esta perspectiva este fin de semana los consejos políticos nacionales del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano aprobaron por mayoría competir coaligados en el frente ciudadano democrático. Luego en la sede del Instituto Nacional Electoral (INE) sus dirigentes nacionales Ricardo Anaya, Alejandra Barrales y Dante Delgado suscribieron la integración del susodicho frente cuyos objetivos programáticos y convenio de coalición serán entregados antes del 15 de diciembre.
El momento crucial en la consecución de esa coalición será el método que se implementará para elegir o designar al candidato presidencial y el resto de los candidatos de elección popular.
En los resolutivos de los consejos políticos del PRD y Movimiento Ciudadano se mandató para que la elección del candidato presidencial sea abierta a la ciudadanía, en tanto que en el blanquiazul se llamó a que se busque el mejor método que asegure la cohesión del frente. He aquí el dilema que enfrentarán esos tres partidos coaligados si es que aspiran a constituirse en un novedoso proyecto alternativo de Nación…
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