Falta de respeto
Oscar González Bonilla
10 de Octubre de 2017
Por primera vez asistí a conferencia de prensa de Javier Castellón, presidente del Ayuntamiento de Tepic, motivado por la invitación que me hiciera Luz María Narváez, titular de la Dirección de Comunicación Social municipal.
Puntual llegué a la cita: 11:30 horas. La sala Presidentes del edificio sede del ayuntamiento harto de reporteros, sin faltar la clásica batería de cámaras de video. En la larga mesa servidos pequeños platos con galletas que algunos comunicadores engullían con gusto.
Recordé la anécdota que uno de los participantes en ella me comentó, y que en la espera del alcalde de Tepic platiqué a compañeros de oficio: Hace años, en sesiones de cabildo de mayoría priista del Ayuntamiento de Xalisco un regidor panista a cada paso hacía valer su condición de opositor, con razón o sin ella en sus exposiciones buscaba el protagonismo. Como ya los tenía cansados, buscaron la forma de callarlo. Como el gordo regidor panista era muy glotón, en cada sesión le acercaban gran cantidad de galletas, lo mantenían entretenido en comer, por tanto los priistas lograron su objetivo.
La espera se alargó. Los periodistas comenzaron a impacientarse y a silbidos y aplausos exigían la presencia de Castellón. Yo todo el tiempo permanecí de pie, detrás del sillón donde se sentaría el alcalde de Tepic. Hasta ese sitio llegó la responsable de la comunicación social del ayuntamiento. Sorprendida me preguntó que si conocía a todos los reporteros. Le dije que no. Son muchos, expresó la mujer. Y faltan muchísimos más, somos como 500, le contesté, al exagerar la nota. Fuéramos menos si nos pidieran como requisito para ejercer título de carrera profesional de comunicación y medios. Hay muchos abogados y menos de otras profesiones metidos al periodismo, dijo ella.
Se retiró. Luego entonces cerca de mí estuvo la maestra Gabriela Pacheco, quien de lleno me espetó: ¿usted también recibirá nombramiento? No, le dije desconcertado por la pregunta. Me une amistad con ella por ser la esposa de mi director de Teatro, Octavio Campa Hernández. Enseguida me llegó el olor de un guiso. Pensé que en cuarto adyacente a la sala Presidentes lo preparaban.
Nueva tanda de silbidos para pedir el comienzo de la conferencia de prensa. Para calmar los ánimos empezó la distribución entre reporteros de fruta como plátanos de buen tamaño, manzanas y otras. Consumían con agrado. La algarabía era a buen tono, cuando mucho antes todos permanecían en absoluto silencio.
Otra vez los silbidos. Pero ninguno fuimos capaz de emprender la retirada. De inconformes abandonar el recinto en rechazo por la impuntualidad. Enseguida, como de rayo, personal llegó con buena dotación de cocacolas en lata y café en vaso-termo, seguro comprados en Oxxo. De nuevo la calma, la mayoría de reporteros sentaditos, quietos en sus asientos.
Había transcurrido poquito más de una hora de espera cuando arribó el presidente municipal de Tepic, Javier Castellón. Hasta sus lugares fue a saludar uno por uno a los reporteros, en ese preciso instante personal distribuyó algunos bocadillos que no supe su nombre, pero que olían rico. En disculpa por la tardanza argumentó venir de una reunión sindical.
El tema central de la conferencia de prensa fue informar sobre once nuevos nombramientos de funcionarios para diferentes dependencias del Ayuntamiento de Tepic. No esperé la toma de protesta de los aludidos. Por cierto, la señora Gabriela Pacheco repitió como directora del Instituto de Arte y Cultura.
Fui el primero en salir, un tanto molesto por la falta de respeto al tiempo de los verdaderos reporteros. Fastidio con la sinrazón de haber aguantado vara.
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