Soldados y marinos merecen nuestro reconocimiento

Las Fuerzas Armadas nos demuestran con sus acciones que más allá de la seguridad nacional y de la seguridad pública está la seguridad humana

Llegan a salvar vidas de entre los escombros, a dar seguridad en los sitios de derrumbe, a repartir comida y agua, habilitar albergues, ayudar a los damnificados, auxiliar a la gente que duerme en las calles. Una vez más y ante las tragedias, miles de soldados y marinos hacen presencia sólida.

Es de ellos la estrategia en las zonas siniestradas, como el puño en alto señal de silencio absoluto, pero también como una proclama de esperanza compartida. Es de ellos el equipo tecnológico que escanea el concreto para localizar con precisión cualquier movimiento y que distingue entre objetos animados e inanimados.

Miles de marinos y soldados trepan y reptan a través de los escollos. Son ellos los que dan velocidad a las maniobras de rescate. Cada minuto vale para los militares que trabajan contra reloj y controlan la urgencia mientras se mantiene la esperanza de encontrar sobrevivientes ayudados por caninos adiestrados.

Soldados y marinos, hombres y mujeres de la Defensa Nacional y la Marina Armada de México siguen ayudando en Ciudad de México, Chiapas, Morelos, Puebla, Oaxaca y Guerrero. Algunos han llorado, uno fue atendido por crisis nerviosa, otra requirió apoyo psicológico después de horas en la obscuridad.  

¡Gracias a ustedes soldados y marinos! Reconocemos y agradecemos su heroicidad, su generosidad y su entrega. Vuelven a estar cuando más los necesitamos. Los mexicanos estamos orgullosos de ustedes, de nosotros como sociedad civil y de todos los equipos de seguridad por su fraternidad.

De la cadena humana formada por la Marina Armada de México, Defensa Nacional, brigadistas, topos, rescatistas extranjeros, bomberos, policías, voluntarios, activistas, paramédicos, socorristas, Comandos de Salvamento, Cruz Roja y Cruz verde. Civiles y autoridades. Que nadie decline. “¡#FuerzaMéxico!”.

360 personas murieron tras el sismo de magnitud 7, ocurrido el 19 de septiembre del 2017 y que estremeció a la Ciudad de México que registra el mayor número de decesos con 219, al Estado de Morelos con 74; Puebla con 45; Estado de México con 15, Guerrero con seis y Oaxaca con uno.