Pusieron circo y les crecieron los enanos

La democracia es el peor de los sistemas a excepción de todos los conocidos hasta hoy o algo así declaró un político de alto nivel internacional. Eso se confirma al haber visto el triste papel jugado por el recién electo congreso nayarita, con motivo de la particular forma de realizar la glosa del último informe de gobierno de Roberto Sandoval Castañeda.

Sin tiempo y capacidad para cumplir el papel de fiscales o ministerio público los diputados vieron con angustia cómo les crecieron los enanos que habían adquirido para el espectáculo de inauguración del circo montado para el solaz esparcimiento del pueblo que los llevó al poder.

Es difícil saber si lo espetado por los legisladores fue producto de su ronco pecho o del trabajo de sus asesores, lo que sí quedó claro es que las ofensas o el chismorreo empleado en sus exposiciones resultó insuficiente para poner en aprietos a quienes de sobra han demostrado  habilidad superior para retorcer la ley en su favor.

A nivel federal fue necesario el socavón que se llevó la vida de dos personas para que las autoridades fiscalizadoras tuvieran que “descubrir” la corrupción que se dio en los procesos de licitación de las obras del paso express en la carretera rumbo a Cuernavaca. En Nayarit será necesario un trabajo más a detalle para detectar la corrupción que se dio en todos los procesos de licitación de la obra pública. Procesos que requirieron la colusión no solo de los comités públicos de licitación sino la de algunos empresarios que participaron para simular unos concursos que solo en la formalidad cumplen con los requisitos. La huella está en las riquezas acumuladas no en las formas legales de la obra. La Contraloría Estatal y el Órgano fiscalizador local tejieron fino para ocultar el cochinero.

Por lo señalado anteriormente es que cuando los diputados creían ir a la yugular de los secretarios convocados en realidad estaban prendidos a otros apéndices de ellos. Los enanos pues, se les crecieron.

Aunado a lo anterior ya dice el dicho que: en tierra de ciegos Polo Domínguez es presidente del congreso. Basta recordar el triste papel que éste jugó en la persecución al Toro y el que ha venido jugando en los cierres de las “comparecencias” a que fueron sometidos los secretarios. En uno de los casos declaró que le pedirá al nuevo gobernador que actúe en consecuencia a lo que él va a decirle. En el caso del Secretario de Obras Públicas le dijo que le dijera al gobernador blablabla. Es decir, él como presidente de la cámara no se lo puede decir. ¿Habrá alguna alma caritativa que le explique cómo es que funcionan los poderes en un sistema republicano como el que establece nuestra Constitución Política? ¡Y dónde que es la segunda ocasión que participa en  el congreso local y en ésta él lo preside!

Pero que nadie se asuste, derivado de la experiencia los diputados tienen la posibilidad de concentrarse en realizar las labores para la que resultaron electos o, si se afanan en seguir jugando a los fiscales pues que cambien de asesores, los chismosos sirven para generar odio entre la población (útil ahora para ganar elecciones) pero pocos pueden fundamentar sus dichos.

Urge que mejoren las actitudes que han seguido hasta ahora, sobre todo si se toma en cuenta que ya pronto tendrán que elegir a quien habrá de suplir al fiscal detenido en Estados Unidos por cargos de tráfico de drogas. Deben saber que es imposible que se declaren incompetentes para tal función y un ridículo más como los mostrados hasta ahora nos puede resultar muy caro a todos.