Inspectores en el transporte urbano

Al parecer por el momento está calmada la petición de aumento de tarifas para los camiones del servicio del transporte urbano; sin embargo, en varias de las rutas siguen con las mismas costumbres de en ocasiones no dar el boleto respectivo que se supone es el seguro del viajero, circular con las puertas abiertas, oyendo música a veces  un volumen poco apropiado y desde luego, algunos conductores con el teléfono móvil en la mano, aunque justo es reconocer, varios ya traen el aditamento de manos libres.

Y a propósito de que el boleto ampara el seguro del viajero, hay algunos boletos que no indican qué numero de unidad es en la que se va viajando, sobre todo los boletos que traen la leyenda de “Estudiante”, y si bien traen el número de folio, no traen más que pertenecen a la Alianza de Camioneros del Municipio de Tepic, bueno por un pasaje y exija su boleto, otros traen aparte de la figura de un camioncito, un promocional dentro de un círculo que dice “Las drogas destruyen, evítalas”, y nomás, pero no el número de unidad que en determinados casos podría ser necesario sobre todo cuando quien lo recibe es una persona de la tercera edad, debido a que en un posible accidente que se suceda a un adulto en plenitud no sepa qué número de unidad fue la que lo ocasionó y probablemente hasta a algún estudiante porque la mayoría de las personas no somos muy dadas a mirar qué número de unidad fue a la que nos subimos y la mayoría ni vemos el boleto para comprobar si coincide el número en el boleto con el del camión, pero como está dicho, la mayoría, si no es que todos los boletos para estudiante y personas de la tercera edad no traen impreso el número de unidad que lo proporciona.

El pasado viernes 18 del presente mes, alrededor de las 19:20 horas abordo un camión de la ruta Fresnos-Acayapan en la esquina de la avenida Flores Magón y Xicacalco rumbo al centro. Como a las dos cuadras, en donde está una pequeña plaza se sube un señor ya mayor que saluda al chofer y le pide los blocs de boletos que tiene a mano; ¡es un inspector! Cosa rara porque al menos en los últimos cinco años es la segunda vez que veo que sube un inspector de boletos a un camión del servicio urbano, la primera vez ya no recuerdo cuándo fue que sucedió algo parecido, y a menos que no tenga la suerte de que cuando voy en un camión no se suba un inspector, tan así que pensé que ya no existían estos, salvo uno que otro que en ocasiones los veo a espaldas del edificio de la Presidencia Municipal por la calle Puebla, inspectores que no abordan las unidades, sino que nada más les hacen una serie de preguntas a los conductores en servicio; inspectores, porque les he preguntado si lo son y la respuesta de ellos es afirmativa.

Pues bien, volviendo al camión de la ruta Fresnos-Acayapan, veo que el inspector trae una libreta ya muy usada en donde anota el número de folio de los blocs que trae a mano el chofer, al pedirme mi boleto para revisión, el inspector no lo rompe como es tradicional, sino que con su pluma le da una palomeada. Somos como unos seis pasajeros por todos por lo que al terminar de revisar el boletaje el inspector va y se sienta en uno de los asientos de atrás de la unidad, en mientras revisaba los boletos, el conductor saca de entre sus ropas un teléfono móvil, marca un número distrayendo la vista de la calle y se pone a hablar y escuchar. Hay semáforo en alto en la esquina de la avenida Victoria, cuando se pone la flecha para dar vuelta a la izquierda, el chofer maniobra el volante con una mano porque la otra la lleva ocupada con el celular; volteo a mirar al inspector y este como si nada, me devuelve la vista y ya, vuelvo a mirar al inspector y al chofer después, pero el inspector va muy tranquilo. Da vuelta en la P. Guerrero hacia el sur y en la Zaragoza da vuelta hacia el oriente y antes de llegar a la calle Ejido se baja el inspector despidiéndose del chofer quien aún va hablando por su teléfono móvil. El inspector no le dice nada al respecto. Así que poco antes de llegar a la Juan Escutia, el conductor termina su llamada y guarda su móvil entre sus ropas.

¿Qué no se supone que un inspector debe estar al tanto de cómo conduce un chofer? Como inspector que es, se entiende que no es nada más de los boletos, sino del comportamiento del conductor, y en este caso debió haberle llamado la atención al chofer porque iba hablando por teléfono celular, pero nada de nada. Se podría pensar que a la mejor las obligaciones del inspector sean nada más revisar los boletos.