El dedo mayor sigue vigente
Sergio Mejía Cano
16 de Agosto de 2017
El descrédito de los partidos políticos en nuestro país cada día va más al alza, y más porque sus militantes cada día demuestran con más énfasis que los mueven más sus propios intereses particulares y de grupo que el bienestar popular. Pero no nada más las asociaciones políticas, sino también las instituciones que no generan credibilidad entre la población; pero sobre todo, los Poderes Judicial y Legislativo tan sometidos al Poder Ejecutivo, pues se mueven de acuerdo a no contradecir al jefe de este último Poder.
En el Partido Revolucionario Institucional todo se echó a perder o mejor dicho, colapsó el dedazo tradicional cuando Miguel de la Madrid Hurtado no quiso entrar en razón a la democracia interna de su partido, de ahí la diáspora que encabezaron Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Porfirio Muñoz Ledo, doña Ifigenia Martínez y posteriormente Rodolfo González Guevara entre otros connotados priistas que abandonaron las filas del PRI en 1987 y años posteriores.
Y por más que se haya dicho desde siempre que el dedazo había terminado en el otrora partido aplanadora, es un hecho que el dedo mayor es el que sigue y seguirá eligiendo a los aspirantes a los puestos de elección popular e incluso, hasta al mismo Presidente de la República.
Ahora el PRI presume que en su reciente asamblea se quitaron los candados para los aspirantes a competir bajo las siglas de este partido, que se eliminaron todas las trabas para las nuevas generaciones y se le abren las puertas hasta a los simpatizantes y podrán ser candidatos los militantes sin la necesidad de la obligación de contar con el mínimo de diez años de afiliación.
Desde luego las reacciones no se hicieron esperar, pero los priistas que con esta nueva medida podrían salir más perjudicados, por lo pronto se han disciplinado acatando la línea dictada precisamente por el dedo mayor; sin embargo, es probable que por ejemplo Manlio Fabio Beltrones Rivera, dentro de poco tiempo comience a dar de qué hablar. Si por el momento aparentemente se ha disciplinado, al ver que se le va el último tren tendrá que brincar y hacer ruido y si haga lo que haga ve muy alejada la posibilidad de ser él el ungido para la candidatura presidencial, tal vez mueva cielo y tierra para tratar de dejar en su lugar a alguno de sus delfines. Pero es probable que no nada más sea Beltrones el que quiera mover el tapete priista aprovechando que como ya es una costumbre o una regla no escrita de que al último año del sexenio el poder del presidente en turno ya no es el mismo, entontes salten a la arena de las candidaturas otros viejos priistas que no van a dejar sus antiguas costumbres así como así y comiencen la lucha por el poder por el poder. De ahí que esa unidad que tanto pregonan los priistas para solidarizarse sea nada más un maquillaje muy frágil que en cualquier momento se puede caer al hacerse presentes los antagonismos que las mismas luchas internas entre los mismos militantes se hagan presentes.
Según los enterados, en 1993 el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari preparó el tapete para la llegada de Vicente Fox Quesada a la Presidencia de la República, aunque para guardar las apariencias se haya tenido que esperar un sexenio. Así que mandó reformar el artículo 82 constitucional para quitar el candado de que el aspirante a ser Presidente del país aparte de ser mexicano por nacimiento y que sus padres también lo fueran, así que como Vicente Fox era hijo de extranjeros ahí estaba ya la bandeja servida. Y si bien en su momento algunos analistas señalaban que esta reforma del artículo 82 traía dedicatoria para el entonces secretario de Comercio y Fomento Industrial Jaime Serra Puche e incluso hubo voces que señalaban a Carlos Hank González, al caso se les dio un matiz panista haciendo parecer que la iniciativa provenía del mismo Fox apoyado por Diego Fernández de Ceballos; y si bien en su momento hubo dizque protestas de algunos legisladores priistas, al fin de cuentas se disciplinaron y listo. Quedó el camino allanado para Vicente Fox.
Y ahora vuelven a sonar algunas voces diciendo que esta ruptura de candados del PRI para abrirse a militantes con menos de diez años y simpatizantes, aducen que la dedicatoria podría ser para José Antonio Meade Kuribreña Secretario de Hacienda o Aurelio Nuño Mayer, Secretario de Educación Pública, aunque también podría ser para un amigo muy allegado al presidente Enrique Peña Nieto, del que pronto empezaremos a oír hablar de este hasta hoy desconocido personaje.
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