Cortina de humo para distraer
Sergio Mejía Cano
10 de Agosto de 2017
Como anillo al dedo cayó para el estado de México la cortina de humo que podría significar el señalamiento por parte del gobierno gringo sobre la colusión del cantante Julión Álvarez y el futbolista Rafael Márquez, porque bien podría ser nada más una distracción para desviar la atención sobre la entrega de constancia de mayoría que determina el triunfo de Alfredo del Mazo Maza como gobernador electo de dicha entidad.
Y esto también podría significar dos cosas: que el gobierno gringo haya aprovechado el momento circunstancial debido a que en estas cuestiones pocas veces se anda por las ramas cuando hace acusaciones o que el gobierno federal mexicano haya pedido que los gringos dieran esta noticia precisamente en estas fechas y así diluir un poco la polémica que de todos modos ha generado y seguirá generando esta muestra de nuestra muy sui géneris “democracia a la mexicana” y donde se aplica una vez más el “haiga sido como haiga sido”, y vámonos recio.
Si bien hubo elecciones el pasado 4 de junio tanto en el estado de México, Nayarit, Coahuila y Veracruz, fueron las del estado de México las que más estuvieron siendo monitoreadas por lo decisivo que pudiera ser su resultado para las elecciones presidenciales del próximo 2018, así que se estuvo documentando todo lo que pudiera marcarse como impugnable como desde la compra de votos, la exigencia de la credencial para votar a cambio de algo efímero pero que tal vez al momento signifique más para quien entrega su credencial porque a esta no puede darle mordidas, y si por ella le dan algo que se pueda llevar a la boca, pues qué más que mejor. Igualmente se estuvo documentando e informando por todos los medios posibles sobre la entrega de tarjetas para adquirir despensas o tal vez dinero en efectivo; y por supuesto, el día de las elecciones, se estuvieron describiendo todas las supuestas anomalías en las casillas y desde luego en el conteo de votos muy fuera de orden en donde al último, según quienes estaban monitoreando todo esto, las cifras no cuadraban e incluso, hasta en las redes sociales se comenzaron a correr memes en donde al estar contando las boletas se saltaban hasta 20 números; sin embargo, como eran datos que corrían a través de las dichosas redes sociales, por lo mismo mucha de esta información perdió credibilidad, aunque hubo gente que se quedó con la impresión de que tal vez sí eran ciertas.
Sin embargo, lo que es de llamar la atención es la actuación del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), quien a pesar de todas las impugnaciones sobre los pasados comicios y las protestas por venir, para los integrantes de dicho instituto no les ha importado en lo absoluto nada de nada más que reconocer el triunfo del señor Del Mazo Maza, tal y como si la obligación del IEEN fuera rendirle buenas cuentas a los poderes ejecutivos tanto federal como estatal y no a la población; y más, al negarse al conteo de voto por voto casilla por casilla, posiblemente porque temían que si bien permitió que se revisara un máximo del uno por ciento de las casillas, y en esta revisión salieron a flote infinidad de anomalías, tal vez previeron que si se revisaban en su totalidad saldría a flote toda la mezcolanza imposible de tapar ya una vez descubierta. Y si ahora ya está abierta la probabilidad del fraude electoral, de todos modos al IEEN poco le ha importado y ya dio su constancia de mayoría al primo del presidente Enrique Peña Nieto. Así que por más impugnaciones que haya, de todos modos Juan se llaman.
Y si bien sigue habiendo voces que señalan que impugnarán hasta sus últimas consecuencias, podría no pasar ya de puro ruido, porque en nuestro país las consignas se cumplen porque se cumplen. Y si de por sí los institutos estatales electorales ya están bien quemados a nivel nacional, con este desaguisado en el estado de México, pues todavía más desprestigio están adquiriendo.
Y para no ir tan lejos, aquí en Nayarit hay voces que dicen que también hay una impugnación viva que aún no se resuelve sobre la legalidad de la candidatura del ya gobernador electo; impugnación hecha por el Partido Movimiento de Regeneración Nacional, más conocido en el mundillo político como Morena, porque supuestamente el entonces candidato no presentó su cartilla militar liberada. Algo que según quienes conocen de esto es indispensable por aquello de que para ser candidato se tiene que ser mayor de edad, ciudadano mexicano y para ser ciudadano se debió haber cumplido con el servicio militar obligatorio.
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