Cuando Ney regrese por sus fueros
Ulises Rodríguez
09 de Agosto de 2017
“Tiempos traen tiempos”, suele ser una de las sentencias más socorridas de quien gobernara nuestro estado entre 2005 y 2011, Ney González Sánchez… y después de un sexenio de aparente ostracismo político, el 2018 parece ser la fecha que se ha trazado para volver por sus antiguos fueros. Y es que el pasado viernes 4 de agosto, en la ciudad de México se llevó a cabo una reunión entre ex gobernadores priístas, misma que fue convocada por el dirigente nacional de ese partido, Enrique Ochoa Reza. El motivo de la reunión era el de analizar la agenda del revolucionario institucional en el marco de la próxima XXII Asamblea Nacional del PRI y teniendo como telón la elección presidencial del próximo año.
Lo realmente interesante en esos eventos, no son los discursos oficiales ni los análisis de protocolo, sino los cabildeos en pasillos y los acuerdos soterrados para conservar el poder. 3 fueron los ex gobernadores que parecían tener temas muy concretos a tratar con el presidente nacional del PRI, a saber, Roberto Albores, Fidel Herrera y Ney González, ex mandatarios de Chiapas, Veracruz y Nayarit, respectivamente. Según ha trascendido, el tema a tratar de Albores Guillén es la candidatura de su hijo, el actual senador y dirigente estatal priista de Chiapas, Roberto Albores Gleason, a la gubernatura de aquel estado. En cambio, los temas puestos sobre la mesa por Herrera y Ney, fueron muy parecidos: cómo retomar sus fueros después de la hecatombe provocada por quienes fueron sus sucesores, Javier Duarte y Roberto Sandoval.
Mientras Herrera Beltrán pide regresar al poder a través de posiciones para su grupo político, la petición de González Sánchez es todavía más ambiciosa y arriesgada: encabezar la fórmula del PRI al senado de la república el próximo año y después del 19 de septiembre próximo, hacer equipo con el senador Manuel Cota para purgar al PRI local de cualquier vestigio de Sandovalismo que aún quede después de esa fecha.
NEY, ¿DE LA MOLOLOA AL SENADO?
La noticia, no obstante, no es nueva. Desde pocos días después de las elecciones del 4 de junio, cuando el PRI sufrió la que posiblemente es la peor derrota de su historia en nuestro estado, han circulado las versiones de priístas serios que sostienen que al ex mandatario, varios personajes de la vieja guardia tricolor han ido a buscarlo a su casona de la Colonia Mololoa para pedirle que abandone su ostracismo y, como némesis más visible dentro del PRI del actual gobernador, asuma el liderazgo del partido de cara al 2018. Tú nunca has perdido una elección – le habría dicho un ex diputado local, también castigado por el sandovalismo a Ney González-. Ocupamos volver a sentirnos ganadores en 2018 porque si no, perderemos otra vez el 2021.
La imagen descrita parece igual a aquellas escenas donde la clase política del siglo XIX iba a la hacienda de “manga de clavo”, en Veracruz, para interrumpir los constantes descansos de “Su Alteza Serenísima”, Antonio López de Santa Ana para pedirle que volviera al poder otra vez y asumiera nuevamente la presidencia. ¿Usted cree, amable lector, que un animal político como Ney, resistiría dicha tentación?
REACOMODO DE PIEZAS EN DELEGACIONES FEDERALES
Roberto Sandoval ya apesta a prófugo de la justicia y al PRI nacional le urge deslindarse de él tal como lo hicieron de Javier Duarte y Roberto Borge. Con el olfato político que lo caracteriza, el senador Manuel Cota, ex candidato a gobernador en el pasado proceso electoral, comenzó el cabildeo en el CEN priísta y con sus contactos en los pinos, para operar la salida de los “Sandovalistas” de las delegaciones federales y comenzar a colocar allí a miembros de su equipo más cercano. Cabezas como la de José Trinidad Espinoza Vargas, Arely Orozco, María Teresita Jiménez y Liliana Gómez Meza, fueron las primeras en rodar de la Dirección de Conagua, así como de las delegaciones de INAES, PROSPERA y SEDESOL, respectivamente. En contraparte, los “cotistas” que arribaron a espacios federales son Mario Basulto, a PROSPERA; Yolanda del Real Ureña, a Liconsa; Abad Cervantes al RAN; Edgar López a INAES, Bernardo Rodríguez Naya a SEDESOL y el nefasto Joel Rubén Cerón Palacios –a quien más delante dedicaremos un análisis completo- a la delegación de la Secretaría del Trabajo.
Aunque, con un escenario tan complejo para el PRI en las próximas elecciones, donde todo parece indicar que perderán la presidencia de México y por ende, los nuevos delegados sólo estarían por poco más de un año en su nuevo encargo, esto les daría tiempo para operar la elección del 2018, donde se presume que su jefe político, el actual senador Cota, podría buscar una diputación federal por la vía de mayoría o bien, evitar el desgaste de una nueva campaña con resultados de pronóstico reservado y más bien asegurar su nombre en las listas de diputados plurinominales ¡Vaya! Una nueva ruta para buscar la gubernatura en 2021.
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