Chisgarabís
Oscar González Bonilla
18 de Julio de 2017
ROBERTO, CARIACONTECIDO
Más que preocupación, temor o angustia, el rostro de Roberto Sandoval, gobernador de Nayarit, reflejó incertidumbre en el tiempo por venir. La firme creencia es que algo negativo puede suceder.
Por más que intentó disimular, al mandatario estatal se le vio cara larga por la carencia de un conocimiento certero sobre los acontecimientos que se avecinan después de estar denunciado ante la PGR por enriquecimiento ilícito, entre otras lindezas.
La observación corresponde a persona que estuvo este lunes 17 en el acto entre el gobernador saliente, Roberto Sandoval, y el próximo entrante, Antonio Echevarría García, realizado en oficina de Palacio de Gobierno en Tepic con el propósito de dar inicio formal al proceso de entrega-recepción del gobierno, para lo cual ambos dieron a conocer a los integrantes de sus respectivos equipos.
Colado entre el grupo de Echevarría, el informante me dio a saber que no hubo acceso a los representantes de los medios de comunicación. El encuentro tuvo el carácter de privado, aunque pasado buen tiempo los protagonistas salieron a encarar a la Prensa.
La recomendación a Antonio Echevarría García es que al final de los cuatro años de su gobierno, por todos los medios evite presentar igual cara de congoja.
A LA PRENSA NI AGUA
Por cierto, en la confluencia de la avenidas México y Allende de la ciudad capital del Estado de Nayarit me topé con un compañero periodista, quien angustiado me dice: “Toñito declaró que no apoyará (económicamente) a la Prensa ni a los periodistas”.
Le dije que no había oído tampoco leído nada al respecto. Caminamos juntos buen tramo hasta antes de llegar a Palacio de Gobierno. Fue entonces que lo mismo dijo a otro colega, pero con éste sí hubo respuesta. Argumentó que el gobierno de AEG respecto a medios de comunicación y periodistas resultará peor que el de su padre Antonio Echevarría Domínguez (1999-2005). Es decir, a la Prensa ni agua.
Recordó que en aquel tiempo, AED en reunión con periodistas manifestó que él sólo hacia convenios de publicidad con aquellos medios de comunicación que le dictaba la conciencia de la sociedad. Y la sugerencia recaía en cuatro periódicos y uno que otro medio electrónico.
Enseguida lanzó la interrogante: ¿Cuántos medios de comunicación necesitó AEG en su campaña política? Muy pocos, él mismo contestó. La inmensa mayoría fueron marginados. Así que no te hagas ilusiones, expresó.
-Ah, entonces le vamos a arrimar una chinga. Y el periodista, pese a su malestar psicológico, se retiró loco de contento.
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