Otra vez la burra al trigo

Otra vez la cagué con mi participación en conferencia de prensa. En esta ocasión me gané el adjetivo de impertinente, es decir que me comporto con insolencia, de manera irrespetuosa e inoportuna, pero además me señalaron como enfermo mental, que estoy mal de la cabeza, pues.

Este jueves 29 tuvo para mí un inicio a pedir de boca, tan bien que llegué media hora antes del comienzo de la conferencia de prensa que versaría sobre notificación a la denuncia de hechos por la presunción de enriquecimiento inexplicable, que el pasado 17 de abril presentó ante PGR un grupo de diez ciudadanos contra Roberto Sandoval Castañeda, gobernador de Nayarit.

A  esa hora el salón Mexcaltitán del motel La Loma en Tepic lucía solitario, oscuro, pero con sillas y mesa del presídium bien vestidos para el acontecimiento. Mientras llegaba el momento, diez de la mañana, me senté en sillón de espera con la dotación de cuatro ejemplares de distintos periódicos que tienen su aparición diaria a la opinión pública en la capital nayarita.

No bien empezaba la lectura cuando arribó un abogado amigo, como después del saludo vio que poco interés mostré por su presencia se retiró, clavado en su teléfono celular. Minutos después llegó el también licenciado en derecho Emiliano Zapata Sandoval Blasco, hijo de mi incomparable amigo Francisco Javier Sandoval Torres “El Kiko”, (por cierto a los integrantes de esta familia tengo profunda admiración y enorme respeto por sus dotes intelectuales, es decir, su actividad profesional ha sido dedicada al estudio y la reflexión crítica de la realidad) quien me indicó que participaría en la conferencia de prensa para dar a conocer lo que en materia jurídica le corresponde.

Apenas sí había leído noticias de mi interés en dos periódicos cuando decidí ir al lugar de la cita, donde ya había colegas de la pluma (hoy computadoras, celulares y otros diablos de aparatos). Me ubiqué en asiento de primera fila, sitio donde generalmente se coloca la batería de cámaras de video. Esperé paciente el arranque con el amistoso saludo de varios compañeros de oficio. De las cuatro sillas en la mesa del presídium, tres las ocuparon Rodrigo González Barrios, Sandoval Blasco y Octavio Campa Bonilla, la otra fue retirada por Emiliano Zapata.

Empezó González Barrios con breve alocución, para enseguida dar el uso de la voz al abogado Sandoval Blasco, quien desglosó su citatorio a la delegación Nayarit de la Procuraduría General de la República (PGR) con el propósito de serle entregada una determinación incidental “sumamente importante”. Se trataba de dar a conocer que se instauró la carpeta de investigación al gobernador Roberto Sandoval por (ya reconocido por la institución federal) el delito de enriquecimiento ilícito como servidor público, pero además que la representación social de la Federación se declara incompetente en razón de la especialidad, considerando que la autoridad competente para seguir conociendo de la presente indagatoria, lo es la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delitos Federales.

Luego vino el perredista Rodrigo González Barrios para hacer una larga exposición sobre el tema. Importante dijo que acudirán de nuevo a la PGR en la Ciudad de México para pedir investigación sobre el enriquecimiento inexplicable de varios principales funcionarios del actual gobierno de Nayarit.

En su turno Octavio Campa Bonilla expresó que estaba todo explicado. Sin embargo, al abrir el espacio de preguntas y respuestas el vate dijo: “Hay un montón de pícaros que no tenían nada cuando entraron, hoy están enriquecidos, ustedes lo saben”. Se refería a integrantes del Poder Judicial de Nayarit.

Los protagonistas exigían preguntas, y ante la escasa participación de los más de 20 reporteros de toda laya de los diversos medios de comunicación, se me ocurrió hacer la mosca chillar y participé en este sentido:

“Me parece que ustedes se ensañan con el gobernador más inteligente que ha tenido el Estado de Nayarit. Dan la apariencia que más que político, ustedes tienen algún problema de carácter personal con Roberto Sandoval, que están molestos porque en el pasado como que les quitó una novia…o algún novio. ¿Será ese su problema?”.

-En absoluto, señor, contestó Rodrigo González Barrios. Y a velocidad del rayo pidió “alguna otra pregunta”. Más adelante Campa Bonilla aclaró que “no tenemos cuestiones personales con Roberto Sandoval, ni nos quitó una novia o un novio”, y dirigiéndose a mi argumentó: “con base en tu pregunta, maestro, como que tienes problemas mentales”. De inmediato González Barrios, interrumpiendo a Campa, cortó por lo sano al agradecer la presencia de reporteros.

Luego se me acercó un amigo periodista para decirme: como que Roberto les quitó un novio, ni que fueran jotos. Te fijaste que Campa fue el único que reaccionó.

Para que otros no me estuvieran chingando sobre el tema, incluso los propios conferenciantes, fui el primero que a toda velocidad abandonó el lugar. Lo bueno es que la PGR ya reconoció el presunto enriquecimiento ilícito y delincuencia organizada de Roberto Sandoval, gobernador de Nayarit.

Hasta la vista beibi.