Perversa justificación del gobierno para reducir el gasto en 2018

Realmente no sabemos si los funcionarios de gobierno no saben del asunto o nos están viendo la cara de tontejos, aunque se tiene la sospecha de que ambas cosas están sucediendo. Recordemos que a finales de los años 60 y principios de los 70 del siglo pasado, el sistema capitalista en el mundo entró en una crisis de la cual no ha podido salir. Esa misma crisis resurge en 2007-2008 de este siglo y está por resurgir nuevamente. En esencia las crisis capitalistas son la expresión del desequilibrio entre la producción de capital y la realización del mismo, son la manifestación de una ruptura relativa de los dos grandes procesos, el proceso productivo y el proceso circulatorio. Y el mercado se encarga de restablecer nuevamente el equilibrio a través de la devaluación del capital. El problema deviene cuando se trata de detener esas devaluaciones que se traducirán en quiebras de capitales particulares. En el 2007-2008 el gobierno para evitar que quebraran las instituciones financieras y los bancos les compró papeles devaluados a dichas corporaciones con dinero del erario público. A esta acción la llamó rescate financiero. Pero dicho rescate nos lo endosó a los mexicanos. Sin embargo, no ha podido solventar el adeudo provocado por el rescate financiero, para lo cual ha pedido prestado y se ha endeudado al país. Para hacerle frente a la deuda, el gobierno ha reducido año con año el gasto público, recortando el presupuesto de salud, educación, investigación, etc., ha vendido las empresas estatales y paraestatales a precio de ganga, ha reducido la plantilla de personal, etc. El Estado Mexicano al igual que los otros Estados, está a punto que caer en la bancarrota por un adeudo que viene arrastrando por la compra de papel-basura. Y no es que vaya a haber una crisis distinta a las anteriores. Se trata de la misma crisis capitalista en diferentes formas de expresión.

En esa búsqueda de dinero del erario público para el pago de la deuda, para el año 2018 piensa el gobierno no solo reducir aún más el presupuesto social, sino llegar hasta el recorte de la burocracia federal. Lo perverso del asunto está en que se están escudado en los jubilados y pensionados. El secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade Kuribreña, ha señalado a la presión que ejerce sobre el gasto público la necesidad de financiar el creciente déficit para el pago de pensiones, como uno de los factores que determinará la magnitud del recorte en el gasto público para el próximo año. Y, además, dijo, el próximo año habrá necesidad de un nuevo recorte en el número de empleados del sector público federal, una medida que, junto con la reducción del gasto público respecto del monto ejercido en 2017 contribuirá a la reducción del déficit fiscal al nivel comprometido por el gobierno, de 2.5 por ciento del producto interno bruto, PIB.

En realidad, nada tiene que ver el pago de pensiones con la deuda pública y los problemas para pagarla. Pero, además, se habla en un lenguaje cifrado, no se habla de en cuantos pesos se va a reducir el adeudo. Se menciona un porcentaje respecto del PIB. Más la concurrencia de capitales extranjeros en el país necesariamente elevará el Producto Interno Bruto y con ello, disminuirá el porcentaje de la deuda, aunque ésta haya crecido un poco. O sea, nos están mintiendo de las verdaderas causas de la crisis del capitalismo contemporáneo y del fracaso de las medidas hechas por los gobiernos al servicio del gran capital. No es posible que haya tanta miseria humana en el gobierno. En fin.