Perspectiva de la campaña presidencial del 2018 en México
Octavio Camelo Romero
05 de junio de 2017
No solo del resultado, sino también de las campañas electorales en las entidades federativas de Estado de México, de Nayarit, de Coahuila y de Veracruz, depende el futuro político-económico del país. El miedo es una de las estrategias más utilizada por la derecha para orientar a la población hacia su objetivo preestablecido. Y en este caso, su propósito es no dejar el Poder Público, esto es, seguir al frente del gobierno mexicano y de las prácticas violentas, corruptas, inmorales del capitalismo. Sin embargo, para infundir el miedo se usan varias tácticas, las cuales se van aumentando en violencia si es que no han surtido el efecto deseado. Primero se inició con una campaña contra Andrés Manuel López Obrador por ser un “peligro para México”; después se dijo que AMLO era “populista” y se identificó al populismo con los regímenes dictatoriales al estilo Pinochet. Como la gente hizo caso omiso, vienen las amenazas de muerte para connotados personajes de MORENA, como son los casos en los cuales decenas de cabezas de cerdo cubiertas de pintura roja, algunas acompañadas de amenazas escritas en cartulina y otras con coronas de flores, fueron arrojadas en distintos puntos del Estado de México. Entre los sitios se encuentran aquellos correspondientes a casillas de votación, fuera de oficinas del partido Morena en Ixtapaluca y frente al domicilio del ex alcalde Luis Enrique Martínez Ventura en Valle de Chalco. En el Valle de Toluca, las cabezas fueron tiradas en Ixtlahuaca, además de una corona de flores fuera del domicilio de Joel Sánchez, promotor de Morena en la comunidad de San Bartolo. Martínez Ventura ha sido dos veces alcalde por el PRI (2000-2003 y 2009-2012) y diputado local de 2012 a 2015; abandonó el partido tricolor para apoyar a Morena. La cabeza porcina estaba en una mochila; en una cartulina pegada escribieron: no hay plazo que no se cumpla, tienes 24 horas para largarte; es para ti, Enrique. El motivo es la renovación presidencial en el 2018. Alfredo del Mazo tiene razón cuando señala que “del resultado en el Estado de México depende el futuro del país”.
Pero por otra parte se vio la voracidad y el oportunismo de la clase política de una “izquierda” que no existe como tal. En Nayarit se dio la santa alianza entre el PAN, PRD, PT y el partido local PRS. Y todo por incrustarse en el gobierno al servicio del capital. Sin embargo no son desconocidas estas confabulaciones de derecha, pues ya existieron en el país con el famoso Pacto por México acordado por el PRI, PAN y PRD, que hicieron posible la culminación del desmantelamiento del Estado de la Revolución Mexicana para dar paso a la instalación definitiva del Estado Neoliberal Transnacionalizado. Por ello, se presume nuevamente la confluencia de intereses de los tres partidos, PRI, PAN y PRD, para impedir que AMLO conquiste nuevamente las votaciones del 2018 y que se le reconozca el triunfo. Ya se vio como estos partidos grandes y uno que otro chiquipartido se opusieron ferozmente a MORENA en el Estado de México.
No hay que darle la menor oportunidad de que siga permaneciendo en el Poder Público a esta clase política que ha envuelto al país en la corrupción, la impunidad, el ahondamiento de la desigualdad social, la violencia de todo tipo y, en especial, el crecimiento de feminicidios. A partir de las experiencias de las campañas electorales en las cuatro entidades y de los resultados de este 4 de junio del 2017, hay que organizar el proceso electoral para presidente de la República del 2018. En fin.
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