Navarro Quintero y la moralina
Oscar González Bonilla
02 de junio de 2017
Lastimé castos oídos, supongo. Fue así al malinterpretar mi alusión dizque al equiparar la política con la prostitución. Ocurrió este miércoles 31 en la conferencia de prensa en el último día de campaña ofrecida por el doctor Miguel Ángel Navarro Quintero, candidato de Morena al gobierno de Nayarit, en el motel La Loma de Tepic.
Llegué al sitio quince minutos después de anunciada hora de inicio. Había nutrida asistencia de periodistas y de aquellos que sólo se dicen serlo. La mayoría más atención prestaba a su teléfono celular que a los argumentos del doctor Navarro Quintero, quien participó en la mayor parte de la rueda de prensa, pero también aportaron lo suyo profesionales del derecho como Zohé Alba González y Juan Antonio Echeagaray Becerra, así como el delegado de Morena para Nayarit, Miguel Elías Moreno Brizuela.
Transcurrían los cuestionamientos de los periodistas uno por uno de manera común con los farragosos temas del proceso electoral en vísperas de cierre. Con el propósito de salir de lo ordinario, pensé en pregunta atrevida. Fue entonces que se me vino la idea y la elaboré mentalmente. En mi turno al micrófono dije: Doctor Navarro, ¿si usted pierde esta elección se retira de la política? Agregué: Aunque lo dudo, porque la política es igual que la prostituta, cuando prueba jamás deja el oficio. Luego especifiqué hay quienes aseguran que usted podría ser senador en 2018 bajo los auspicios de Andrés Manuel López Obrador.
La respuesta directa fue sobre la supuesta mezcla de política con prostitución, que no cayó muy bien. Tras afirmar “me lastiman sus comentarios”, el candidato de Morena al gobierno de Nayarit destacó que “en primer lugar, para mí la política es una devoción y como tal la habré de ejercer en cualquier campo, no solamente en cargo de responsabilidad pública, hasta el último segundo de mis existencia mientras tenga posibilidades y facultades. Dice una máxima de José María Morelos y Pavón: no sé si veré el triunfo, pero siempre quiero estar en la lucha”.
Sobre el asunto de ser senador, el doctor Navarro Quintero expresó: “No está dentro de mi ánimo el hecho que vaya a perder la elección, vamos a ganar la elección. Espero que el próximo 5 de junio nos estemos reuniendo, como dice la canción, en el mismo lugar y con la misma gente. Hemos hecho encuestas y de cada diez, ocho están con Morena, ocho están con su servidor y se los agradezco”.
Luego se extendió en divagaciones al manifestar que “habremos nosotros de trabajar porque se respete el voto. Por eso hago una denuncia pública: a mí no me van a afectar únicamente, también a ustedes les van a afectar sus derechos ciudadanos. Yo aquí me pregunto: ¡qué sentirá Manuel Cota que lo impongan cuando la ciudadanía no lo quiere! ¡Qué opinará Toño Echevarría junior que le compren la gubernatura sólo para satisfacer un capricho, cuando la ciudadanía no confía en él! Son situaciones delicadas porque va de por medio la misma sociedad. Cuántas gentes han muerto por la inoperancia de los gobiernos. Llegó el enfermo de urgencia y murió porque no hubo medicamentos, pues el dinero se lo llevaron a otro lugar.
Sabiendo como es el doctor Miguel Ángel Navarro Quintero, muy decente y muy moral, lo más seguro es que en petit comité haya comentado a sus muy allegados, como lo es el abogado mercantilista Juan Antonio Echeagaray Becerra, con que atrocidades fue saliendo Oscar, no hubo medida en sus expresiones.
Pero también recordé lo que un día antes atinó en observarme mi pariente, el vate Octavio Campa Bonilla: Tú eres corrosivo en muchas de tus decires, no te importa incluso señalar (con el dedo índice) a las personas, no eres prudente y tienes una soberbia pendeja. Pero mira, es mal de familia (Bonilla), no somos dejados. Yo soy un hijo de la chingada con aquel que se comporta mal conmigo.
Pero por mi intervención en esta conferencia de prensa debo decir como lo expresa el Pitistois (Jorge Alberto Contreras Flores): la cagué. O bien como frente a mí Arturo “El Guacho” Zúñiga (qepd) señalaba: Tú, aparte de ciego y sordo, estás pendejo. Salud.
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