Las olvidadas vías férreas

En la tarde-noche de este pasado miércoles 17 del presente mes, un miembro de un grupo de ferroviarios en el facebook al que pertenezco, daba la información de que un tren rumbo a Mazatlán, había arrollado a un vehículo particular en un crucero público a nivel entre las poblaciones de La Concha, poste kilométrico 1314 y Copales, PK-1307 en el estado de Sinaloa, pero muy cercanos al de Nayarit.

Y sí, pues hoy se confirma dicha noticia en los medios informativos del vecino estado, así como en algunos portales de internet de Nayarit. En dicho accidente falleció una mujer de aproximadamente 50 años de edad, según la información. Y desde luego surge la pregunta del porqué suceden esta clase de accidentes que en realidad sí se podrían evitar siempre y cuando los conductores de los vehículos automotrices tuvieran un poco más de prudencia al acercarse a las vías férreas y hacer alto total antes de llegar al riel más cercano y no cruzar dichas vías hasta cerciorarse que no circula ningún vehículo sobre los rieles; hacer caso a los señalamientos que están en todos los cruceros públicos a nivel con unas crucetas que indican: alto, pare, vea y oiga, pero tal vez no es así, porque de respetar todo esto es muy probable que los trenes jamás arrollarían vehículos automotrices en los cruceros, sobre todo porque se entiende que los trenes no circulan buscando a quien arrollar o atropellar, sino que por desgracia golpean a quien se le atraviesa, no más. Lo malo es que los accidentes de vehículos automotores con trenes es prácticamente todos los días en todo el país, y por ende, Nayarit no es la excepción, pues también en nuestra entidad se han dado accidentes de menor a mayor según las consecuencias de cada accidente que sucede.

Afortunadamente en la capital nayarita ya tiene tiempo que no se ha dado un sucedo de graves consecuencias; sin embargo, Tepic no está exento a que cualquier día nos amanezcamos con una noticia de este tipo, porque está comprobado que muy pocos automovilistas si no es que ninguno hacen alto total al llegar al llegar a las vías del ferrocarril en los escasos tres cruceros que existen en Tepic: Boulevard Colosio, avenida Principal y Gobernadores, pues es raro ver que algún vehículo se detenga al llegar a las vías férreas, si acaso uno que otro aminora la velocidad, pero la mayoría pasan de largo sin detenerse ni un instante.

Cuando comenzó a crecer la mancha urbana hacia el oriente de Tepic era obvio que había llegado el momento en que las vías del ferrocarril iban a estorbar el libre tránsito vehicular de todas aquellas personas que se estaban yendo a vivir hacia esa parte de la ciudad; pero lo curioso es que mucha gente posiblemente jamás tomó en cuenta este pequeño detalle, y ahora maldicen y se enojan cuando llegan a las vías férreas y está un tren atravesado, quizás porque el tiempo que van a perder esperando que haya paso lo podrían utilizar para llegar más temprano al lugar de su destino, así que a la mejor por eso tratan de ganarle el paso al tren cuando ven que se aproxima, sin pensar que por lo regular no van a perder más allá de diez minutos, pero si no logran ganarle el paso al tren ya no tendrán que espera nada de tiempo porque ya no lo tendrán.

Precisamente debido al crecimiento de la mancha urbana en Tepic y del aforo vehicular, el Ferrocarril Pacífico Norte lanzó el boletín número 335 al Horario número 11 en vigor, con fecha de marzo 21 de 1997 en donde se hacía del conocimiento de todo el personal trenista y locomotorista de la División Sinaloa, de tomar nota y quedar debidamente enterados que con la finalidad de proteger la zona urbana en Tepic, Nayarit, se establece que efectivo a las 0H01M (sic) del día 25 de marzo de 1997, se restringe la velocidad a 30 K.P.H, en el Distrito de Tepic por señales fijas del PK- 1491 al PK-1495. Esto viene siendo de la estación del ferrocarril a las inmediaciones del paso superior del libramiento.

Y a propósito de las vías férreas, hoy en día en que estamos inmersos en las campaña políticas, no se ha oído a ninguno de los candidatos a la gubernatura del estado o a la presidencia municipal, que se pronuncie y diga que insistirá ante el gobierno federal para que se levanten las vías férreas de su actual localización; parece ser que ya es un asunto olvidado, claro que hasta que no suceda un accidente con el tren, porque ahí será el momento en que se vuelva a clamar para que se retiren las vías del ferrocarril de su lugar actual. Algo que tal vez no llegue a suceder.