¡Qué bribón eres, monín!
Oscar González Bonilla
13 de Mayo de 2017
Por suerte en días recientes me tocó escuchar en el espacio noticioso de radio Capital Noticias que tiene a Abisaí Barajas como estrella rutilante en conducción, la entrevista en el estudio a otro no menos brillante que responde al nombre de Hilario Ramírez Villanueva, pero mejor conocido como Layín en el ámbito de la política náyara donde se desenvuelve con poco talento.
El presidente municipal de San Blas con licencia fue invitado al programa radiofónico para que prácticamente repitiera conceptos vertidos sobre el debate que no fue debate entre los ocho candidatos a gobernador del Estado y que por obligación de la norma organizó el Instituto Estatal Electoral de Nayarit la noche del martes 9 de mayo del año en curso en el Teatro del Pueblo.
Sólo que en la ocasión presente, sintiéndose Layín en sus meros jugos, sin la presión del incómodo escenario del debate, en repetidas ocasiones hizo gala de florido lenguaje que casi llega a la mentada de madre. Los ayudantes en la conducción de esa vez, mí admirada Aurora Candelas y Eduardo Garzón (analista de cabecera que no tengo el gusto de conocer), le “picaban la cresta” y vomitaba dichos necios, torpes y poco adecuados que culminaba con una majadería de alto voltaje, divertidos todos reían.
Pensé en las consecuencias que podría acarrear a la empresa radial el tipo de expresiones fuera de la común en las transmisiones cotidianas. En el pasado la Secretaría de Gobernación utilizaba el garrote y llegaba a la suspensión del programa e inhabilitación de locutores. Hoy las dependencias federales con injerencia son laxas, no aplican con rigor la ley correspondiente. Con decir que en la actualidad cualquier persona hace uso del micrófono sin poseer el certificado de aptitud que expide la Secretaría de Educación Pública exámenes de por medio. No pasa nada.
Por cierto, en el debate entre candidatos, Layín, para presentar mejor imagen ante las cámaras, hizo gala de sombrero nuevo, pero cometió el error de cortarse el pelo, en consecuencia la gorra se le fue hasta las orejas. En la radio repitió que en la Ciudad de México, el ahora preso Fiscal Edgar Veytia le dijo haber conseguido 200 millones de pesos, 100 para él y 100 para Layín, a cambió que este último se incorporara a la campaña del priista Manuel Cota.
Aseveró Layín que por precaución a todo lo que Veytia le pedía decía que sí. Ahora por voz de Héctor Gamboa Soto, quien buen tiempo figuró en nómina como asesor del Fiscal Veytia, se sabe que el famoso Layín era asiduo visitante del edificio central de la Fiscalía General de Nayarit en Tepic. Cuando menos 50 veces lo vi por ahí, dice Gamboa. Obvio que El Huaristembo tuvo encuentros cercanos con Veytia, a quien le pedía favores diferentes y hasta dinero, según versión del asesor-periodista.
Luego de darle vuelo a la lengua con un sinfín de promesas exageradamente fuera de realidad, a Layín se le preguntó qué haría si como gobernador tiene en el Congreso en contra a la mayoría de diputados. Lo que pasa –respondió- es que a los gobernadores les han faltado guevos, pantalones, para someter a los diputados. Pregunto yo: ¿Cómo? A través de la fuerza del poder o por medio de la corrupta entrega de dinero. Layín desconoce la relación política entre poderes. Aunque se sabe que gobernador del pasado compró hasta en 80 mil pesos el voto de legisladores de oposición, cuando al Ejecutivo estatal le interesaba la aprobación de alguna ley.
Rechazó Layín nuevos debates, argumentó que no tiene caso, porque los de hablar finito dirán las mismas mentiras. Y otra vez les cargó la mano al mencionar que son ratas. Pero mira quien lo dice: el ratero confeso. Se la saca con manifestar que fue un chascarrillo el dicho de robé poquito. Pero el pedazo de animal desconoce que eso ni de vacilada se dice, porque te queda el estigma, como tal sucedió, aunque al borrico le causa mayor exaltación por la fama nacional que le dio.
Pues bien, como presidente municipal de San Blas, en su última versión, Hilario Ramírez Villanueva hizo la venta del terreno donde funcionaba la pista aérea en aquella cabecera municipal. En lo particular no me explico cómo le hizo, habida cuenta que se trata, según mí entender, de zona federal. Sin embargo, quien esto me platicó, asegura que Layín logró de esta transacción algo así como 52 millones de pesos, cantidad que debería ingresar íntegra a las arcas municipales. Pero no fue así, tan solo entregó al municipio 12 millones de pesos, el resto suponen fue a parar a los bolsillos del hoy candidato independiente a gobernador de Nayarit. Ello motivó la renuncia de cuando menos tres funcionarios de su gabinete municipal, corrieron para no verse afectados por actos de corrupción del alcalde.
En fin, hay mucho por decir de Layín, quien esta semana ganó el título principal de la primera plana de Reforma, periódico nacional, cuya información señala que El Huaristembo es investigado por delitos electorales, y espacio estelar en el noticiario nocturno de Televisa que conduce Denisse Maerker, aunque sólo para burlarse de él porque habla con faltas de ortografía.
Ojalá los votos no le alcancen a Layín para llegar a la gubernatura de Nayarit, sería peor gobernante que Roberto Sandoval, que es mucho decir. Sería un sexenio fallido.
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