Los puestos de la Plaza Principal

Según nuestros ancestros, los dichos se han creado por algo, y por lo regular casi siempre resultan ser desde vaticinios hasta hechos consumados, por lo que muchas de las veces es bueno reflexionar en cualquier tipo de adagio o sentencia por aquello de no te entumas. Y el hecho de que el presidente municipal de Tepic haya hecho berrinche por la instalación de los vendedores en la Plaza Principal, pues de nada le sirvió más allá del posible daño que el enojo le haya hecho a su hígado.

Se dice comúnmente que todos hijos o todos entenados o todos coludos o todos rabones, así que ¿por qué el pataleo de don David Guerrero por la instalación de los puestos que ofrecieron todo tipo de mercancías para un posible regalo a las mamás en su día? Estos tianguis ya se podrían considerar una tradición, pues la gente los espera con ansias por aquello de encontrar algo más barato que en algún comercio establecido. Se dice que también hay disgusto de los comerciantes establecidos alrededor de la plaza; sin embargo, ¿por qué su disgusto se ha hecho más presente de un tiempo relativamente corto a la fecha? Porque ya desde hace muchos años que infinidad de personas esperan con ansias que se instalen estos tipos de tianguis en la plaza principal en fechas conmemorativas como el 14 de febrero, el 30 de abril, el 10 de mayo y desde luego para las fiestas decembrinas; y claro que también para una que otra fecha en donde se ofrecen artesanías ya sea de otras entidades o de aquí mismo. Entonces, ¿a qué se debe tanto disgusto?

Ahora con la instalación de los puestos de vendimia con motivo del 10 de mayo, el H. Ayuntamiento en funciones o alguien más, colocó un enorme letrero violando todas las normas sobre espectaculares y anuncios de todo tipo que colgó en la parte alta del edificio aledaño a la Presidencia Municipal, tal vez hasta sin pedir permiso porque dicho edificio ya tiene mucho tiempo abandonado en su parte alta; y dicho letrero espectacular que lucía el escudo de la ciudad decía o señalaba que: “Los comerciantes ambulantes instalados en esta plaza lo hicieron de forma irregular sin permiso del Ayuntamiento de Tepic.

“El tribunal administrativo por conducto de la magistrada Catalina Ruiz amparó su colocación atentando contra los intereses de las familias de Tepic y su derecho a una plaza principal libre” (sic).

Y he aquí el meollo del asunto, pues de acuerdo a eso de que supuestamente es un atentado contra los intereses de las familias de Tepic, entonces ¿por qué acudió tanta gente para ver qué compraba o mínimo a andar mirando lo que ahí se ofrecía? Y si tiene el H. Ayuntamiento en mente el derecho de los tepiqueños a una “plaza principal libre”, entonces ¿qué de los puestos que ya se podrían considerar como permanentes en dicha plaza? Ah, porque eso sí, se molestó el Edil por la instalación tradicional del tianguis; sin embargo, ya tiene mucho tiempo que han aumentado los puestos que de una manera u otra mantienen dicha plaza principal obstaculizada en alguna forma; y más, porque cada día que pasa aparecen más y más puestos que antes no estaban, así que con este ejemplo ¿cómo es que el señor Guerrero se haya disgustado por la instalación de los puestos?

Hay quien dice que los puestos de vendimia que permanecen ya a diario en la plaza lo hacen porque están amparados; pero ¿amparados de qué o por qué? Porque de querer una plaza principal limpia y libre es obvio que en eso hay mucha razón y las autoridades estatales correspondientes podrían coadyuvar a que dichos puestos que lucen el letrero de estar supuestamente amparados sean retirados y dejar ahora sí, una plaza libre para los tepiqueños y visitantes.

Es justo reconocer que la falta de empleo en la ciudad ha generado que mucha gente se aboque al comercio informal, ambulante; pero  ¿por qué en la Plaza Principal? Porque es evidente que la plaza principal no está tan libre como la espera ver la ciudadanía y visitantes; y más por lo extraño de las mercancías que se ofertan ahí, pues ya hay puestos de ropa, calzado, aparatos electrónicos, de biónicos, telefonía móvil; y en las inmediaciones papas fritas, churritos, nances y arrayanes, atole y al caer la tarde varios puestos de elotes, etcétera. Y si a esto le aunamos que en el entorno e inmediaciones de la plaza principal los comercios establecidos sacan sus exhibidores para ocupar hasta media acera en los portales o en los andadores de las calles de los alrededores de dicha plaza, pues para nada que hay una plaza principal libre ¿o sí?