Navarro: el debate con la ciudadanía…

No cabe duda, según se ha demostrado, de que el mejor debate para la exposición inteligente de ideas y propuestas en una campaña política, es el que parte del establecimiento estratégico de contrastes, contrastes que permiten distinguir con total claridad cada oferta y su respectivo autor, su perfil, su trayectoria y su propia productividad, en un marco de eficaces líneas de comunicación política y social. Y es aquel candidato el que logra capitalizar mayormente el espacio con tal fuerza en sus palabras que no da lugar a dudas -por cuanto proyecta respeto, seriedad y responsabilidad, pero sobre todo  pleno convencimiento de que llegará a su meta por lo construido transversalmente hasta ese momento-, quien obtiene los mejores resultados.

Así, después del ejercicio ex profeso efectuado este pasado martes 9 del presente mes entre los ocho candidatos a Gobernador -evento que organizó por ley el Instituto Estatal Electoral- emerge la coyuntura de interpretar acertadamente el veredicto popular, que se ubica muy por encima de la evidente, por lógica, lectura de cada abanderado y consecuente fuerza política.

Por consecuencia, ante la clara problemática que embarga a la ciudadanía en todos los rubros: economía, campo, salud, educación, vivienda, legalidad, justicia social, seguridad, comunicación, entre otros, su postura es ampliamente visible, de una fuerte exigencia de justicia, y al mismo tiempo, el mejor parámetro para cuantificar entonces qué tanto se pudo responder por parte de cada candidato. Es decir, por lo menos la cobertura de tres aspectos fundamentales: 1).- Reconocimiento fidedigno de la realidad del pueblo, y el papel consecuente de cada cual.  2).- Propuesta directa y contundente para atajar el mal en un marco de congruencia y de líneas de acción transversal, la garantía de una sola voz sincrónica que aterrizará si más en hechos de probada eficacia cada promesa en favor de la gente, y 3).- Reforzar la garantía de que la palabra basta en la nueva realidad política sin necesidad de comprometer de antemano herramientas de castigo, sin suponer pues como un fracaso anunciado que ya no es seguro que el gobernante se mantenga en el camino del bien.

Así, para el candidato de Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), Miguel Ángel Navarro Quintero, que no escatimó tiempo ni recursos para enriquecer su visión del evento, convocó 12 horas después a los medios de comunicación para entablar el análisis del debate, y es ahí bajo el intercambio de preguntas, respuestas y propuestas de los comunicadores, que coincidió en que el debate continúa con el pueblo, continúa con cada familia, con cada ciudadano que exige respuestas a sus crecientes reclamos de justicia, toda vez que para su proyecto, que enarbola el ambicioso sustento del sentido social, urge transformar el veredicto de la sociedad en un gran pacto por la honestidad, la eficacia, la sensibilidad y la justicia en bien de todos los nayaritas. Asimismo, se pronunció por el volver a ser objeto de escrutinio por parte del pueblo, contrastar propuestas con sus contrincantes, y demostrar quien sí tomó nota del reclamo popular, y en lo subsecuente dejar en claro quien sí sabe escuchar a la ciudadanía y le cumplirá a la postre desde el gobierno.

Acompañado de su coordinador de campaña, Daniel Yañez, y bajo la organización comunicacional de la periodista María Esther González Aguilar, Navarro Quintero esbozó su descripción del perfil de cada contrincante, a quienes sin mayor empaño criticó sus desaciertos derivados del trabajo y trayectoria tenidos hasta ahora en función de los beneficios que tiene la ciudadanía, y por tanto, consideró que es momento de hablar de frente a la gente, con total honestidad, convocándole a través del cómo, cuándo, dónde y por qué, que en este caso se trata de su proyecto, “que sí, enfatizó, dará solución de fondo a los problemas que aquejan al Estado”.

De cierto, Miguel Ángel Navarro posee un severo desafío, y es robustecer esa serenidad que demostró en el debate, serenidad que le permitirá mantenerse incólume ante el vendaval, siendo garante al mismo tiempo de firmeza y madurez para defender al nivel que lo exijan las circunstancias el derecho de la gente de vivir en paz, justicia e igualdad social.

Mientras tanto, cada candidato posee su particular desafío en razón de lo que preconiza a la sociedad, y solo aquel que logre eslabonarlo a cabalidad con los sentimientos de Nayarit, se abrirá camino a la meta. ¿Lo logrará Miguel Ángel Navarro Quintero? Que todo redunde pues en bien de los nayaritas.