En puerta el esperado debate
Sergio Mejía Cano
08 de Mayo de 2017
Pues como no hay plazo que no se llegue y fecha que no se cumpla, hoy después de la decepcionante pelea de box tan esperada, ahora para los nayaritas la expectativa está puesta en el próximo debate de los candidatos a la gubernatura del estado, por lo que ya se oyen voces a favor y en contra de los candidatos que, a puerta cerrada habrán de decir sus propuestas a favor de nuestra entidad.
Desde luego que hay quienes reconocen que frente a tres viejos lobos de Mar en cuestiones políticas, posiblemente los demás se vean superados en cuanto al asunto de saber llegarle a la gente diciéndole lo que ésta quiere oír. Aunque podría surgir durante este debate el garbanzo de a libra que tape bocas o que saque un as bajo la manga diciendo nuevas propuestas que a los demás se les hayan olvidado o que no las hubiesen tomado en cuenta por considerarlas tal vez ser inapropiadas, intrascendentes y posiblemente hasta inverosímiles. Sin embargo, para la mayoría de las viejas generaciones la mayoría de las propuestas que hagan los candidatos serán lo mismo que han dicho todos los políticos que aspiran a un puesto de la magnitud de gobernar un estado de la República; para la mayoría de las viejas generaciones, porque aunque sea difícil de creer, aún hay adultos de la tercera edad que le siguen creyendo a las promesas de campaña y que con cualquier cosa que oyen que sienten que les llega piensan o deducen tal vez que ahora sí podría ser cierto lo que les están prometiendo y llevan años oyendo; pero como se dice comúnmente: la esperanza muere al último.
Otra de las cuestiones que se hacen muchas personas y que se oyen en los encuentros ocasionales, plazas y jardines, en las mesas de café, etcétera, es de el porqué el debate de los candidatos a gobernador tiene que ser a puerta cerrada, porque hay gente que se inclina a que sea a puertas abiertas; sin embargo, a pesar de que sería ideal, podría ser contraproducente por aquello de las porras o a la mejor la falta de un silencio adecuado para el marco del debate y que en vez de ayudar perjudicaría no nada más a uno de los contendientes, sino a todos en general porque al momento de estar exponiendo sus propuestas tal vez los ánimos se llegaran a exaltar haciendo imposible que se oyeran con claridad; así que también por lo mismo, hay ciudadanos que se inclinan por el debate a puertas cerradas pero que sea trasmitido en vivo y sin cortes para evitar suspicacias al respecto y además, si bien no se puede obligar a ninguno de los candidatos que se vista de alguna forma, sí se podría hacerles la sugerencia que se presentaran sin saco para indicar que no llevan ningún aparato que les sirva de apoyo a un posible audífono en donde sus asesores les estuvieran dictando las respuestas. Que le hicieran como muchos magos que muestran sus manos y que no traen mangas y nada por aquí, nada por allá y si es posible hasta darse una vuelta para demostrar que no traen nada colgado al cinto.
Y esto de que se mostraran ante ellos mismos y ante las cámaras trasmisoras del debate que no recurrirán a ninguna artimaña debido al avance tecnológico en cosas de la comunicación en que un audífono podría pasar desapercibido debido a su tamaño que cabe en el canal auditivo y que no se puede ver. Así que si hay espontaneidad y honestidad entre los participantes, el debate podría dar mejores resultados porque demostraría la agilidad mental de los que debaten por si acaso les llegaran a hacer alguna pregunta de botepronto respecto a alguna de sus propuestas en donde lo que responda podría decir mucho de su capacidad para enfrentar los grandes problemas que padece nuestro estado.
Es obvio que la mayoría, si no es que todos los que se presenten a debatir y que ojalá y se llegaran a presentar todos los aspirantes a ser gobernador del estado, llevarán más propuestas que ataques a sus adversarios, porque si se la pasan señalando acciones del pasado o recientes de alguno o de todos los participantes, pues se podría perder un tiempo precioso y tal vez no se llegaría a nada, más que a puro argüende de comadres.
Así que sería óptimo que los participantes en el debate se presentaran en mangas de camisa, como se dice coloquialmente, para que quienes estén al tanto del esperado debate comprueben que nadie de los ahí presentes está recibiendo qué decir a través de algún aparato. Porque aunque no responda alguien con propiedad quedaría mejor ante la opinión pública diciendo “no sé”, a que se vea que espera que se le diga qué responder.
Comentarios