El punto neutro siempre es mejor

A varios compañeros se nos vino a la mente un jubilado del ferrocarril que al ir viajando en un tren de pasajeros cuando el jubilado aún se encontraba activo como conductor de trenes, se le acercó una persona para preguntarle cuánto tiempo hacía el tren de Guadalajara a Nogales. Pero el recuerdo fue porque esa persona al llegar le dijo al conductor: “oiga amigo, cuánto hace el tren de Guadalajara a Nogales”; y cuando se alejó esa persona le preguntamos al conductor si era su amigo, a lo que el conductor respondió que no, pero que si le decía que no era su amigo a la mejor se iba a disgustar aquella persona.

Y esto lo dijo, porque platicaba este conductor que cuando era niño allá por los años 30 del siglo pasado, a la población de donde era había llegado un señor desconocido a preguntarle a su tío por unas tierras, diciéndole amigo, y que su tío que andaba estresado con el arado le dijo en forma altisonante o al menos así pareció que él no era su amigo, y que el recién llegado sacó una pistola de entre sus ropas y le dijo a su tío que si no era su amigo, pues entonces era su enemigo y como a Rosita Alvires, nomás tres tiros le dio, y se dio a la fuga el amigo. Así que a él se le había quedado grabada esa escena y siempre que le decía “amigo” alguien a quien no conocía, respondía de buena manera, porque no fuera siendo.

Y esto viene a colación debido a esa frase que mucha gente toma muy a pecho: “Si no estás conmigo estás contra mí o si no eres mi amigo eres mi enemigo”, y en forma parecida diversas formas de decir esto que se atribuye a un texto bíblico según el evangelista Mateo; sin embargo, esta frase es muy utilizada y aplicada por muchas personas sin detenerse a pensar que en toda fuerza o movimiento siempre hay  o tiene que haber un punto neutro: ni para allá ni para acá, sino todo lo contrario y que no porque alguien no apoye a alguien ya por eso pueda decir que está en su contra. Como cuando el desquiciado mental de George W Bush era presidente de los USA les dijo abiertamente a las naciones dizque aliadas que si no lo apoyaban dando su voto para invadir primero Afganistán y después Irak, entonces estaban en contra de él y desde luego su país. Y ahora el actual presidente de los USA, Donald Trump les ha dicho la misma frase a sus congresistas, de que si no están con él están en su contra en caso de que no le apruebe
n el presupuesto para la construcción de su dichoso muro fronterizo con nuestro país, y de que claramente estarían apoyando a los cárteles de la droga y la inmigración, etcétera.

Desde luego que esa frase está completamente fuera de lugar, porque hasta los huracanes tienen su punto muerto, su neutralidad por así decirlo, pues en el ojo de un huracán se mantiene en completa calma mientras su entorno hace de las suyas con su fuerza devastadora. Cualquier motor también cuenta con su punto neutro ya sea que esté encendido holgando o apagado, el punto neutral tiene mucho qué ver. Y así la humanidad que también debe ser y permanecer neutral en muchos de los aspectos de su vida para no herir susceptibilidades.

Así que en aquella ocasión en que Bush lanzó su perorata de que quien no estuviera con él estaba en contra, no hubo un país que le dijera que era su bronca y no la de otros y que no tenía por qué involucrar a otras naciones, pero no ni siquiera México alzó la voz para señalarle que ese no era problema de los mexicanos; sin embargo, nadie alzó la voz por parte del gobierno mexicano, y como se dice que el que calla otorga, pues el silencio del gobierno mexicano se tomó como una aprobación y beneplácito de ambas invasiones cruentas.

Y a propósito del gobierno mexicano, si bien aparentemente no es el mismo cuando Bush, ahora se está metiendo entre berenjenales al inmiscuirse en los problemas de la hermana República de Venezuela, haciéndole el caldo gordo a la Organización de los Estados Americanos (OEA) que, según los analistas lo único que está haciendo esta organización es seguir los dictados del gobierno gringo y por ende nuestro país, sin tomar en cuenta la llamada Doctrina Estrada pero plasmada en nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 89 en donde se debe de respetar en todo momento la no intervención y la libre autodeterminación de los pueblos, así como la resolución pacífica de controversias. Así que en todos estos casos que no nos atañen en lo absoluto más que moralmente, lo mejor es permanecer neutrales sin que por ello se nos tache de inequidad.