Riesgos laborales latentes
Sergio Mejía Cano
24 de Febrero de 2017
Hoy ha quedado demostrado que los daños colaterales provenientes de la Reforma Laboral aprobada en 2012 continuarán sin parar para la clase trabajadora, pero lo más triste es que ha quedado claro que la mayoría de los representantes populares ya no son tales, sino los verdugos de esta clase al dar claras evidencias de estar protegiendo más los intereses patronales que los laborales.
Eso de que a un trabajador que enferme por riesgos laborales únicamente se le pague nada más el 50 por ciento de su salario completo por enfermar a causa del trabajo que tenga que desempeñar es una clara falta de respeto hacia la clase trabajadora que cada día queda más desprotegida ante los embates de los patrones o empleadores que con beneplácito ven cómo nos encaminamos cada vez más a una situación de esclavitud disfrazada en donde los trabajadores paulatinamente han estado perdiendo sus conquistas laborales, muchas de ellas ganadas con base a sangre, persecuciones, encarcelamientos y en su caso, hasta destierros.
En vez de que los diputados defendieran a capa y espada estas conquistas que están desapareciendo con su aprobación, se alían para que la clase trabajadora quede cada día más desprotegida así sea que vaya en detrimento su propia salud. Porque tal y como está esta iniciativa de ley de que se reduzca el salario por causa de enfermedad profesional derivada por riesgos del trabajo, es tanto como estar viendo a los trabajadores como pañuelos desechables que cuando se enfermen y queden incapacitados para seguir laborando, hacerlos a un lado pagándoles una miseria y emplear a otro más, pues al fin y al cabo mano de obra hay mucha y quizás habrá mucha más si es que se cumple la promesa del emperador del norte de deportar masivamente a muchos de los connacionales que están en los USA.
Existen en nuestro país infinidad de trabajaos que conllevan daños colaterales, desde los mínimos hasta los más graves y poca atención se ha puesto en ello, al contrario, ahora que hay más contaminantes de todo tipo en todos lados y que por lo mismo, podrían dañar la salud de muchos trabajadores, se pone en marcha esta iniciativa para en vez de protegerlos y pagarles más por esos riesgos, se pretende todavía pagarles menos y además, lo que se podría considerar como lo más criminal, es dejar a la clase patronal qué es lo que se podría determinar como riesgo laboral y lo que no; dejando al Sector Salud a un lado que en todo caso sería el más recomendable para que hiciera el balance de estos riesgos laborales.
Existen riesgos hasta para un empleado de mostrador que esté en un negocio situado en una calle muy transitada debido a los altos índices de contaminación que dejan los vehículos automotrices. Así que este empleado que está expuesto durante todas sus horas de servicio respirando las emanaciones de los vehículos podrían dañar en poco tiempo sus vías respiratorias. Sin embargo, se ha documentado que por ejemplo los trabajadores de las minas a lo largo y ancho del país están expuestos a respirar gases tóxicos que emanan de las entrañas del subsuelo en donde andan trabajando, y se dice que no nada más los mineros que andan bajo tierra, sino también los que andan a cielo abierto al tener que manejar químicos con los que trabajan los metales que encuentran. Y también están los trabajadores en donde emanan radiaciones de alta intensidad pero que no se les advierte o si es así, el equipo que se les proporciona, muchas de las veces no es el apropiado o no presta la seguridad suficiente para que esas radiaciones no los atraviesen y contaminen el cuerpo del trabajador.
Hay compañeros ferroviarios que ganaron sendas demandas por riesgos laborales debido a que entre Ixtlán, Nayarit y La Quemada, Jalisco, existen varios túneles en los que se encierra el humo de las locomotoras teniéndolo por fuerza que respirar la tripulación de un tren. Así que dicha demanda que ganaron versó en daños colaterales de oído, pulmones y vista, así como anémicos; y la demanda por el oído afectado, procedió por el silbato de las máquinas que es muy potente y de altos decibeles que el oído humano no puede soportar sin dañarse irremediablemente; el daño a los pulmones obviamente por el humo que emiten las máquinas, la vista por llevarla fija en los manómetros, camino, señales y distancias, y males anémicos y sus degeneraciones debido a la mala calidad alimenticia a bordo de los trenes debido al tiempo de viaje que en ocasiones se alarga más de 16 horas. Pero en fin. Sea pues. Vale.
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