Nubarrones de división en el PRI

Hoy por la tarde arribará a esta capital el Dr. Enrique Ochoa Reza Presidente Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) el que presidirá los trabajos de instalación del nuevo Consejo Político Estatal de ese partido. El evento se verificará en la explanada de su edificio central.

En ese acto político el priísmo nayarita espera que su dirigente nacional fije su posición respecto a las declaraciones públicas que hizo el Lic. Raúl Mejía González, -uno de los aspirantes a la candidatura a gobernador del tricolor- en el sentido de amenazar que de no ser electo como candidato renunciará a su larga militancia priísta para postularse como candidato independiente.

En una entrevista publicada en el Diario El Universal y otra en el Financiero el ex senador de la república afirmó ser el candidato ideal para llevar a la victoria al PRI en las elecciones del próximo año ya que el otro aspirante Manuel Cota Jiménez actual senador de la república y líder nacional de la Confederación Nacional Campesina (CNC) representa al viejo corporativismo y al establishment que ha sido la causa de las últimas derrotas electorales de su partido.

En la entrevista el Lic. Raúl Mejía señaló verdades a medias. Veamos algunas:

1.-En efecto, el PRI ha perdido credibilidad en la ciudadanía porque ha designado a lo largo de décadas a sus candidatos a los diversos puestos de elección popular mediante el reparto de cuotas de poder y no a militantes o ciudadanos con vocación de servicio social, lo que ha devenido en gobernantes corruptos y que en total impunidad utilizan el erario público como un botín personal.

Sin embargo, en lo que no dice nada el líder nacional de la liga de economistas es el hecho que esos delincuentes de cuello blanco se burlen de la justicia y de quienes gobernaron.

¿Por qué el prestigiado profesionista muy cercano a la cúpula nacional priísta no tuvo el mismo discurso enjundioso en contra del dedazo en la designación de candidatos en aquellas entidades en donde fueron derrotados?

2.-Ahora condena al corporativismo en el que está sustentada la precandidatura del Senador Cota Jiménez, pero acaso olvida que en las elecciones del 2011 como aspirante a gobernador hizo alianza con el cacicazgo magisterial de la Sección 20 encabezado por Gerardo Montenegro en su propósito de cerrarle la candidatura a Roberto Sandoval Castañeda, hoy gobernador.

3.-El hecho de autoseñalarse como el candidato ideal que representa a las clases medias que han sido las más vapuleadas por la actual crisis económica y que de no ser designado como candidato oficial del tricolor renunciará a su militancia huele a chantaje político; es como decir, o soy el candidato o me postulo como independiente.

Si el ex senador de la república hubiera renunciado a ese partido cuando Roberto Sandoval ganó la gubernatura de Nayarit o cuando el PRI impuso por dedazo a varios candidatos a gobernadores su crítica hubiera sido congruente  con la posición que hoy asume. A lo largo de su carrera política él ha sido beneficiado por las élites de su partido.

4.-Nadie duda de su capacidad profesional y política. Lo que se advierte en la entrevista es un síntoma de una derrota anticipada ante el otro aspirante a gobernador Manuel Cota Jiménez. Es más se comenta en los círculos políticos de esta capital que atrás de este ultimátum del Lic. Raúl Mejía se esconde la mano negra de su cuñado Ney González Sánchez. Todo mundo conoce que el ex gobernador desde las sombras pasará factura a sus adversarios Roberto Sandoval Castañeda y Manuel Cota. Dividiendo al PRI haría más factible la derrota del tricolor en el 2017 ante una eventual alianza de izquierda, centro y derecha.

El Lic. Raúl Mejía tiene todo el derecho de postularse como candidato a gobernador por la vía independiente. De hacerlo pondrá en juego todo su capital político, pero no creo que le de los suficientes votos para ganar la elección si tomamos en cuenta que su candidatura atomizará o alejará de las urnas el voto popular en perjuicio de nuestra institución gubernamental porque es probable que el próximo gobernador del Estado sea electo por abajo del 30% de los ciudadanos, es decir un gobernante débil y en una situación de crisis económica que para enfrentarla necesitará de la unidad de todos los nayaritas independientemente del partido al que pertenezcan.

Es lamentable que nuestra actual clase política gobernante en el país continúe apostándole a proyectos y ambiciones personales o de las pequeñas élites. Continúan ciegos al reclamo popular que de no atenderse arrastrará inevitablemente a una crisis de gobernabilidad con graves consecuencias para nuestro país. Esperemos que prevalezca la cordura y la altura de miras en el tricolor…