La alianza sin pies ni cabeza

Hasta el día de hoy el proyecto de un frente amplio opositor en la que participarían el PAN, PRD, PT, Encuentro Social y Movimiento Ciudadano discurre en declaraciones de buena voluntad en sus cúpulas dirigentes, pero en los hechos los perredistas y panistas se dan golpes bajos tanto en las redes sociales como en los medios de comunicación, incluso hasta hubo la intentona de imponer al joven empresario del Grupo Álica, Antonio Echevarría García como el candidato ideal a la gubernatura de Nayarit por medio de un madruguete en el que participaron los principales dirigentes estatales del blanquiazul.

En esta guerra mediática para medir quien tiene más fuerza política entre el Dr. Leopoldo Domínguez, alcalde con licencia de Tepic y Echevarría García parecía que se encontraban en un callejón sin salida.

Sin embargo trascendió el día de ayer que para el lunes próximo será instalada la coordinadora ejecutiva en la que participarán los dirigentes estatales de Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD), Partido del Trabajo (PT) y Encuentro Social, no así los dirigentes del partido Movimiento Ciudadano que hasta ahora no tienen la anuencia de su dirección nacional para coaligarse con un partido de la derecha como es el PAN.

Se dice que en esta primera reunión de la coordinadora ejecutiva se instalarán mesas de trabajo en las cuales se redactarán el proyecto programático de gobierno y el convenio político de los partidos coaligados.

Respecto a la plataforma programática de gobierno los partidos coaligados deberán definir las líneas generales en gobernabilidad, Estado de Derecho, política económica, política social, política fiscal, política cultural y deportiva y la manera de cómo serán concretadas en acciones de gobierno.

En cuanto al convenio político que será la esencia cualitativa y cuantitativa de ese frente amplio opositor deberán quedar plasmados los compromisos políticos que asumirán en caso de ganar la gubernatura del estado, alcaldías y diputados en la próxima legislatura. En otras palabras de si ese frente amplio opositor se circunscribirá en el plano electoral o trascenderá en una alianza para cogobernar en los tres niveles de gobierno de manera que se garantice a los nayaritas su compromiso de hacer cambios profundos en administración pública estatal, municipal y en el órgano legislativo.

Seguramente en esta misma mesa deberán ponerse de acuerdo en el método más adecuado para designar a los candidatos a gobernador del estado, a presidentes municipales, regidores y diputados en los 18 distritos electorales.

Quizá éste tema será el más debatido dado la polarización que existe entre los seguidores del Dr. Polo Domínguez y Toño Echevarría “junior”.

Si no hay voluntad política de las corrientes hegemónicas del PAN y del PRD y un fuerte pero tolerante liderazgo que reagrupe a la militancia de ambos partidos será difícil construir un frente amplio opositor ganador.

Están equivocados quienes piensan que las circunstancias políticas son las mismas que hubo en 1999 cuando se llevó al empresario fundador del Grupo Álica, Antonio Echevarría Domínguez a la silla gubernamental mediante una alianza opositora.

En aquellas elecciones había un líder indiscutible por su carisma como ciudadano honesto y que reivindicaba a la política como un instrumento   de resolver los problemas en la que los nayaritas junto con el gobierno aliancista cambiarían las viejas estructuras del  poder político priísta anquilosado, represivo y corrupto.

En aquel año el Gobierno del Estado con Rigoberto Ochoa Zaragoza como mandatario estatal tenía en el completo abandono a toda la comunidad nayarita, es decir, poca obra pública, mala administración de la hacienda estatal, nepotismo, intolerancia a la libre manifestación de ideas y una pésima procuración e impartición de la justicia.

Habrá que agregar a lo anterior a un PRI totalmente dividido en corrientes intolerantes en donde cada quien jalaba para su lado.

Recuérdese que de ese PRI dividido y contrapuesto abandonó sus filas Antonio Echevarría Domínguez. Enseguida vino el encontronazo interno entre los precandidatos a gobernador el Dr. Lucas Vallarta Robles, Félix Torres Haro, el General Álvaro Vallarta y Salvador Sánchez Vázquez quienes al no ponerse de acuerdo quien sería el candidato de unidad fue en la Ciudad de México en donde se impuso al Dr. Lucas Vallarta como candidato a gobernador al que dejaron solo durante toda la competencia electoral.

¿Cuál fue el principal factor que hizo posible el triunfo de la alianza por el cambio encabezada por Antonio Echevarría Domínguez? El anhelo de  cambio en el ejercicio del poder gubernamental que fuera diferente al ejercido ininterrumpidamente por el PRI durante más de 50 años.

Hoy los nayaritas ya conocimos lo que significó en términos del ejercicio del poder del gobierno aliancistas de 1999. En poco se distinguió del PRI. Todo siguió igual. Nada para trascender en la historia de Nayarit a excepción de que fue esta alianza la que sacó por primera vez al PRI de Palacio de Gobierno. Fue una alianza fallida.

Por otro lado de concretarse este frente amplio opositor deberá enfrentar a un PRI unido en sus filas internas y con un Gobierno Estatal priísta al que no se le puede regatear, -aun con sus errores- que ha realizado una gran cantidad de obra pública por toda la entidad pese a que recibió una hacienda estatal endeudada por el anterior ex gobernador Ney González.

En cambio el frente amplio opositor, sea quien sea su candidato a gobernador llevará a cuesta el reclamo de miles de tepicenses en contra de un gobierno municipal de coalición PAN-PRD que no cumplió sus compromisos de transformar el municipio de Tepic, nada menos el que aporta el 30% del electorado del padrón estatal electoral. Quien pierda la capital podría perder la gubernatura de Nayarit…