Necesarias las odiosas comparaciones

Se dice comúnmente que no es ético hablar de los muertos ni de los ausentes y menos si éstos ya no tienen manera de defenderse de lo que de ellos se diga, porque ahora a toro pasado, han empezado a circular informaciones sobre la supuesta fortuna con la que contaba el Comandante Fidel Castro Ruz, y hasta una isla de su propiedad se le atribuye; lo mismo se dice de uno de sus hijos que hasta yates lujosos tiene en su haber. Lo raro de todo esto es por qué no se sacó a la luz todo esto cuando aún vivía Castro Ruz.

Igualmente, hay un dicho que señala que las comparaciones son odiosas, pero a veces necesarias para contar con un parámetro cuando algo sucede, como hoy en día en que una buena parte del Sector Salud salió a las calles de la capital nayarita para exigir el pago de prestaciones que no se les ha abonado aún y reclamar la necesidad de equipo adecuado para dar una atención mejor a quien lo requiera. Y esto, obviamente que lleva a pensar en el Sector Salud de Cuba en donde por más ataques que ha recibido el régimen de Fidel Castro, por el lado de la salud hasta el día de hoy no hay quien haya dicho algo referente, porque tal y como nos tienen acostumbrados a buena parte de la población a tratar de hacernos creer que la Cuba de Castro es lo más próximo al infierno, no hay hasta ahora una voz que contradiga a quien afirme que el sistema de salud en la mayor de las islas antillanas sea precario o con todo y pena, peor que el de nuestro país o toda Latinoamérica en su conjunto e incluso de los USA.

De Cuba se ha dicho que los anaqueles de las tiendas están vacíos, que la gente hace largas filas para adquirir pequeñas porciones de alimento, que las cárceles son de lo peor, que los cubanos no tienen libertad para votar a sus gobernantes y que no tienen permiso para viajar fuera de la isla bajo ningún motivo o concepto. Sin embargo, cada vez que oigo despotricar a alguien sobre Fidel y el sistema de vida que implantó en su país, me parece que hablan de México o de cualquier otro país de Centro y Sudamérica; y más cuando se refieren a los derechos humanos que supuestamente son vil y constantemente violados por el régimen cubano.

Si bien se podría decir que aquí en nuestro México lindo y querido los anaqueles de las tiendas de todo tipo están llenos de mercancía, de qué nos sirve a la gran mayoría de la población si no contamos con el poder adquisitivo suficiente para abastecernos de lo más indispensable para poder llevarnos algo de comida a la boca, vestirnos calzarnos, abrigarnos y buena parte sin tener un techo seguro en donde guarecerse. Y claro que aquí tenemos la libertad para poder elegir a nuestros gobernantes, pero lo malo es que precisamente porque se han dado y documentado claras muestras de que muchas de las veces el voto libre y secreto no se respeta, y esto ha conllevado a que una parte de la población que cada día crece más y más, se abstenga de votar por tener la plena convicción de que su voto no es respetado y de que para qué vota si siempre ganan los mismos; y si de democracia se habla, los gringos nos han puesto la muestra que su tan cacareada democracia no tiene nada de democrática, pues ponen a quien quiere una cúpula y no al ente político por el que votan las mayorías, haciendo una burla de la frase que se le atribuye al prócer norteamericano Abraham Lincoln, que se dice contemplaba la democracia como “del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”; sin embargo, ya vemos que esto es nada más que una utopía en todo el continente americano y en otras partes del mundo, si no es que en todo el orbe la iguana masca del mismo lado en todas partes.

Y claro que aquí en México tenemos la libertad para poder salir del país a donde queramos, pero ¿con qué ojos divina tuerta? He ahí las puertas están abiertas para poder viajar por todo el mundo, nada nos lo impide más que la triste realidad de nuestra situación económica. Así que no importa que no estemos en Cuba encerrados con la prohibición de salir, si a fin de cuentas viene a ser lo mismo que los cubanos: los mexicanos tampoco podemos salir de nuestro país tan fácilmente; si acaso llegar con dificultades a la frontera norte y tratar de brincar al otro lado, siempre y cuando no quedemos en una fosa clandestina sin ojos, riñones, hígado, corazón y bofes.

Y en cuando a derechos humanos, ¿qué más derechos primordiales requiere un ser humano que no sea tener acceso a la Salud y a la Educación-enseñanza? Sectores que menos le importan al gobierno mexicano.