¿Por qué ganó Trump? porque sacaron a Sanders de la jugada

No eliminen a Sanders de la contienda presidencial en los Estados Unidos de Norteamerica y, Trump, no fuera el triunfador para el máximo cargo político del país imperial más poderoso de la tierra. Trump no le hubiera ganado a Sanders y, éste, sería el ganador; por tanto, el próximo Presidente de la Unión Americana. El mundo estaría jubiloso, festivo, alegre y optimista. No viviríamos la zozobra y angustias del momento. Hasta los niños norteamericanos y del mundo están sumamente preocupados y temerosos de ser separados de sus padres y del estallamiento de un conflicto bélico a nivel del planeta que acabaría con la vida humana.
 
La juventud norteamericana es lo que planteaba al apoyar la sensata propuesta del socialista-demócrata llevando de aliado natural a las grandes masas femeninas del inmenso y poderoso país. Jóvenes y mujeres le hubieran dado la aplastante mayoría al personaje que irrumpió en la estrecha política norteamericana y que sorprendió al mundo. El imperio dijo otra cosa. Saca de la jugada al personaje que planteaba un programa progresista para los 50 estados de la Unión, justo, lo que se necesitaba y necesita hoy en día. Ahora, lo que se ve, son caras largas. Ya ni llorar es bueno. Palo dado ni dios lo quita. Lo que sigue, es luchar, luchar y luchar. En las calles y en todos lados.
 
¿A quién culpar?
 
El único culpable y responsable de la unción de Trump, es el imperio. Nadie más. Son ellos mismos. Ahora, a recomponer.
 
Tienen razón aquellos que afirman que aún existe una remotísima posibilidad para evitar la llegada de Trump a la Casa Blanca. Los Consejeros Electorales de Estados Unidos tendrían elementos más que bastos y suficientes para decidir el diciembre que viene ---antes de enero cuando tenga que asumir el magnate---, por Hilary a fin de que sea la Presidenta de la Unión Americana y, no, el ostentoso y grotesco multimillonario Trump. Existe, en verdad, esa instancia jurídica. Remota, pero existe. Al mundo le convendría. Para empezar, con Trump no sabemos qué pasará con las relaciones Cuba-Estados Unidos muy aventajadas por Obama y Raúl, cuestión estratégica en la política internacional, en particular en América Latina. Hacemos votos porque Trump no cometa una locura decidiendo llevar las tropas invasoras a la isla, así como, también, a Venezuela, dónde se desarrolla un proceso revolucionario que rescata las riquezas naturales y humanas del país hermano. Es lo que a los hombres de buena fe en el mundo, nos preocupa.
 
No es para nada desdeñable en términos de los resultados y que el Colegio Electoral norteamericano deberá valorar, como primera cuestión, que la mujer adelanta en el voto popular al Republicano con más de 300 mil votos. Tal circunstancia, nos habla de un sistema electivo absolutamente desfasado y que debe ser actualizado para que sea confiable y veraz. Es lo que reclaman las grandes manifestaciones de norteamericanas volcadas por las calles desde el primer minuto que se anunció la victoria del republicano. ¿Cómo es posible que ganara el candidato que menos votos obtuvo? Es el justo reclamo de las grandes masas de estadunidenses.
 
Cierto, son muchas las lecciones que nos deja el triunfo de Trump. El mundo no habla de otra cosa. En los cinco continentes, el tema es la victoria de Trump en los Estados Unidos. Y, aunque la estructura imperial no cambiará, las relaciones internacionales, si, a partir de que, hoy por hoy, el mundo unipolar ha dejado de ser, para dar lugar, a otro multipolar, en el cual, los Estados Unidos tienen que negociar con potencias como Rusia y China, tal cual se demostró, con la ovación que lanzó el parlamento del país de Putín, al conocer la delantera del magnate norteamericano en los Estados Unidos, el pasado 8 de noviembre.
 
La estructura del imperio seguirá igual. Su política de dominación continuará como hasta hoy. La esencia de las trasnacionales ha sido y es succionar los recursos de todos los países, a partir de la filosofía de las leyes del mercado, que son ciegas, mismas que, en nada favorecen a los pueblos de la tierra, pero, si, a los monopolios globales, los cuales, están asentados en la Unión Americana.
 
Por lo pronto, decimos desde acá, como una primera reflexión válida y científica, que Trump ganó porque el imperio decidió sacar a Sanders de la contienda. Con Sanders de Presidente, ese si hubiera sido un verdadero cambio. Es lo que reclama la juventud norteamericana. Es lo que pronto renacerá. No hay duda.