Chisgarabís
Oscar González Bonilla
29 de octubre de 2016
Contra la corrupción que lacera todos los quehaceres de la vida, de Andrés Manuel López Obrador ha sido el pregón por cada uno de los rincones del territorio nacional. Nayarit no fue la excepción en la reciente visita del seguro candidato de MORENA a la presidencia de la república en las elecciones de 2018.
La corrupción empobrece, con mucha más razón a la población desvalida, pero además tiene costos económicos, políticos y sociales. Las consecuencias muy claras se ven en la discriminación sufrida por las diferentes etnias que habitan nuestra entidad, pero además afecta a quienes viven en las zonas urbanas de alta marginación.
La corrupción repercute sobre todo en el bienestar y calidad de vida de los ciudadanos. Todos los programas del gobierno se verían beneficiados con una disminución en la corrupción. Asimismo, la corrupción es un obstáculo. Inhibe la inversión, reduce la productividad del gasto público, distorsiona la asignación de recursos públicos, profundiza la desigualdad y, por tanto, disminuye el crecimiento.
La corrupción, dicen expertos, es una enredadera en crecimiento que se riega con impunidad.
Estas, entre otras muchas razones, provocan que Andrés Manuel López Obrador se pronuncie cuantas veces considera necesario por abolir este mal al transparentar el manejo de los dineros cuando se está en el ejercicio público. Pero no sólo eso, la conducta humana debe ser de irrestricta honestidad.
En mente el representante de MORENA ha desarrollado la idea de priorizar acciones de gobierno, en las entidades donde se llegue al poder por voluntad popular, para favorecer a los más pobres de México con los miles de millones de pesos recuperados con acciones anticorrupción.
De igual manera la protección social deberá recaer entre los productores agrícolas, hoy en día desprotegidos por falta de precios de garantía. El cobijo también será para ejidatarios y comuneros cuya actividad agrícola, en la actualidad paralizada, quienes recibirán de la oficialidad de izquierda los incentivos justos y necesarios.
En la lista de prioridades de AMLO, según lo dejó bien entendido en los doce municipios de Nayarit por él visitados, se encuentran los jóvenes cuya demanda de estudios no es atendida por las universidades públicas. A ellos, de entrada se ampliará la cobertura educativa, se dirigirá la beca universal para facilitar el avance académico hasta ser profesional.
Estas posiciones político-ideológicas con toda seguridad tendrán réplica por parte del doctor Miguel Ángel Navarro Quintero (humanista y con elevada sensibilidad social), hoy estatal Promotor de la Soberanía Nacional y mañana candidato de MORENA al gobierno de Nayarit.
Andrés Manuel López Obrador prometió regresar a Nayarit durante noviembre venidero para supervisar de manera rigurosa la constitución de comités en los 20 municipios de la entidad, integrados en su totalidad por nueve mil personas que se dividirán en representantes electorales y promotores del voto, cuya estructura se ha diseñado con anticipación participará en los procesos electorales local en 2017 y nacional en 2018, cuando los candidatos de MORENA busquen la gubernatura del Estado y la presidencia de la república.
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