“La revolución debe saber defenderse”
Miguel González Ibarra
27 de octubre de 2016
En Venezuela se juega todo. Hasta lo de nosotros, aquí en México y, Nayarit, por supuesto. La consolidación de la victoria allá, será también nuestra victoria. Un revés en la tierra de Chávez (tocamos madera) será un tremendo golpe para nuestro pueblo.
Los gringos están desesperados por sacar del gobierno al Presidente Maduro. Los diputados de la Asamblea Nacional, demencialmente, han acordado iniciar juicio contra el Jefe de la Nación, engallados por los sucesos de Brasil y obedeciendo al pié de la letra, las instrucciones de Washington y la Central de Inteligencia de los Estados Unidos de Norteamérica (CIA).
La patria de Bolívar y Chávez, ocupa una geografía riquísima en petróleo. El pragmatismo yanqui pretende apoderarse, otra vez, de las grandes franjas de hidrocarburos rescatadas por la Revolución encabezada por el Comandante Eterno Hugo Chávez, cuya obra histórica, la continúa científicamente el Presidente Nicolás Maduro, a la vez, Presidente del Movimiento de Países No Alineados, organismo que agrupa a un buen número de países de América, Asia, África y Europa, lo cual, es una prueba del prestigio y autoridad de Venezuela con su proceso que ha transformado la vida del pueblo trabajador de aquella gran nación.
No es el petróleo solamente lo que preocupa a los gringos. Ahora, es una cuestión más profunda y de mucho fondo. Lo que sobremanera le preocupa al gobierno imperial de los Estados Unidos, es el patriotismo y la nueva moral que se ha construido entre las grandes masas venezolanas, siendo ejemplo para todos los pueblos de la América Latina y el mundo entero.
El patriotismo y la nueva moral de Venezuela, es la obra más grande edificada por la Revolución Bolivariana. Es lo que quieren destruir los gringos con sus títeres de adentro, según ellos, a toda costa y a cómo de lugar.
Nosotros en Nayarit, somos parte de aquella Revolución, suscitada a kilómetros, kilómetros y kilometros de nuestra tierra, como, igual, fuimos y seguimos siendo parte orgánica, de la Revolución encabezada por el Comandante en Jefe Fidel Castro, con el Moncada, arrancada desde el aparato del Estado, el 1 de enero de 1959.
Estamos muy atentos y al pendiente de lo que ocurre en Venezuela. Somos también soldados de la Revolución Chavista-Madurista. Confiamos en la sabiduría de las grandes masas venezolanas, en particular de su clase obrera, vanguardia del proceso. Creemos en las Fuerzas Armadas, al decidir ---desde el primer día que asumió el mando de la nación el Presidente Chávez---, colocar la imagen del Ché en todos los espacios públicos y privados de sus cuarteles. Tenemos toda la fe del mundo en el Partido Socialista Unido de Venezuela (el PSUV), armado, sobretodo, con las ideas elaboradas por Carlos Marx y, convertido, en el gran forjador de la conciencia revolucionaria de los trabajadores y el pueblo del grandioso país.
Una cuestión importantísima en esta hora decisiva para Venezuela, Latinoamérica, México, Nayarit y el mundo, es la solidaridad de todos los pueblos del globo, a favor de la Revolución Bolivariana iniciada por Chávez. La derecha imperial, se enfrenta al cien por ciento, contra la invencible fuerza y el poderosísimo puño de los trabajadores de todo el planeta, sin excepción de ninguno.
Maduro, Diosdado, el PSUV, las fuerzas armadas, las grandes masas venezolanas, con su clase obrera al frente y sus aliados naturales los campesinos chavistas (estamos plenamente convencidos de ello), sabrán defender esa Revolución, siguiendo el ejemplo de ese gran pueblo caribeño, asentado a sólo 80 millas de la potencia imperial más sanguinaria y criminal de la historia universal, campeonísimo en salud, educación, diplomacia y moral: la tierra de Fidel y Raúl.
Los venezolanos, tienen muy presente y se guían por el principio leninista, el cual, reza letra por letra y palabra por palabra y que es muy oportuno y necesario recordarlo: “LA REVOLUCIÓN DEBE SABER DEFENDERSE”.
Los golpistas pegarán en tepetate.
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