Las vías férreas en calma
Sergio Mejía Cano
20 de octubre de 2016
Pues al parecer está olvidado o superado el tema de que las vías férreas tendrían que desaparecer del lugar que actualmente están aquí en Tepic, porque afortunadamente no ha habido accidentes lamentables que sucedan en alguno de los cruceros públicos a nivel con dichas vías del ferrocarril; lo que pasa es que tal vez lo único que hacen es entorpecer el tránsito vehicular y nada más.
A finales de octubre o principios de noviembre de 1986 un tren arrolló a un autobús en el entonces crucero público a nivel de la avenida México en la ciudad de Guadalajara, en el vecino estado de Jalisco, en donde infortunadamente perdieron la vida varios estudiantes de primaria y secundaria, y desde luego se dejaron oír las voces de la ciudadanía que de una vez y para siempre se tendrían que cambiar las vías férreas para evitar en lo sucesivo esta clase de accidentes, porque ya era insostenible tanta adversidad que generaban los trenes a su paso partiendo prácticamente la ciudad en dos.
Sin embargo, la mejor opción después de sesudos estudios se determinó hacer pasos superiores o a desnivel para evitar en lo sucesivo accidentes en los que se viera involucrado el tren, y esto porque cambiar las vías férreas significaría un alto costo tanto para los gobiernos en sus tres niveles como para el ferrocarril. Así que hoy en día la mayoría de los cruces con el ferrocarril en la perla tapatía cuentan con estos pasos, existiendo en la actualidad nada más dos cruceros: uno en la prolongación de la avenida Enrique Díaz de León y la calle Quetzal, ambos en la colonia Morelos y ya cercanos a lo que fue alguna vez la estación de pasajeros.
Pero allá por los años 60 del siglo pasado se tenía contemplado sacar las vías férreas de su lugar actual, de hecho, lo que ahora es el periférico sur-poniente, era el trazo original para la vía férrea para así rodear toda la ciudad y llegar a la estación El Castillo que es un amplio patio de maniobras del ferrocarril, pero el dilema era la estación de pasajeros, pues cómo se tendría que llegar a ella. Y precisamente en sus inicios, una vez que se cambió la estación de pasajeros del mismo centro de la ciudad de Guadalajara a su actual posición, estaba en las afueras de la ciudad, pues al crearse la nueva estación la vía se conectaba con la “principal del Ameca” y las instalaciones del Ferrocarril del Pacífico (FCP) se construyeron a lo largo de esta vía, y todas las industrias cercanas al centro de la ciudad se cambiaron a este punto; sin embargo, el mismo cambio de instalaciones tanto de los patios de maniobras como de la estación de pasajeros, así como de las industrias, dieron paso a que los asentamientos humanos se llegaran a dar en las inmediaciones de todo esto, por lo que nació la colonia del Ferrocarril, la Morelos y la del Fresno, a donde fueron a vivir trabajadores tanto de las industrias, así como del ferrocarril, por lo que la mancha urbana fue creciendo más allá de los linderos que marcaron alguna vez las vías férreas como los límites de la ciudad.
Algo parecido a como pasa en Tepic, que en su tiempo la estación del ferrocarril estuvo precisamente en los linderos de la ciudad, en las afueras, por así decirlo; sin embargo, los mismos trabajadores del ferrocarril, así como comerciantes de todo tipo se fueron asentando en las inmediaciones de la estación férrea, pero con la salvedad de que seguían siendo los límites de la ciudad; las afueras. Pero hoy en día la mancha urbana ha superado estos límites y obviamente ha despertado la molestia que significa un tren detenido obstaculizando el paso en los cruceros a nivel, hecho que ha dado pie a que se haya formado el clamor de que las vías férreas se cambien de lugar; pero ¿hacia dónde o por dónde?
El proyecto original del FCP no contemplaba a Tepic como ciudad por la que tendría que pasar la vía férrea, sino que de estación Ruiz desprenderse hacia la costa y conectar con la sierra de Talpa-Mascota y así subir hacia Ameca, pero como nada por esta costa era productiva para el ferrocarril, mejor se optó por salvar la Sierra Madre Occidental entre Ixtlán, Nayarit y La Quemada, Jalisco, así como la montaña de Huajimic, entre Rosea y Mora en el estado de Nayarit, por lo que de acuerdo a los proyectos originales, la estación de Tepic, fue momentánea mientras se hacían los ajustes necesarios para cambiarla a San José de Costilla o Pantanal; algo que resultó infructuoso debido a lo pantanoso y neblinoso del terreno de esos lares. Por lo que ahí quedó en su lugar actual.
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